Víctor Reyes – Entrevista
Con motivo de la reciente participación de Víctor Reyes en el festival Movie Score Málaga – MOSMA, rescatamos del archivo una entrevista realizada con el compositor el año pasado también en el MOSMA, entrevista que por contenido, perfectamente podría haber sido realizada en esta última edición.
Durante la entrevista, Gorka Oteiza tuvo la oportunidad de preguntar a Víctor Reyes sobre sus comienzos, sus inquietudes musicales en Salamanca, su paso al mundo de la TV y del cine en Madrid, su trabajo en sus primeras películas, su relación con el director Rodrigo Cortés, además de su música para la película Grand Piano, la serie The Night Manager/El infiltrado o la película Pefectos Desconocidos entre otras cosas.
Victor Reyes acaba de poner música a la última película de Rodrigo Cortés, Blackwood, que se estrenó el pasado 3 de agosto en cines en España, y que se estrenará el próximo 17 de agosto en Estados Unidos.
ENTREVISTA
Hola Víctor. Es un placer poder hacer una entrevista en castellano. La verdad es que todas las entrevistas que he hecho hasta ahora con los invitados al festival han sido en inglés.
Eso está bien. Que si me la haces en inglés no estaríamos igual de cómodos los dos (*risas*).
(*Risas*) Ok. Venga, pues empecemos con una pregunta clásica. Cuéntanos un poco sobre tus comienzos. ¿Cómo decide un chico de Salamanca embarcarse en la aventura de la música de cine? ¿Hay momento concreto en el que digas, sí, tengo claro que quiero hacer esto? ¿O más bien empezaste con la música y poco a poco fuiste pasando al mundo del cine y de la televisión?
En mi caso yo tuve un acercamiento y una inquietud, una pasión por la música de cine desde muy pequeño, desde los años 60. Ahora tengo 55 años y lo primero que recuerdo son las bandas sonoras de Ennio Morricone de los años 60. La banda sonora del bueno, el feo, el malo y todas esas bandas sonoras de la época. Precisamente porque mi padre era un gran aficionado a la música, tenía los discos en casa y los podía escuchar, y esto era algo muy raro para la mentalidad de un niño de 6 o 7 años en Salamanca, una ciudad de curas y catedrales, una ciudad muy lejana de todo el mundo de Hollywood.
Para la mentalidad de un niño de la época, ver las palabras banda sonora original era un misterio raro. En aquella época yo estudiaba música en el conservatorio y con las monjas, donde fuera, donde pudiera, y estudiaba los clásicos cómo Bach, o música clásica en general, pero ver esas palabras impresas en un disco “Banda Sonora Original de la película”, era un misterio para mí. Yo pensaba, “¿Con la cantidad de música que hay en el mundo, cómo es posible que estos tíos tengan que hacer una banda sonora especial para esta película?”. ¡Eso fue algo que me llamo mucho la atención! Fue mi primer rayo de luz, ¡mi visión! Yo pensé… ¡Aquí hay algo raro!
No te olvides que estamos hablando de los años 60 en una ciudad del interior de España. Bueno, pues eso fue lo primero que me llamó la atención, el hecho de que hubiera que hacer música especialmente pensada y diseñada para una película. Parece algo muy simple, pero si lo piensas bien, es difícil de entender para mucha gente.
La verdad es que tienes razón, hay mucha gente que piensa que la música de una película está ahí sin más… que es una música que se ha cogido de algún sitio y se ha puesto para ayudar o acompañar a las imágenes y nada más.
Este concepto tan sencillo, a veces es difícil de explicar. La música tiene un poder narrativo muy potente. Es un concepto a veces difícil de entender, pero cuando más lo entiendas, más te va a llamar la atención.
Hay una anécdota que siempre cuento, que es cuando veo por primera vez Star Wars o más bien La guerra de las galaxias que se llamaba en aquel entonces. Bueno, pues hay una anécdota muy famosa de John Lennon, una entrevista muy famosa en la que dice, que cuando él era pequeño, iba a ver las películas de Elvis Presley, y veía que salía Elvis todo guapo, rodeado de tías en bañador, en Hawái, cantando, y se lo pasaban de maravilla. Y decía, ¡ese es un buen trabajo! ¡Eso quiero hacer!
