Joe Hisaishi – París 2019 – Resumen Concierto

La pasada semana el compositor japonés Joe Hisaishi ofreció 3 conciertos en la Philharmonie de Paris. Gorka Oteiza (SoundTrackFest) acudió al primero de esos conciertos y nos hace un resumen de la velada en este artículo.

 

EL CONCIERTO

El pasado sábado 9 de febrero de 2019 a las 20:30h, se celebró el primero de los tres conciertos que el compositor japonés Joe Hisaishi iba a dar en París, poniéndose al frente de la joven 3D Orchestra,  y contando con la participación de la soprano Ai Ichihara en varios temas de la primera mitad.

 

El lugar, el emblemático edificio de la Philharmonie de Paris (Grande Salle Pierre Boulez), diseñado por el arquitecto Jean Nouvel e inaugurado en 2015. Este impresionante recinto, de maravillosas características acústicas que luego detallaré, se encuentra ubicado en la Ciudad de la Música; un complejo de edificios que arrancó su andadura en 1995 y que incluye salas de conciertos, un museo de la música, salas de exposiciones, o talleres y aulas para el estudio y la documentación. Todo un recinto dedicado a dar cabida a actividades educativas y culturales relacionadas con la música, que acertadamente merece ser llamado la Ciudad de la Música.

 

Destacar que todas las localidades del concierto estaban ya vendidas hacía muchos meses; los 2.400 asientos al completo de la Grande Salle Pierre Boulez, y fue tal la expectación por poder ver a Joe Hisaishi en París (su última visita a la capital francesa fue en 2017 – ver artículo), que los organizadores se vieron obligados a añadir un tercer concierto el domingo día 10 (ver noticia).

 

Estos conciertos estaban englobados dentro de un conjunto de actividades especiales organizadas del 6-10 de febrero, en unas jornadas dedicadas a la cultura japonesa, que tuvo además talleres, teatro japonés, demostración de tambores Wadaiko, o shows para niños (ver más).

 

Pero volviendo con la velada que nos ocupa, indicar que a pesar de estar la sala completa, el acceso a la misma fue muy sencillo y sin aglomeraciones, puesto que el diseño del edificio repartía perfectamente al público por múltiples puertas de entrada, haciendo que no se formarán ningún tipo de tapones, tanto al comienzo y al final, como en el intermedio.

 

Antes de pasar a hablar del concierto, vamos a ver primero el programa:

 

Como se puede ver por el programa, el concierto no fue el típico que Joe Hisaishi suele ofrecer cuando va de gira por Europa, y que suele incluir en su totalidad o casi en su totalidad música de las películas de Hayao Miyazaki y Takeshi Kitano.

 

Los músicos que componen la 3D Orchestra son una selección de los mejores estudiantes y profesores del Conservatorio Superior de Música de París, que se han agrupado para formar una orquesta dedicada específicamente a la música de cine, y que a pesar de la juventud que caracterizaba a la mayoría de sus componentes, ofreció una interpretación fabulosa.

 

Debido a la estupenda acústica de la sala, el concierto no utilizo ningún tipo de amplificación, tanto para la orquesta, como para los músicos solistas o para la voz de la soprano, que encontraron un perfecto balance en las características de la sala y la precisa y equilibrada dirección de Joe Hisaishi. Asimismo, este concierto no utilizó coro ni ningún tipo de proyección de imágenes, como viene siendo habitual en los conciertos que ofrece de las películas del Studio Ghibli y Miyazaki.

 

La primera parte del concierto estuvo dedicada completamente a una obra sinfónica llamada ‘The East Land Symphony’ dividida en cinco movimientos (dos de ellos con soprano), y que ha sido compuesta por Joe Hisaishi a lo largo de 8 años, editándose en 2017 en un disco llamado ‘Minima_Rhythm III’.

 

El arranque del concierto fue un poco abrupto, con el movimiento ‘The East Land’, de carácter fuerte y con melodías entrecortadas, que a pesar de todo, dejaban ver el característico estilo del compositor. Este movimiento, que fue el primero que el compositor escribió hace 8 años, había tenido recientemente ligeras modificaciones para trasladarlo al concierto. Al finalizar, y tras una breve pausa, un aplauso entusiasta de un público agradecido acompañó al director y a la orquesta, pero fue un aplauso parcialmente contenido, por encontrarse frente a una obra tan personal y tan distinta a las habituales de su repertorio.

