Concierto ‘Paseo por el Cine’ en el festival de San Sebastián 2018 – Resumen
Seguimos publicando artículos que teníamos pendientes, y en esta ocasión le toca el turno al concierto llevado a cabo el 22 de septiembre de 2018 dentro del Festival de San Sebastián, donde Gorka Oteiza nos cuenta para SoundTrackFest, cómo se vivió dicho concierto.
CONCIERTO ‘PASEO POR EL CINE’
Un año más, el Velódromo de Anoeta de Donostia-San Sebastián acogía un concierto matutino de música de cine para todos los públicos, de entrada gratuita, organizado por la Fundación SGAE y la Orquesta Sinfónica de Euskadi, dentro del marco de la 66ª edición del Festival de San Sebastián / Donostia Zinemaldia (ver noticia principal y ver noticia adicional con fotos).
La fecha, sábado 22 de septiembre de 2018 a las 12:00h, y un año más, como era de esperar, el velódromo estaba abarrotado, con las 2.700 localidades habilitadas completamente ocupadas.
Poco antes de comenzar el concierto, un grupo de aficionados a la música de cine y el compositor Joseba Beristain, quedamos con varios de los compositores protagonistas del concierto: Zacarías de la Riva y Arnau Bataller para charlar un rato e intercambiar opiniones.
Llegados al Velódromo de Anoeta, y una vez dentro del recinto, pudimos comprobar que al igual que en ediciones anteriores, el lugar se encontraba perfectamente acondicionado para un concierto de este tipo. Se habían colocado telas negras a ambos lados del escenario, sobre el cual había una gran pantalla en la que se iban a proyectar los vídeos relacionados con la música.
Estas telas generaban un cerramiento de un sector del velódromo, de manera que es como si se hubiera creado un “pequeño teatro” de forma improvisada, donde se puede llegar a controlar mejor la acústica, tan compleja y peculiar de gobernar en los espacios abiertos, sobre todo por los ecos y rebotes. Como se pudo comprobar a lo largo del concierto, esto dio lugar a un muy buen equilibrio y balance sonoro, así como a una correcta ecualización entre coro y orquesta.
El programa oficial fue el siguiente:
A las 12 en punto arrancaba el concierto, tras una breve presentación de la Orquesta Sinfónica de Euskadi y del coro Kup Taldea a cargo del Fernando Velázquez, quien además se pondría al frente de la orquesta. El primero de los temas Zipi y Zape y La Isla del Capitán (2016) – Fernando Velázquez, era una suite de poco más de 4 minutos, que tuvo el acompañamiento del coro, y que incluía los temas principales de la banda sonora. Se pudieron escuchar las melodías dedicadas a los niños, a la aventura, a la señorita Pam, o a la familia, dando lugar a un muy buen resumen de la película, tanto musical como visualmente, puesto que las imágenes de acompañamiento que se proyectaron fueron muy adecuadas.
Después se pasó a la película Locura de Amor (1948), con música de Juan Quintero Muñoz (1903-1980). Una película antigua con imágenes en blanco y negro, que presentaba desde su comienzo una música muy sinfónica acompañada de un potente coro, con un estilo similar a las películas de los años 60 de Hollywood como podrían ser Robin Hood o Ivanhoe. Una sorpresa sinfónica y melódica muy agradable de casi 9 minutos de duración, donde tanto la orquesta como coro estuvieron muy bien.
La siguiente suite correspondería a la película de animación infantil Tadeo Jones 2: El Secreto del Rey Midas (2017) – Zacarías M. de la Riva, una cinta de aventuras con una música acordé a la temática. Una suite de casi 13 minutos que arrancó con las escenas de comienzo de la película y una música misteriosa, para después dar lugar a secciones de acción y secciones de aventura cuando la trama cambiaba de continente y de lugar, pasando por ciudades como Las Vegas, Granada o Estambul, cuya geografía quedaba perfectamente reflejada en la música. Una correcta interpretación, pero algo floja de potencia por momentos.
Tras una breve pausa en la que Zacarías M. De La Riva recibió un gran aplauso y saludó al público, se dio paso a la música de El Secreto de Marrowbone (2017) – Fernando Velázquez, en una suite de casi 12 minutos, que arranco al comienzo con el coro. Una suite muy emotiva y sentida, y que iba cambiando por momentos a la acción y a la tensión, pero ofreciendo pausas y breves momentos para relajar la angustia musical. El montaje de imágenes, como en el resto de las suites anteriores, era muy bueno, pero demasiado explícito para quien no hubiera visto la película, ya que destripaba buena parte de los secretos del guion. De todas formas, esto es algo difícil de gestionar, y es comprensible la presentación elegida.
Seguido se pasó a Gernika (2016) – Fernando Velázquez, con una música que ya desde el comienzo fijaba el contexto de la cinta con unos toques folkloricos, pero ofreciendo a su vez una sensación de misterio y conflicto, que estallaría cuándo da lugar el bombardeo, con unas duras e impactantes imágenes en pantalla que acompañaban a la fuerza de la música y de la orquesta. Una suite de casi 7 minutos, de muy buena factura, que fue muy aplaudida por el público.