¿Muy listo John Lennon, no? (*risas*)
Tonto no era, no (*risas*) Bueno, pues a mí me pasó una cosa similar con la Guerra de las Galaxias. Me dije… mira este hombre, este tal John Williams, grabando con la Sinfónica de Londres y pasándoselo genial con George Lucas y haciendo una película maravillosa. Esto mola. Esto es lo que quiero hacer. Y esa fue un poco mi revelación. Ahora bien, de pensar eso, a poder ponerlo en práctica, había un trecho. Y si lo piensas fríamente, en aquella época y en aquel lugar, era poco menos que imposible.
Los comienzos siempre suelen ser complejos. Y mira, vamos a aprovechar para hablar un poco de tus comienzos. Porque al principio, ¿empezaste haciendo música para televisión no?
Pues sí. Tienes que tener en cuenta que así como John Williams viene de una escuela clásica de composición, una escuela seria, en la que ves una partitura y ves claramente que sabe lo que hace, nosotros no. Nosotros, o al menos mucha gente de mi generación, venimos del pop. Somos hijos de la música pop. De hecho, si te fijas en las partituras de James Newton Howard por ejemplo, a pesar de todo lo que hace, en su raíz, hay dejes e influencias del pop. Este hombre era arreglista de Toto, y trabajó durante muchos años con Elton John. Y en su raíz, puedes ver una influencia pop. Un pop llevado a las narrativas de la música cinematográfica. Y como ya te digo, yo vengo de esa herencia.
Así que, para encontrar mi camino, primero me busque la vida en un grupo pop, porque lo que quería era hacer música. Después me mudé a Madrid, y allí empecé a trabajar con varios grupos. Me engancho con Mecano, y es cuando empiezo a entrar en los estudios y alucino con lo que veo. Hasta entonces, yo nunca había entrado en un estudio de grabación. Era una cosa que no existía en Salamanca.
Pero a pesar de estar metido en el mundo del pop, ¿tú ya tenías el objetivo claro de que querías ir hacia el mundo del cine verdad?
Sí claro, yo tenía ese objetivo en mente, y fui buscando poco a poco mi camino. Lo primero que tenía que hacer era buscarme la vida para sobrevivir. Qué es lo que hay que hacer en este mundillo, sobrevivir. Y para ello por ejemplo, hice mucha publicidad. Fue un periodo técnico de aprendizaje de muchas cosas, siempre con la visión, o por lo menos con el sueño, de ver si puedes llegar a aquel horizonte de John Williams y Ennio Morricone que tenías de pequeño. Ese horizonte está ahí. Otra cosa es conseguirlo. Pero es así, es un proceso.
Ya que hablas de publicidad y enlazando con la televisión, por lo que tengo entendido, estuviste como compositor residente en Antena 3, ¿no?
Yo he hecho de todo… de todo (*risas*). He hecho un montón de música para series y películas de TV. De hecho, la gente conoce más música mía de la que cree. Porque en aquella época, se veía mucho la televisión y no había tanto donde elegir. Había pocos canales, así que quieras que no, en algún momento les estuvo llegando mi música.
Después, llega un momento en el que saltas al cine. ¿Fue algo que te llegó así sin más o era algo que o fuiste buscando?
Hombre, la verdad es que tú estás siempre ahí pendiente, a ver si enganchas una oportunidad, pero la cosa es que los proyectos casi siempre llegan de rebote… ocurren porque uno le dijo a otro que si tal o que sí cual… y al final, apareces en un proyecto. Hice las películas “Como un Relámpago (1996)” con Miguel Hermoso y luego hice “Lisboa (1999)” con Antonio Hernández… Y ahí fue ya cuando dije ¡wow! Componer para una película es una pasada.
