Antonio Sánchez – Sevilla 2019 – Concierto y Entrevista

La pasada semana el baterista mejicano Antonio Sánchez estuvo en el Teatro Lope de Vega de Sevilla, y Rafa Melgar tuvo la oportunidad de acudir a su concierto, así como de entrevistarlo en exclusiva para SoundTrackFest.

 

A continuación os dejamos el relato del concierto y la interesante entrevista donde hablaron de porqué los músicos de Jazz se sienten atraídos a componer para el cine, su último disco ‘Líneas en la Arena’ y lo que representa, y el espectáculo Birdman Live Scoring Event, que en unos meses podremos ver en el Festival de Música de Cine de Cracovia.

 

CONCIERTO - LA INESPERADA VIRTUD DE LA IGNORANCIA

El pasado 15 de enero de 2019 en el Teatro Lope de Vega de Sevilla, aterrizaba Antonio Sánchez y toda su banda, con aproximadamente dos horas de sueño por consecuencias de un ritmo frenético de viajes. El compositor mejicano se encontraba de gira europea para presentar su último trabajo discográfico “Líneas en la arena”.

 

MEA CULPA

El concierto empezó con unos minutos de retraso y he de confesar que fue por mi culpa, ya que minutos previos me encontraba haciendo una entrevista al mismísimo Sánchez en un camerino del teatro. La buena disposición y generosidad del compositor, sumado a una charla fluida exprimida al límite, provocó un pequeño retraso de programación. Pero ese leve retraso no crispó en absoluto al público, más bien aumentaron las ganas de verlo pisando por fin el pedal del bombo.

 

Una grabación de audio “sucia” donde se podían escuchar voces de personas reales que fueron detenidas por la policía de inmigración (a pesar de ser incluso muchos de ellos ser ciudadanos americanos en los Estados Unidos *según explicó Antonio Sánchez*), fue una entrada desconcertante y estimulante a la vez.

 

La actuación comenzó con un longevo tema llamado “Travesía” y enlazó con “Long road” y “Home”, donde los integrantes de Migration sacaban a relucir entrelazados sus diferentes habilidades. Thana Alexa conseguía que sus efectos vocales bailaran en armonía con el pulmón incansable de Chase Baird al saxo.

Antonio Sánchez - Sevilla 2019 - Concierto

 

Durante el concierto, y en una breve pausa de la actuación, Antonio Sánchez explicaba la procedencia del nombre y el significado del álbum. “Líneas en la arena (Lines in the Sand)” tiene un potente mensaje de denuncia que relata la experiencia del emigrante, pero no desde su propio punto de vista. Reconoce que a pesar de ser de Ciudad de México y que tuvo que irse a Estados unidos para estudiar y formarse como músico, se siente afortunado ya que pudo realizarlo gracias a su familia y de una forma normalizada. Él pone el foco en aquellos que más sufren, aquellos que por falta de futuro, buscan refugio del hambre y de la violencia producidas por las guerras o la persecución política.

Dejen de ver al mundo por la pantalla de sus celulares. Tengan una experiencia de verdad”.

Rescato esta cita de la película Birdman porque quizás resuma con altas dosis de realidad y en esencia, el late motiv de mis líneas. En el momento actual que vivimos, donde la información, la música y el entretenimiento se consume de forma masiva a través de un móvil, Tablet o PC en plataformas como YouTube, no miento si confieso que previo a enfrentarme al concierto de Antonio Sánchez & Migration en Sevilla, un servidor estuvo reproduciendo diferentes vídeos de actuaciones y conciertos. Y sí, fue una gozada ver clips donde el baterista mejicano demostraba ser un virtuoso, pero amigos, fue apartar la mirada de la pantalla, llegar al Lope de Vega y encontrarme con la realidad… “una experiencia de verdad”.

Antonio Sánchez - Sevilla 2019 - Concierto

 

Sánchez reconoce que siempre quiso ser una estrella de rock, con Ringo Starr o  Led Zeppelin entre otros referentes. Ni él mismo sabe cómo ha acabado siendo un músico de jazz, “desgraciadamente”, tal y como dijo en tono sarcástico en el escenario.

 

El jazz que sonó aquella noche bebía de innumerables fuentes. Ritmos Funky, rock de un nervio incesante, o la sombra alargada de Pat Metheny, que estuvo merodeando por momentos en el subconsciente colectivo,  y que enriquecía cada tema. Jazz fusión que recuerda a los grandes como Miles Davis, con esa musicalidad que le hace único cuando se sienta a la batería, y se convierte en todo un octópodo de una velocidad y precisión quirúrgica.

