‘Metrópolis’ en concierto – Atenas 2017
El pasado domingo 15 de enero, se celebró un concierto especial en Atenas donde se estrenó la película clásica Metrópolis restaurada, incluyendo la banda sonora original de Gottfried Huppertz interpretada en directo para la ocasión.
El compositor, orquestador y arreglista Nikiforos Chrysoloras estuvo en los ensayos y en el estreno de la película con música en directo, y ha preparado este resumen del evento para SoundTrackFest donde nos cuenta lo que allí se vivió.
Introducción
Metropolis: Berlin (Alemania), 10 de enero de 1927 – Atenas (Grecia), 15 de enero de 2017.
90 años (y 5 días para ser exactos) han pasado desde su estreno mundial en el teatro UFA-Palast Am Zoo de Berlín. Aunque la versión totalmente restaurada de la película se estrenó en Grecia en 2015, en la 56ª edición del Festival Internacional de Cine de Tesalónica, no fue hasta el 15 de enero de 2017 cuando los cinéfilos de Atenas y los entusiastas de la música de cine han tenido la oportunidad de ver, por primera vez, la obra maestra del cine de ciencia ficción de Fritz Lang, Metrópolis, restaurada digitalmente en su duración original. Acompañada por la partitura orquestal de Gottfried Huppertz completamente reconstruida, interpretada en directo por la Orquesta Estatal de Atenas y dirigida por nada menos que el maestro de la música cinematográfica en Europa, Frank Strobel, también responsable de la reconstrucción de la partitura, dieron lugar a una noche inolvidable.
La copia de la película fue cortesía de la Fundación Friedrich-Wilhelm-Murnau (Murnau Stiftung) y la música, cortesía del European FilmPhilharmonic Institute – coproduciendo el concierto en conjunto con la Embajada Alemana en Atenas.
Antes de entrar en más detalles sobre el concierto en sí; veamos un poco más sobre la historia de la restauración de la película y la reconstrucción de la música.
METRÓPOLIS: RETROSPECTIVA - INTENTOS DE RESTAURACIÓN Y CORTE DEL DIRECTOR
«¿Por qué estás tan interesado en una película que ya no existe?» Respuesta de Fritz Lang cuando el autor Robert Bloch le preguntó sobre Metrópolis.
Mientras que la película recibió una enorme ovación en su estreno en Berlín – 10 de enero de 1927 -, los críticos de cine le dieron críticas mixtas y fue retirada de las carteleras unas semanas más tarde. La primera reedición alemana – agosto 1927 – , fue severamente cortada y editada. Paramount, que junto con Metro Goldwyn Pictures había firmado un acuerdo de distribución en EE.UU. con UFA, ordenó la edición adicional y la reescritura de los intertítulos, con un resultado que alteró la narrativa de la película. El dramaturgo estadounidense Channing Pollock fue contratado para la tarea. Vale la pena mencionar que Paramount y Metro Goldwyn Pictures fundaron la empresa de distribución Parufamet, quien le prestó a UFA grandes sumas de dinero para continuar financiando películas, una de ellas Metrópolis.
La decisión de Paramount de alterar aún más la longitud ya reducida de la película se basó en los hechos de que la película no cumplía los principales puntos clave para ser comercializada en Hollywood y la trama era demasiado compleja para el público estadounidense. Las razones políticas también fueron responsables de la alteración de la película; una de las cuales es las supuestamente subrayadas referencias al comunismo. La nueva versión – aproximadamente una hora de metraje se dejó en la sala de edición – tuvo su lanzamiento en Estados Unidos en marzo de 1927. Durante los siguientes 80 años, las imágenes cortadas continuaron sin aparecer.
Como era de esperar, la música de la película tuvo que ser adaptada de acuerdo con el nuevo corte de Paramount/UFA. Huppertz omitió una cantidad sustancial de la partitura y reemplazó piezas con música de ‘stock’ de Frederick Chopin y Giuseppe Becce.