Pero claro, una cosa es que yo quiera hacer esto, o sea, componer para películas, y otra cosa es lo que yo pueda hacer. Porque el recuerdo que tengo de “Lisboa” es ese. Había mucho miedo escénico. Era un proyecto muy grande para mí. Recuerdo estar en casa viendo la cinta que me habían pasado, y pensar “vaya, y ahora ¿qué hago yo?” Porque claro, enfrentarte a una cinta vacía, sin ningún tipo de música, es bastante fuerte. ¿Cómo le pongo la música? Depende del gusto de uno mismo, de cómo te encuentres, de lo que te transmita la película… Y en ese momento te entran las dudas. ¿Dónde entró? ¿Qué tipo de música necesita la escena? ¿Qué es lo que implica esta escena para el director? ¿Estaremos en la misma onda?
La verdad, es que si lo miras así, hay muchas opciones, y tiene que dar un poco de vértigo.
Por ejemplo, imagina la escena, “la actriz abre la puerta y ver el cadáver”, y entonces, ¿yo qué hago?, ¿entro antes de que abra la puerta o entro cuando ve el cadáver? ¿Qué tono le doy a la música? ¿Más intenso o más suave? ¿Cómo va a ir eso relacionado con el resto de elementos, de efectos, de diálogos?… y claro, no puedes andar llamando al director para resolver esas dudas en cada una de las escenas. Porque eso demuestra inseguridad. Así que, lo que mejor es hacer lo que tú creas que tienes que hacer. Pero claro, cuando al principio no has compuesto para ninguna otra película, lo mejor es ponerte a ver mucho cine, y tomar referencias, ejemplos, para ver cómo se están contando y narrando las cosas. Es un proceso de aprendizaje total.
De esos proyectos que tuviste al principio, con los que empezaste, ¿hay alguno del que guardes algún recuerdo especial? Uno que digas, “este proyecto ha sido algo importante para mí”.
“En la ciudad sin límites” y “Lisboa”. Las 2 de Antonio Hernández, que nos salieron muy bien. De hecho, con “En la ciudad sin límites”, fuimos a los Goya y todo. Y ya cuando pasa esto, empiezas a coger seguridad, y te sientes cómo que estás haciendo las cosas bien. Es cuando tienes que mirarte al espejo y decir “Sigue así. Sigue trabajando tranquila y honradamente. Vas por buen camino”.
Bueno, pues parece que el camino ha sido correcto, ya que has estado nominado a los Goya en varias ocasiones, aunque tu mayor reconocimiento parece ser que ha llegado hace poco con el “Emmy” por “The Night manager / El Infiltrado”, no?
Pues sí. Y ya que comentas lo de The Night Manager/El Infiltrado, mira que siempre es lo mismo, siempre es una casualidad, se llega a los proyectos de la forma más curiosa. Te cuento. Con toda la experiencia que ya había adquirido, puesto que empecé a hacer cine en el año 2000, llega 2016 y me cae de repente una serie de 6 horas, que en realidad son casi como 6 películas. Era un trabajo complicado y exigente, pero los productores y el editor fueron muy amables, ya que me aclararon muchos aspectos de la trama que me ayudaron a definir la música. Yo iba mandando los capítulos, y me van diciendo lo que les parecía. Me decían cosas como “ten cuidado porque en esta escena fulanito sabe que menganito no sabe que en realidad detrás está pasando no sé qué…” y yo tenía que tener cuidado a la hora de aplicar la música, para que reflejara eso, no sea que fuera a descubrir al espectador algo que todavía no se podía revelar. Eso por ejemplo en las películas románticas no pasa tanto, pero en los thrillers hay que tener mucho cuidado. La música es absolutamente declaratoria. Si no eres cuidadoso, estás descubriendo al malo.
Sí, eso es algo que siempre hemos dicho, la música puede cambiar completamente la percepción de una escena, y hacer parecer al bueno malo y al malo bueno.
Claro, tú ten en cuenta que la música está por encima de la imagen, y cuenta cosas que la imagen no puede contar. Acuérdate por ejemplo de la música de John Williams en el Imperio contraataca, y fíjate como simplemente cambiando los últimos compases en algunos de los momentos de la película, ya sabes que Darth Vader está por allí aunque no lo veas.