 

Es grato saber que la música tiene el poder de provocar emociones y un disfrute sin más, o a su vez ser un grito de denuncia. Antonio Sánchez recopila en un cuaderno de viaje sonoro, todas las voces de aquellos emigrantes o personas que desean ser ayudados/escuchados. Doble motivo para tener una “experiencia de verdad”.

Antonio Sánchez - Sevilla 2019 - Concierto

 

ENTREVISTA

Antonio, muchas gracias por regalarnos su tiempo previo al concierto para SoundTrackFest. Nos gustaría darle la bienvenida a Sevilla, y a este ciclo de jazz por donde han pasado compositores de la talla de Michel Legrand, Terence Blanchard o Michael Nyman. Todos ellos compositores de música de cine a igual que usted. Así qué es obligado preguntarle: ¿Qué tienen los músicos de jazz para enamorar al séptimo arte o viceversa?

Pues es una pregunta interesante. Creo que lo que tiene el jazz que puede enamorar al séptimo arte y viceversa es que los dos tipos de música son muy cinemáticos. Evocan imágenes, es instrumental generalmente y queda a criterio de quien lo está escuchando lo que quiera evocar o imaginar. El jazz se presta al cine y las imágenes también se prestan al jazz, por lo mismo.

Antonio Sánchez - Sevilla 2019 - Entrevista con Rafa Melgar para SoundTrackFest

 

Mientras me planteaba infinidad de preguntas que podría hacerle, siempre pienso porqué un músico se acaba inclinando por un instrumento y no otro. Y en este caso, su caso, la batería y los instrumentos de percusión. En mi niñez mis padres me regalaron un tambor y esto me hizo recordar que los tambores suele ser un regalo muy común a los niños. ¿Puede ser que de esta forma le llegara la pasión por la música y más concretamente por la batería?

Fue porque la novia de mi tío por aquel entonces, cuando yo tenía 5 años, Ana se llamaba esta chica, tenía un hermano que se llamaba Fito y Fito era baterista. Una vez fuimos a la casa de la novia de mi tío y ahí estaba la batería de Fito. Entonces la vi y fue un flechazo inmediato conmigo mismo. Visualmente fue algo que me dejó una huella permanente de entrada y después empecé a tocar. Y ya fue amor a primera vista y ya nunca más quise tocar otros instrumentos. Bueno, he tocado otros instrumentos. La batería ha sido siempre mi primer amor y el resto han sido escapadillas románticas con el piano y otros, pero la batería siempre fue lo mío. (*Antonio sonríe*).

 

El jazz es una música libre que permite improvisar y tiene su propio lenguaje. Usted mismo experimentó la composición de un álbum grabado en su estudio mediante improvisaciones 100% de batería y posteriormente elementos electrónicos. Ésta forma de componer -dejando que fluya la música- no es muy común, pero ¿considera que es la más pura o personal?

Creo que la composición es improvisación y la improvisación es composición. Siempre que estoy improvisando estoy pensando en una curva larga, trato de pensar en una curva larga, y cuando estoy componiendo igual. Siempre estoy tratando de pensar en transiciones, sobre todo, en cómo voy a tratar de llegar de A a B a C y que sea lógico y que cuente una historia. Para mí lo más importante es la improvisación y la composición. Cómo vas a contar la historia que quieres contar, y la manera en que la cuentes, es lo que va a hacer que al público le llegue algo. Porque puedes tener tres partes hermosas y si no sabes conectarlas, la trama se pierde completamente. Y para mi es lo más importante. Es como una película. Muchas veces la historia está ahí, la actuación está ahí, pero sin visión se pierde todo. Porque sencillamente no queda bien con toda la historia y eso para mí es muy importante como improvisador y compositor.

 

Pasamos de una composición libre nacida de la improvisación a trabajos en cine, donde la música ayuda a reforzar e ir de la mano con las imágenes en momentos concretos. ¿Cómo nace esa oportunidad y el salto a una película tan especial como BIRDMAN?