En las siguientes décadas se hicieron una serie de intentos para restaurar la película; a) el intento de 1969 con materiales del Bundesarchiv (antiguo Staatliches Filmarchiv der DDR), b) el intento de 1984 de Giorgio Moroder, reeditado (con el uso de fotografías), en versión coloreada, y con la banda sonora con canciones de artistas como Freddie Mercury, Jon Anderson y Bonnie Tyler, entre otros, c) la restauración de 1987 por el historiador alemán de cine, conservacionista y ex director del Museo de Cine de Múnich Enno Patalas, y d) la restauración de Martin Koeber en 2002 junto con el Bundesarchiv y el Murnau Stiftung.
Es importante mencionar que la partitura condensada de Gottfried Huppertz jugó un papel fundamental en la restauración de 1986. El compositor había escrito instrucciones específicas para los músicos, líneas con las tarjetas de títulos originales, con el fin de tocar en sincronía con la película. Estas instrucciones se usaron como una guía para determinar el material que faltaba en las diversas versiones alteradas de la película.
No fue hasta 2008, cuando una copia original, fechada en 1928, fue descubierta en el Museo del Cine de Buenos Aires. Así, la restauración definitiva de la obra maestra de Lang (el corte del director), supervisada por Anke Wilkening de la Fundación Murnau Stiftung, se estrenó en febrero de 2010, en el Festival de Cine de Berlín, siendo aclamada por la crítica.
METRÓPOLIS: EN CONCIERTO, ATENAS, 2017
Un par de días antes del estreno en Atenas, visité a mi querido amigo Frank Strobel durante el ensayo matutino con la Orquesta Estatal de Atenas, en el Athens Music Hall. Era el primer día de la orquesta – después de las vacaciones navideñas – y lo cierto es que fue un primer día exigente de trabajo. Frank repasó meticulosamente cada pieza hasta que estuvo perfecta. Cuando entré, estaban ensayando el ‘Yoshiwara Foxtrot’, una pieza muy importante y un momento icónico en la película. La sólida actuación de la orquesta durante los ensayos fue una indicación de la magia que estaba a punto de suceder.
La noche del concierto, el Alexandra Trianti Hall, con una capacidad de 1750 asientos, estaba lleno, lo que era un pensamiento alentador en sí mismo; personas de todas las edades, mostrando interés por un evento cultural de tanta importancia.
La película comenzó con una introducción de lo que estábamos a punto de ver, detalles sobre el descubrimiento de la copia original en 2008 y del proceso de restauración.
Lo que fue sorprendente, sin embargo, y tengo que decir un poco decepcionante, fue la falta de subtítulos traducidos a griego. Para aquellas personas con un dominio limitado del inglés, era difícil seguir y entender la trama de la película.
Unos momentos después, la batuta de Frank Strobel puso en marcha la maquinaria.
Presentado en su total esplendor, Metrópolis – con un contexto y un mensaje más relevante que nunca; después de todo, no está situada demasiado lejos, en el año 2026 – nos abría nuevamente los ojos. La trama, la visión, el simbolismo, los efectos visuales y efectos especiales de la película, son los elementos que la caracterizan merecidamente como la película más influyente de la era del cine mudo, y como un hito en el expresionismo alemán y la piedra angular del cine de ciencia ficción.
La música reconstruida de Gottfried Huppertz no fue menos que magnífica. Influenciada por compositores como Richard Wagner y Richard Strauss, Huppertz utiliza el leitmotiv como base para toda la partitura. Los temas estaban tan bien estructurados y presentados con tanta claridad, que el público podía recordar fácilmente en cualquier momento un personaje o un escenario con los ojos cerrados; “Metrópolis”, “Torre de Babel”, “Buro Fredersen”, “Moloch”, “Yoshiwara Foxtrot” y las agresivas figuras de ostinato de la pieza “Máquinas”, no fueron sino algunos de los temas principales de la película. Además, las citas de obras como “La Marseillaise” de Rouget de Lisle y “Dies Irae” se incorporaron a la partitura y se utilizaron en momentos clave.
La dirección magistral de Frank Strobel fue sin duda la fuerza impulsora detrás de la potente actuación de la orquesta.
Vale la pena mencionar (para aquellos lectores versados en música de cine) que durante la duración del concierto no hubo uso de click track, streamers o punches; sin embargo, la dirección de Frank era tan precisa que fue como ver una película con una partitura pregrabada.
La ovación en pie de toda la sala, resultante al finalizar el concierto, fue natural; era la mejor manera de concluir una noche increíble y una experiencia inolvidable.