Luego retomamos la conversación sobre The Night Manager/El Infiltrado, y volvamos ahora con el cine. Vamos a hablar de Rodrigo Cortés, que es un director que forma parte importante de tu carrera, y con el que has colaborado en bastantes películas. ¿Cómo os conocéis y cómo arranca esa colaboración?
Pues mira, Rodrigo aparece un día en mi casa con su película el “Concursante (2007)”, la primera película que hizo. Le había gustado mucho la música que hice para la “En la ciudad sin límites”. De hecho, había puesto algunos bloques de música de esa película en la suya, porque parecía que tenía un tono adecuado. Al final acabamos haciendo otras cosas, pero el comienzo vino por ahí. Hicimos el “Concursante (2007)”, después hicimos “Buried (2010)”, “Luces Rojas (2012)” y hemos seguido hasta “Blackwood (2018)”.
Rodrigo es un personaje muy especial. Lo tengo que sacar del resto de fauna cinematográfica. Es un tío con una creatividad enorme, y además, te lo sabe explicar y te sabe dirigir. Sabe lo que quiere, y sabe contarlo. Sabe razonar las cosas, y es que él es músico, y controla de lo que habla.
Pues la verdad, que las cualidades que comentas que tiene Rodrigo, ¿parecen muy importantes en un director no?
Sí, para mí es algo fundamental. Por eso trabajamos tan bien juntos.
¿Cómo evoluciona la forma de trabajar con un director, cuando ya llevas varios proyectos y varias películas, y ya os conocéis? ¿Influye eso mucho en el proceso creativo?
La verdad es que es curioso que lo menciones, puesto que siempre nos pasa lo mismo. Al principio lo tenemos clarísimo, siempre sabemos claramente la banda sonora que queremos ponerle la película. Y curiosamente, a base de confundirnos y de probar ideas, acabamos haciendo una historia que poco tiene que ver con la idea original, y que casualmente al final, era la solución. O sea que la colaboración tiene un proceso de búsqueda, de investigación, que lo convierte en algo nada convencional. Se puede decir que cada colaboración sigue sumando.
Cuando arrancas en un nuevo proyecto, en una nueva película, ¿en qué parte del proceso empiezas a involucrarte? ¿Arrancas desde el principio? ¿Desde las ideas iniciales?
Depende del proyecto, pero ten en cuenta una cosa, que no tenemos que olvidar, y es que curiosamente, o desgraciadamente, nosotros somos post-producción. Y déjame que te lo explique… Por lo general todo está montado y terminado, y llega un momento dónde hay que poner la música y punto. Y eso es así en muchas ocasiones. Si miras los créditos de la película, nosotros salimos en la parte de post-producción. Eso es lo que pasa habitualmente.
Pero a veces eso no es así. Por ejemplo en “Grand Piano (2013)”, la historia habla de un pianista y de un tema que es intocable, un tema que no se puede interpretar, con lo cual la historia gira mucho en torno a la música. En ese caso, esa música había que recrearla antes, había que tenerla preparada para cuando se fuera a rodar, para que la pueda interpretar el personaje de Elijah Wood. Aunque luego al final cambiemos cosas, porque lo re-pensemos, tenemos música diegética, música que están tocando los actores, y esa música hay que hacerla antes de rodaje. Es decir, tenemos que pensar bien lo que vamos a hacer, aunque luego en post-producción lo vayamos a cambiar. Es parte de la planificación.
Bueno, es que en este caso, la música es parte muy importante o más bien fundamental de la historia, ¿no?
Sí, pero es que este caso es un caso muy especial. Por ejemplo, ahora estoy haciendo la última de Álex de la Iglesia (Nota: en referencia a Perfectos Desconocidos – 2017), una película que es una pasada, que tiene un toque mágico muy divertido, y donde ver cómo le da la vuelta a la historia y ver lo que pasa al final, es muy interesante. En este caso, Álex ya tenía el montaje cerrado con la película terminada y me la pasaron para que compusiera la música. Bueno, en realidad hubo algunos cambios de última hora, pero poca cosa.