Bueno, Iñarritu me vio tocando junto a Pat Metheny en el 2005 y entablamos buena amistad desde entonces y se le quedó grabado un solo de batería que hice yo ese día. Me dijo que parecía un pulpo y me empezó a decir un montón de cosas que le habían gustado mucho. Y bueno, ahí quedó. Seguíamos en contacto y un día me llamó y me propuso la película. Obviamente me emocioné muchísimo y a los dos segundos me dio un terror y un pánico horrible, porque, ¿cómo hacer una película de Hollywood con pura batería? Yo sabía lo que él quería, porqué lo quería y cómo lo quería. Él supo guiarme de una manera muy inteligente. Y sobre todo, que me dejó hacer lo que hago, no intentó moldearme de ninguna manera que sonara forzado. Sencillamente me dejó ser yo mismo. Y eso fue lo más valioso para mí, y aparte creo que fue por lo que funciono la fórmula al final. Me dejó improvisar, me dejó reaccionar como yo reacciono con un grupo, pero simplemente, esta vez yo estaba reaccionando a la trama, a las escenas y a los movimientos de los actores, pero básicamente utilicé mis instintos al igual, que los voy a utilizar esta noche en el concierto.

 

¿Qué códigos se plantearon en el trabajo conjunto con el director Alejandro Iñárritu? ¿Qué referencias le daba o por lo contrario le dio libertad absoluta?

Por supuesto que me dirigía, pero lo que me dirigía lo hacia dentro de un marco desde donde yo podía ser yo mismo de cualquier manera. Todo era muy espontaneo e improvisado. Al principio le mandé algunas demos que eran muy estructuradas y no le gustó. “Yo lo que quiero es improvisación” es lo que me dijo. “Esto tiene una energía orgánica, en el momento”. Entonces dije, ok. Será más fácil de lo que yo pensaba, porque es lo que mejor sé hacer.

 

Con BIRDMAN llegaron las nominaciones al Globo de Oro, BAFTAs y ganador al Grammy, al premio en el festival de Música de Cine de Gante y premio Critic’s Choice al mejor compositor en El Festival de Cine de Venecia. ¿Cómo se gestiona tanto éxito? ¿Hubo algún momento donde sintió que le sobrepasaba?

Pues no, porque yo sabía que esta es cuestión de Hollywood. A mi lo que me gusta es tocar, componer sobre todo para mí y disfruté mucho la experiencia. Ahora estoy haciendo mucha televisión. Estoy haciendo una serie que se llama Get Shorty y es probable que empiece una nueva serie pronto, y eso me gusta más, porque no es tan condensado y estresante como con una película. Además, ahora vamos a tener la tercera temporada de Get Shorty y es como tener un trabajo fijo, lo cual es bastante valioso. Hoy en día ya se ve como los actores famosos de Hollywood están haciendo series para televisión, porque en estos momentos la televisión tiene muchas propuestas más interesantes que Hollywood.

Antonio Sánchez - Sevilla 2019 - Entrevista con Rafa Melgar para SoundTrackFest

 

Cierto. Plataformas como Netflix o HBO están dando la oportunidad de llegar a todas partes del mundo.

 ¡Claro! Y aparte el contenido que están creando no está constantemente pensando como en Hollywood que si no venden 200 millones de dólares de entradas es un fracaso. Y eso hace que la fórmula del cine se pierda en la cuestión comercial. Por eso el número de películas de superhéroes es sofocante. Pero lo bueno es que la respuesta está en la televisión y el contenido hecho a la medida.

 

Además de ser de una altísima calidad en producciones que igualan al cine.

Exacto. Son mini películas en cada episodio de una serie de televisión.

 

Bueno, tenemos el caso de Alfonso Cuarón, que con Roma, a pesar de ser una película exclusiva de Netflix, ha cosechado varios premios en el festival de Venecia y en los Globos de Oro.

Ya incluso Spotify está creando contenidos y por ahí obviamente va la fórmula ahora.

 

A tiempo pasado… ¿qué recuerdo mantiene de esa lucha con la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas por la ausencia de la nominación al OSCAR?

Pues fue un momento amargo, por supuesto, que no se la considerara digna de participación. Pero ahora viéndolo con perspectiva de hace cuatro años, creo que la controversia ayudó bastante. En el sentido que la gente le dio más curiosidad todavía: “¿Qué es esto de la batería en la película?”. Como que se creó una inercia extraña con el soundtrack, y la crítica y la gente se interesó por ella.

 

Se puede decir que fue algo positivo, ya que ayudó a que llegara a más personas…

Fue beneficioso al fin, porque yo creo que no lo hubiera ganado de cualquier manera. Aunque hubiera estado nominado. Hubiera sido un “ah, sí ok. Te nominamos porque todo el mundo dice que está interesante” pero la academia no era por donde quería ir obviamente.