 

A continuación, una percusión rítmica marcaría gran parte del segundo movimiento, ‘Air’, donde destacaba la batería, que se iba alternando con las diferentes intervenciones de la orquesta. Y casi seguido, se dio paso a la primera intervención de la soprano Ai Ichihara en el tercer movimiento ‘Tokyo Dance’.

 

Lo mejor para describir este movimiento es dejar que sea el propio Joe Hisaishi quien hable, a través de las palabras escritas en el libreto que se incluía con el concierto (traducido del francés, único idioma del libreto): “Tokyo Dance está escrito para soprano solista. Cuando comencé a componer, tenía en mente la idea de que todo lo que importaba en ese momento era mi propia persona y mi entorno. Me permití olvidar el vasto mundo más allá de Japón y ver a mi país como una especie de isla de Galápagos, llena de sátira y humor negro. Le pedí a mi hija Mai que inventara algunas letras en japonés. Después de algunas revisiones, optamos por usar los números como la base de la estructura, por lo que la primera mitad se convirtió en una especie de ‘canción infantil de Tokio’. Al final escribí este movimiento con palabras en inglés mezcladas con letras en japonés. Esto crea una historia similar al ‘Cuento de Heike/Heike Monogatari’, en su relación con la idea budista de la impermanencia.”

 

El cuarto movimiento, ‘Rhapsody of Trinity’ presentaba melodías que moviéndose entre la alegría y la tristeza, buscaban un equilibrio en sus contrapuntos orquestales. Según el propio Hisaishi “Rhapsody of Trinity está lleno de humor negro y sátira, como una especie de divertimento. De hecho, la tragedia y la comedia son dos caras de la misma moneda. Las piezas trágicas son bastante fáciles de escribir, pero componer una pieza alegre y ligera, con notas que rozan la melancolía, mientras dan la sensación de que algo está mal, requieren la visión penetrante de un pájaro o un punto de vista equivalente al de Dios. Esto requiere sobre todo una dosis sagrada de sabiduría filosófica. Todavía no tengo este nivel, ¡y quizás no lo tenga! – Pero sigo desafiándome.”

 

El quinto y último movimiento de la primera parte, ‘The Prayer’, volvió a contar con Ai Ichihara en el escenario, donde la orquesta acompañó de forma muy sutil y suave a la preciosa voz de la soprano, que recitó en latín una especie de oración a lo largo de gran parte de los 8 minutos que duró la pieza. Un broche lírico y perfecto para una primera parte diferente y claramente muy personal, donde se pudo ver mejor quién es Joe Hisaishi como compositor. Una obra que merece ser re-escuchada, para conocer un poco mejor lo que este genio de la música tiene que decir cuando su creatividad no está ligada/vinculada/supeditada a una película.

 

Tras un intermedio de 20 minutos, y pasadas las 21:40h, daba comienzo la segunda parte y enseguida pudimos ver que se habían hecho cambios en el escenario. Se había retirado el púlpito del director y se había colocado un gran piano de cola en el centro, ubicando toda la sección de cuerdas formando un arco a su alrededor. Tras un gran aplauso, y con parte de la orquesta ya en sus asientos (violines, violas, violonchelos y algunos contrabajos), apareció Joe Hisaishi quien tras saludar, se sentó directamente en el piano desde donde dirigía parcialmente a la orquesta cuando no estaba tocando el piano.

 

Así, la segunda parte arrancó con una suite de 12 minutos de música (con breves pausas), compuesta por Hisaishi para las películas de Takeshi Kitano. Comenzó con el archiconocido tema ‘Summer’ de ‘El Verano de Kikujiro (Kikujiro No Natsu)’, melódico y delicioso como siempre, pasando después a un intenso y muy agradable ‘Hana-Bi’, para terminar el bloque con el rítmico, veloz y alegre tema de la película ‘Kids Return’.

 

Era una verdadera gozada ver cómo a lo largo de toda la suite las melodías iban creciendo y decreciendo, alternándose entre el piano y la sección de cuerdas, y así mismo, en algunos casos, ver cómo iban saltando de un lado a otro de la sección de cuerdas, con violines primeros y segundos respondiéndose unos a otros, o tomando la responsabilidad de extender y alargar la melodía. Pasajes suaves y pasajes intensos, perfectamente ejecutados por la sección de cuerdas de la 3D Orchestra, que ya nos había sorprendido en la primera parte con su alto nivel de maestría.