Volviendo a “Gran Piano”, como curiosidad, te diré que la pieza de gran piano sí que es una pieza in-ejecutable. El concierto es el concierto, y eso sí se puede interpretar, pero hay momentos de “La Cinquette” que físicamente no se pueden tocar.
Oye, y por curiosidad, ¿cómo se compone una pieza in-interpretable?
Pues empezamos haciendo unas pruebas en las maquetas y fuimos añadiendo capas y capas y… claro, hay pasajes en los que hay hasta cinco pianos tocando, con lo que así conseguimos que sea imposible. (*Risas*) Y luego lo grabamos todo en Londres con un pianista.
Por otro lado, el concierto sí que es un concierto normal, que además de toque clásico de piano, tenía que sonar a Rachmaninoff o Tchaikovsky, algo grandilocuente, que tuviera destreza pianística, y además de todo eso, era el score, la banda sonora de la película. O sea, el concierto era el score, y tenía que generar lo que una banda sonora habitualmente genera en una película, además de funcionar como concierto. Tenía que encajar una narrativa de lo que se estaba contando. Yo creo ese fue el trabajo más complejo, hacer que todo encaje. Porque, hubo cosas que yo cambie completamente de las primeras maquetas iniciales. Cuando se está viendo en plano a los músicos de la orquesta, están tocando de verdad. Hicimos muchos cambios y muchos ajustes, para que no solo cinematográficamente, sino también musicalmente, todo fuera muy creíble.
Vamos a hablar ahora de la serie “The Night Manager/El infiltrado”. Es una serie que ha recibido muchos premios, no solo el Emmy, sino premios de la crítica y algunos premios muy variados. ¿Cómo llegas a la serie y qué aproximación haces con la música? ¿Recibes directrices claras de lo que se quiere, o eres tú el que poco a poco va proponiendo?
Fue como ya te he comentado antes, y como ya me ha pasado en otras ocasiones, una casualidad. Me llamaron y me dijeron para tener una reunión con la directora, Susanne Bier. El día antes de la reunión, me habían dado un enlace a una página para poder ver un poco de qué iba la serie. Y yo, utilizando el iPhone, grabe un vídeo de unos 5 minutos. Utilizando luego ese vídeo, me puse manos a la obra y compuse algo. Y así, al día siguiente cuando fui a la reunión, lleve algo preparado, y la verdad es que era lo último que se esperaban. Les gustó mucho. Ellos tenían unos “temp-track”, que guiaba un poco por donde había que ir, pero ahí entra mi arte, porque soy especialista en mandar todo eso a freír espárragos, y hacer una cosa totalmente contraria, o no, según lo que me pida el cuerpo y crea que necesite la escena. Yo propongo lo que creo que va a funcionar mejor en esa escena, y ya sabía que lo que iba funcionar mejor en esa escena era algo del estilo John le Carré, tipo misterio, política, con melodía clara, con un “Main theme” claro, algo breve de 5 segundos, que enseguida le permitiera a la gente asociarlo. Y eso fue lo que hice. Les mandé el primer capítulo con la música que yo pensaba que tenía que ir, y les encantó el estilo y el concepto desde el primer momento.
Para que te hagas una idea lo que te digo, a mí me mandaron la presentación, los “Main titles”, de 45 segundos, con una animación impresionante sobre armas y un avión que tira bombas… y tenían puesto ahí como referencia… ¡un tema de Anatomía de Grey cantado! Y mira lo que hice yo luego, algo al triple de velocidad, algo orquestal… Quería llamar la atención al público, con ritmo, algo frenético. Había que llamar la atención desde el principio.
Mira, además te cuento un recuerdo que tengo, y es que con la emisión del primer capítulo por la BBC, una hora después, ya había un vídeo en YouTube que decía “The hottest main titles”. Vamos, que la respuesta del público la vimos de inmediato.