 

BIRDMAN LIVE SCORING EVENT se ha convertido en todo un evento imprescindible para todo amante de la película y sin duda una oportunidad de disfrutar de una experiencia que lleva al espectador a otro nivel. ¿Cuánto riesgo asume en cada actuación, donde la música debe ser precisa?

Es una experiencia interesante para el público. Es una combinación entre ir a ver una película y ver un concierto. Cuando vas a ver una película y no aprecias nada en vivo, no se produce un intercambio de energía. Y en cambio cuando pones a una persona en el escenario ya cambia la ecuación completamente, y yo siento como la fluye la energía, y la gente se ríe más generalmente de las escenas. Como que vienen con otra disposición, y además lo que más me gusta es que al final de la película hago un solo de unos quince o veinte minutos. Y mucha gente lo que me dice después es que nunca habían escuchado un batería que pudiera hacer eso. La realidad es que la gente en su mayoría jamás ha escuchado un solo de batería de no más unos cuantos segundos. Así que la reacción de la gente es, “wow, no sabía que la batería tuviera tantos sonidos y tantas posibilidades”. Y obviamente toco durante toda la película, pero al final es cuando me explayo y doy el 100%.

 

Es cierto que está siendo cada vez más habitual proyecciones de película y que en directo una orquesta toque la banda sonora. Harry Potter, El señor de los anillos o Psicosis son ejemplo de ellos. Creo que en este tipo de propuestas la película está más viva.

Y aparte esto es único. Ya que no hay ninguna otra película donde sea un baterista solo nada más.

 

Próximamente el espectáculo se podrá ver en el Festival de Música de Cine Cracovia. ¿No?

Exactamente. Y en Estados Unidos lo sigo haciendo bastante seguido.

 

No todo gira en torno a BIRDMAN, ya que también aporta su impronta en el documental “Política, Manual De Instrucciones” de la mano de uno de nuestros ilustres directores como Fernando León de Aranoa. ¿Cómo surge esta colaboración? ¿Quizás, ya que usted es un músico comprometido políticamente y algunas composiciones han nacido por denunciar la situación actual de los estados unidos y el gobierno de Trump? ¿Cree que fue eso lo que le impulsó y lo atractivo del proyecto?

No. Fernando me llamó y realmente acababa de pasar lo de Birdman y yo quería hacer otra cosa, alguna otra película. Y vi que el proyecto estaba interesante. Jamás hice un documental y cuando vi la temática me gustó. Obviamente hay gente que la política no le cae muy bien y que mundialmente estamos pasando por un momento extraño, políticamente hablando. Pero en ese momento lo vi más como un reto artístico que político. No vivo aquí, pero gracias al documental me enteré bastante de lo que estaba ocurriendo. Entonces fue una experiencia interesante.

 

En España tenemos también lo nuestro (*risas*).

En todos lados tienen lo suyo (*risas*).

 

¿Cómo le explicaría al público virgen lo que va a presenciar esta noche en el concierto?

Estamos promoviendo la última producción que se llama “Líneas en la arena” que es un proyecto dedicado a los emigrantes. Aquellos emigrantes que vienen huyendo por guerras, por violencia, por persecución política, y que están siendo demonizados y politizados últimamente por gente muy poderosa, en nombre de un nacionalismo y populismo torcido, que está erosionando, según mi punto de ver las cosas, una facultad básica del ser humano y que es básicamente sentir empatía por otros seres humanos. Entonces este espectáculo está dedicado a ellos. Pero que, al escuchar el disco, los poemas y las letras, que simplemente la gente se detenga y piensen en los suertudos que somos. La mayoría que no tenemos que huir de nuestras casas por miedo a ser extorsionados o por miedo a morir por una guerra. O sencillamente por no tener nada que comer. Así que es un momento para reflexionar y también para ver cómo nos gustaría que nos tratasen a nosotros en esa situación tan precaria. Y esa es básicamente de lo que trata el disco. Y por supuesto a nivel instrumental, creo que he crecido bastante como compositor y que en este disco he conseguido mi mayor logro en ese sentido. Espero que en cada nuevo disco que haga vaya creciendo más todavía. En este disco incluyo varios temas bastante largos, muy cinemáticos, y que tienen mucho tiempo dedicado a la composición. Hay mucho de improvisación y sobre todo de contar una historia. Y eso es para mí lo más importante.

 Antonio Sánchez - Sevilla 2019 - Rafa Melgar y Antonio Sánchez

 

 

Artículo y entrevista por Rafael Melgar

Fotos por MissSoez · Ilustración y Diseño