A continuación llegó El Elegido / The Chosen (2016) – Arnau Bataller, un thriller de espionaje, al que la música arropó con una suite de poco más de 8 minutos. Con un arranque marcial, la suite fue incorporando posteriormente elementos sinfónicos y pasajes de acción y tensión, para intercalar secciones más sosegadas con piano e instrumentos de viento madera según se desarrollaba la historia, y para terminar ofreciendo un gran susto, tanto musical como visual, justo al final. Muy buen desarrollo y muy buena resolución que recibió una ronda de aplausos que el compositor correspondió saludando al público.
Volvíamos con otros de los temas de Fernando Velázquez, la música ganadora del Goya para Un Monstruo Viene a Verme / A Monster Calls (2016), que había sido grabada en su momento por la Orquesta Sinfónica de Euskadi, y que ahora nos la ofrecía en directo. La breve suite, de casi 4 minutos, nos presentó una música lírica, emotiva y sentimental, que sin duda alguna demostró las cualidades que le llevaron a ganar el Premio Goya. Como curiosidad indicar que se pudo ver al director Juan Antonio Bayona entre el público momentos antes de arrancar el concierto, aunque no hizo acto de presencia al finalizar la suite ni en ningún otro momento.
Un gran aplauso dio paso a la música de Contratiempo (2016) – Fernando Velázquez para la que se contó con la fuerza del coro Kup Taldea y la potencia de la voz de Zahara, ofreciendo un buen contrapunto a la orquesta. Una voz a ratos disonante y que estuvo muy bien balanceada, consiguiendo un estupendo equilibrio tanto a nivel sonoro cómo a nivel musical.
Seguido se dio paso a un breve tema de 3 minutos del tristemente fallecido compositor Bernardo Bonezzi (1964-2012) para la comedia Todos los hombres sois iguales (1994), dónde una pieza con mucho ritmo y con mucha alegría, apoyaba y reforzaba las situaciones cómicas, para deleite y sonrisas del público.
El último tema dentro del programa se iba a salir un poco de la norma del resto del concierto, e iba a ofrecer algo diferente: la música de Álvaro Carmona para Go!azen (letra A. Xabaleta), una serie de televisión musical de Euskal Telebista, que ha tenido mucho éxito entre la juventud. Una serie musical cantada en Euskara, que narra las aventuras de un grupo de jóvenes en un Internado / Udaleku, y que contó con tres de los actores junto al director, para interpretar los temas que iban sonando y cuyo montaje aparecía en pantalla. Una actuación fresca, divertida y original, que recibió un gran aplauso por parte de la audiencia; en su mayoría gente joven que conocía perfectamente la serie.
Cuando ya habían pasado casi 90 minutos desde el comienzo y parecía que era momento de finalizar, Fernando Velázquez hizo una introducción indicando que iba a ofrecer un BIS especial, algo que todo el mundo conocería y que seguramente habría cantado en más de una ocasión, animando al público a acompañar cuando sonara la música.
¡Y así fue! Cuándo empezaron a sonar los primeros acordes, enseguida reconocimos la famosa canción de Itoiz – Lau Teilatu, típica de fiestas, verbenas y romerías… y un público cómplice, que había disfrutado enormemente de la actuación hasta el momento, y que estaba bastante animado por la música de Go!azen, no dudó en ponerse a cantar y correspondió a la orquesta, coro y cantantes, sumando su voz al conjunto.
Pasadas las 13:30h y sin haber tenido ninguna pausa, finalizó la función con un largo e intenso aplauso del público. Un público agradecido por un concierto muy ameno, original, divertido y disfrutable, que se le había regalado dentro del marco del Festival de San Sebastián.
EN RESUMEN
Como conclusión, se puede decir que pudimos disfrutar de un concierto de calidad, que además ofrece una oportunidad estupenda para acercar la música de cine a todo ese público juvenil e infantil que abarrotaba en su mayoría el velódromo.
La Orquesta Sinfónica de Euskadi y el coro KUP Taldea estuvieron muy bien, así como los jóvenes cantantes de Go!azen. La dirección de Fernando Velázquez, que conoce muy bien a la orquesta, fue buena, aunque sí se notó que faltó un poco de potencia en alguno de los temas, como por ejemplo en la suite de Tadeo jones, y es verdad que tuvieron una mejor presentación aquellos temas que eran del propio compositor frente al resto.
Como crítica al programa se podría decir que se echó en falta la música de una banda sonora concreta: Handia, película vasca ganadora del último premio Goya a la mejor banda sonora, y que este año tenía motivos sobrados para formar parte del programa. Así mismo se echó en falta a su compositor, Pascal Gaigne, un habitual de estos conciertos en el velódromo.
Un año más hay que volver a decir que la experiencia fue muy positiva, y pocos puntos de mejora se nos pueden ocurrir, salvo el hecho de que al terminar la función, el embudo que se forma al tener que marchar todo el público por una única salida, creando enormes colas, hace pensar en los problemas que podría haber ante un desalojo de emergencia real.
Musicalmente, una experiencia sobresaliente, enriquecedora y original, al alcance de todos los públicos, que esperamos se siga repitiendo durante muchos años más.
Artículo escrito por Gorka Oteiza