O sea que está claro que acertaste con la visión que tenías de como tenían que ser los títulos de crédito…
Sí pero ya ves, es lo de siempre, hay que ir probando y experimentando hasta que encuentras lo que mejor encaja. Hay que equivocarse. Porque aquí nadie tiene la piedra filosofal ni la receta mágica.
Hablemos un poco del Emmy que recibiste por tu música para “The Night Manager”… pero antes una curiosidad, ¿vives actualmente en Los Ángeles?
Vivo en estos momentos entre Madrid y Los Ángeles. Pero paso más tiempo en Madrid. Es verdad que paso temporadas en Los Ángeles, pero me deprimo tanto… (*risas*)… que vuelvo a Madrid con mi familia. Aunque no te lo parezca, soy una persona muy familiar. Y además, el método de trabajo que tengo yo, la calidad de vida que tengo yo en Madrid, en mi casa en el estudio, la verdad es que eso no tiene igual.
Ah, vale… Bueno, pues volviendo con el Emmy y los premios, ¿resulta curioso que te haya llegado antes el premio Emmy en Estados Unidos que un Goya aquí no?
Bueno, cada institución tiene sus baremos, su forma de valorar las cosas, y la verdad es que yo tampoco lo tengo muy en cuenta. No me como mucho la cabeza con este tema. No haber conseguido un Goya tampoco es una espinita que tengo ahí. Y bueno, si lo miras fríamente, tener un Emmy te cura de todo (*risas*).
La verdad es que fue una gran sorpresa para mí recibir el Emmy, porque estaba nominado con grandes figuras como James Newton Howard. ¡Yo pensaba que iba de comparsa! Pero mira por donde, voy y me lo llevo. ¡Vaya sorpresa!
A raíz de este premio ¿has notado que recibes más ofertas, que hay más gente interesada en trabajar contigo?
La verdad, es que no lo he notado mucho. El trabajo sigue fluyendo de la forma habitual. Pero si es verdad que el premio te da ánimos para pensar y decir, sigue tío, lo estás haciendo bien. Sigue por ahí. Si fuera más joven, con 30 y pocos, sin familia y demás, pues igual me pensaba hacer las maletas e irme a Estados Unidos a ver qué tal, pero con mi situación actual, la verdad es que creo que estoy bastante mejor aquí.
Sigamos hablando de la televisión. Porque arrancaste allí hace muchos años, y ahora has vuelto con esta serie. La televisión ha cambiado mucho en estos años. ¿Qué diferencias has notado entre tu época anterior y la actual?
La televisión de hoy en día no tiene nada que ver con lo que era televisión de hace 15 o 20 años. Hay grandes estrellas en las series y las mismas están a cargo de grandes productoras. Hoy en día la calidad en las series es muy alta, y ya no se discrimina en los proyectos como se hacía antes. Yo no discriminó sí estoy haciendo la banda sonora para una serie o por una película. Las trato por igual.
¿Encuentras alguna diferencia entre series españolas y americanas? En los conceptos, como se plantean las tramas, en cómo utilizan la música…
Hombre, ¡por supuesto! Ten en cuenta que las series españolas, por lo general, se circunscriben a un mercado muy local, cuentan cosas que ocurren y que son muy cercanas. Los americanos por lo general piensan más en global. Piensan en un mercado a nivel mundial. Son productos que se van a exportar a 85 países. Y la música, también tiene que estar de acuerdo a eso. Tiene que ser una música que se pueda entender globalmente.
Vamos a ir terminando con las series… En una película sabes el arco argumental concreto y sabes cuándo acaba y cuándo comienza, pero en una serie, no siempre suele ser así. Sobre todo, si va por temporadas, porque puedes no saber la importancia de un personaje hasta que han pasado muchos capítulos. ¿Cómo abordas ese tipo de problemática?
Pues la verdad es que eso es difícil de abordar. Muchas veces no sabes cuántas temporadas tiene una serie, ni cómo va a discurrir el argumento de la misma. Si no te lo cuentan los encargados de la serie… y a veces ni eso, porque no lo saben (*risas*).
¿Prefieres tener los guiones en casa, sobre la mesa, y leerlos cuando tienes que empezar a componer o prefieres trabajar con la imagen?