 

Al finalizar, un público entusiasmado correspondió con un gran aplauso, tras haber escuchado por fin algunos de los temas que tan bien conocía, y de los que venía dispuesto a disfrutar. Como curiosidad comentar que este bloque llevaba como título ‘Mládí’ que en checo significa ‘juventud’, y que coincide también con el título de un sexteto de viento del compositor Leoš Janáček.

 

A continuación, tanto Hisaishi como los músicos de la sección de cuerdas abandonaron el escenario, y hubo una pausa de varios minutos, en los cuales se movió el piano del centro al lateral derecho, pero dejándolo en primera línea frente a la orquesta, y se colocó nuevamente el podio del director, puesto que para la siguiente pieza, Joe Hisaishi iba a ir alternando entre la dirección de la orquesta (ya completa) e interpretaciones puntuales al piano.

 

Pasadas las 22h la orquesta volvía a ocupar sus posiciones y acto seguido lo hacía Hisaishi, para arrancar con una suite de 28 minutos dedicada a la película ‘El Viaje De Chihiro / Spirited Away / Sen to Chihiro no kamikakushi’.

 

La suite comenzaba con un preciso y suave solo de piano a cargo del compositor, para después ser arropado por toda la intensidad de la orquesta cuando sube al podio para dirigirla. Una suite que nos va mostrando, desarrollando y extendiendo los diferentes temas de esta banda sonora, todos ellos estupendamente enlazados, contando así una perfecta historia, y finalizando tal y como había empezado, con una sutil y suave melodía de piano a cargo de Hisaishi, que le daba cierre. Una suite que musicalmente nos narra la historia de Chihiro y su transformación en Sen, para al final volver al mundo real con ese sutil piano, tras recuperar su nombre y a su familia. ¡Fabulosa!

 

Tras la interpretación, un público desbordado se puso en pie para ofrecer una enorme ovación, con gritos y aplausos como pocas veces he visto en un concierto, correspondida por reverencias y saludos de un Joe Hisaishi claramente emocionado y una orquesta donde se podían ver multitud de caras sonrientes y satisfechas.

 

Eran las 22:30h y ya habían transcurrido 2 horas desde que había arrancado el concierto, pero el público no tenía intención de dejar que esto terminará así, y tras varios minutos de aplausos, Hisaishi volvió a salir y saludando amablemente al público se subió al pódium para ofrecer un bis.

 

No hizo falta presentación alguna, puesto que con los primeros acordes tocados por los contrabajos, que tuvieron como respuesta una gran sonrisa ofrecida por buena parte del público, enseguida pudimos deducir que la pieza que venía a continuación era el tema principal de ‘Mi Vecino Totoro / Tonari No Totoro’.  Una pieza alegre, divertida y energética, contando con Hisaishi al piano en algún momento determinado, que puso un estupendo broche final al concierto.

 

Pero en realidad, este no fue el final,  puesto que más de 5 minutos de aplausos y ovaciones por parte del público, hicieron que el compositor volviera a salir al escenario a saludar hasta tres veces, “obligándole” a ofrecer en su cuarta aparición una nueva pieza, esta vez él solo al piano, interpretando el estupendo tema principal de ‘Porco Rosso / Kurenai no buta’, dando final a la velada tras 2:15h de fabuloso concierto.

 

EN RESUMEN

Con una primera parte diferente y muy personal, donde pudimos ver a un Joe Hisaishi muy íntimo, y una segunda parte más melódica, alegre, dinámica y habitual, centrada en su música para el cine, la estupenda acústica del recinto y la magnífica interpretación de una joven pero virtuosa 3D Orchestra, junto con la dirección y actuación al piano de Hisaishi, nos  ofrecieron un concierto maravilloso. Una verdadera delicia en todos los sentidos.

 

Joe Hisaishi se está convirtiendo en un habitual de los conciertos en el circuito europeo, y este 2019 tiene por el momento 9 conciertos planificados para el primer semestre del año (ver más), los cuales han agotado todas las entradas que pusieron a la venta, obligando en casi todas las localidades a añadir una función adicional, que también se ha agotado.

 

Una recomendación personal, no dejéis pasar la oportunidad de ver a Joe Hisaishi en concierto al menos una vez. Descubriréis a un compositor diferente, melódico y sensible, pero a su vez intenso y sorprendente, quien alternando la dirección de la orquesta con su interpretación al piano, os ofrecerá un concierto para recordar por mucho tiempo, tal y como hizo con nosotros esta noche en París.

 

Artículo escrito por Gorka Oteiza