Qué va, qué va. Yo no leo guiones Trabajo directamente con la imagen. Y si resulta que en el séptimo episodio encuentro un giro de guion y el malo es quien no me esperaba, pues entonces ya veré lo que hago. La verdad es que las series de muchas temporadas, no me motivan demasiado. Juego de Tronos por ejemplo, pobre hombre, madre mía. Se tiene que estar volviendo loco con la música. Y esto le pasa a todas las series… por ejemplo Twin Peaks en los 90. Empezó que era una cosa acojonante en los primeros capítulos, pero empezó a desbarrar… y a ver quién sigue eso con la música… al final el músico tiene que desbarrar igual que desbarra la serie. (*risas*)
Pues no parece mala idea (*risas*). Últimamente se están haciendo muchos eventos en directo que incluyen música de cine, tanto conciertos sueltos como festivales temáticos de música de cine ¿Qué opinas de este fenómeno? ¿Qué opinas de llevar la música de cine de la pantalla a la calle?
Estos festivales, que están ayudando a que la gente presté atención a la música de cine, que ayudan a su divulgación, son una verdadera maravilla. Que los compositores tengamos a nuestra disposición una orquesta completa e incluso un coro, para poder interpretar las piezas en directo ante tanto público, es un verdadero lujo. Así de claro. Eso es lo que opino.
Y enlazo con una segunda pregunta… ¿Cómo abordas la preparación de tu música para este nuevo entorno? ¿Una música que está pensada para funcionar con la imagen en una pantalla, que se saca de ese medio y se lleva a una sala de conciertos?
La verdad es que tampoco tengo que dedicarle demasiado tiempo, porque la música ya está hecha. Lo que intento buscar es algo que se parezca bastante a lo que se tiene que interpretar en el concierto. Porque yo soy un poco raro, no soy muy clásico, uso electrónica, y eso luego es complejo de trasladar a un concierto.
¿Qué consejo le darías a los compositores que están empezando su carrera? Consejos para que no sufran… o quizás sí, quizás tengan que sufrir, para coger la experiencia que tú has tenido…
El primer consejo que les daría es que no admitan consejos. Que se pongan delante a la faena y manos a la obra.
Vamos a terminar con una última pregunta. Si pudieras elegir, ¿Cuál sería tu proyecto soñado? ¿Ese proyecto que no has tenido todavía la oportunidad de hacer?
Me gustaría set Brad Pitt. (*risas*)
(*Risas*). Venga, voy a concretar más la pregunta, que ahí me has pillado… (*risas*) ¿Cuál sería tu proyecto soñado… musicalmente hablando?
Vale… Ahora en serio, yo no tengo ningún sueño de estos que no se hayan realizado. Me tomo la vida tal cual viene. Creo que lo que viene, viene por una razón. Lo abordo con energías y con ganas y está. Creo que esa es la clave. Ahora con la edad, sí miras atrás toda mi trayectoria, le veo un arco, le veo un sentido, y es por los pequeños pasos que he ido dando. El mundo es un sitio donde hay que adaptarse. Eso muy importante.
Mira… Perseverancia y adaptación, esos podrían haber sido buenos consejos para alguien que comienza… (*risas*)… pero ya te he dicho que no voy a dar consejos… así que… (*más risas*)…
Me parece bien. (*risas*) ¡Creo que ya te hemos quitado suficiente tiempo! Acabamos aquí esta entrevista, y te damos las gracias por tu tiempo y por tus respuestas.
Gracias a vosotros por divulgar la música de cine, y por estar pendientes de nosotros, los compositores. ¡Hacéis una gran labor!
Entrevista realizada por Gorka Oteiza
CONFERENCIA MOSMA 2018 - VÍCTOR REYES y RODRIGO CORTÉS (VIDEO)
Además de la entrevista para SoundTrackFest, a continuación os dejamos el enlace al vídeo que se emitió en directo el sábado 7 de Julio de 2018, donde Rodrigo Cortés y Víctor Reyes tuvieron una amena charla con Isabel Vázquez en MOSMA.