‘Zinemaldia – Concierto & Proyección’ – Resumen Concierto
Tras un paréntesis debido a la pandemia, la 70ª edición del Festival de San Sebastián – Donostia Zinemaldia, retomó a finales de septiembre su tradicional evento anual de concierto y proyección, a cargo de la Euskadiko Orkestra – Orquesta de Euskadi bajo la batuta de Juan José Ocón (leer más).
Nuestro compañero Asier G. Senarriaga acudió al concierto y nos deja un estupendo resumen del mismo.
El regreso de los conciertos sinfónicos al Festival de Cine de San Sebastián, Donosti 17-09-22
Tras dos años de impasse por motivos pandémicos, y un mundo diferente, pero que no ha perdido ni pizca de ilusión por la cultura y la celebración de la buena música de cine, los conciertos sinfónicos regresaban a la Bella Easo con motivo una edición más, de un nuevo Festival de Cine – Donostia Zinemaldia.
Bajo la dirección, notable, elegante y sin mácula, de un excelente Juan José Ocón, con una Euskadiko Orkestra – Orquesta de Euskadi sobresaliente dando vida a las partituras elegidas en esta edición y un suntuoso coro, el Andra Mari Abesbatza, como cuadratura del círculo, nos disponíamos a asistir, una vez más, en el Velódromo de Anoeta, perfectamente dispuesto para la ocasión, a la celebración de la Música del Cine español.
El concierto comenzaba con una fastuosa Suite de ‘Mientras Dure La Guerra’, de Alejandro Amenábar, arreglada para interpretarse al ritmo de las imágenes de un montaje del film, sincronizado al milímetro, incluso con cierto mickeymousing al reflejar la orquesta el sonido de Miguel de Unamuno tocando a una puerta con su bastón, o los disparos de pistolas y fusiles, en sincronía inmaculada. La Suite, ofrecía una selección de temas del film, alcanzando la máxima emoción en el lirismo de la discusión entre maestro y alumno, sentados al borde del camino, entremezclado con la toma de decisión final de Unamuno en la Universidad, dando su mítico discurso. Instantes en los que Amenábar pone un nudo en la garganta con la explosión final de su tema central, con preciosista protagonismo de las cuerdas.
La obra maestra de Eva Gancedo para ‘La Buena Estrella’, el score que le supuso su Premio Goya, continuaba la matinée, con la belleza elegíaca llena de matices, sutilidad y elegantes y sentidas melodías, definiendo perfectamente el interior del trio protagonista, conformando una peculiar familia destinada al drama trágico. La dirección de Ocón, dando aire al desarrollo melódico, soberbia.
La obra de Carles Cases, se veía representada con su maravilloso score para ‘El Portero’, y sus notas de western cantábrico, su tensión a base de creativo suspense musical y la belleza de sus líricas melodías, narrando personajes, acciones y un paisaje único, con mano maestra. La orquesta se lució particularmente en la parte final de esta Suite, recogiendo el duelo a penaltis, sin entrar en spoilers, que recoge el clímax de la historia, con pimpante entrega y espléndida sincronía, sirviendo de inmaculado homenaje a esta brillante composición del Maestro catalán.
Y llegaba la hora de los clásicos de cada edición, encontrando un homenaje al inmortal Carmelo Bernaola, con su ‘Nueve Cartas a Berta’, y su tema central circular barroco y de clasicismo singular abarcando el espectro sonoro del velódromo con intensa precisión por parte de Ocón a los mandos de la orquesta, no suponiendo sin embargo el momento más álgido del evento, por carecer de la fuerza que el resto de obras elegidas para conformar el programa sí alcanzaban.
Con el excepcional trabajo de Arturo Cardelús para ‘Buñuel en el Laberinto de las Tortugas’, proseguía el concierto, y hemos de felicitar al montador de las imágenes por reflejar de manera excelsa cada motivo musical y cada escena esencial que los acompaña en el film, pautando la emoción de la aventura de crear de Buñuel, y la desamparada tristeza de la pobreza en la región de Las Hurdes. La aparición del coro en el tema central junto a las imágenes emocionó muy de veras a la audiencia, y la magnífica partitura obtuvo una portentosa interpretación por parte de la Euskadiko Orkestra y el Andra Mari Abesbatza, que verdaderamente sacaron chispas a la excelente creación del compositor, sinceramente, el instante más emotivo de la mañana.
Proseguimos con la partitura de Aitor Amezaga para ‘La Sombra de Nadie’, que a base de sonoridades inquietantes y tensión dramática hizo vibrar a la platea con la música de este thriller de horror. Gran trabajo al piano, medido tempo en la dirección y oscuridad en busca de la luz mientras los protagonistas se ahogan en un misterio que amenaza con acabar con ellos. Una precisión perfecta en su unión a las imágenes en la elegante dirección de Ocón y un estilo muy avant garde, a lo György LIgeti, le otorgan una personalidad única a este trabajo.
Y llegamos al fin de fiesta de creatividad sin límites, dominio abrumador del sinfonismo más clásico, puro Golden Age, de melodías abrumadoras y grandes escenas épicas, de un Manel Gil-Inglada en plenitud de aciertos, con su magnificente ‘Cher Ami’. La pieza dio pie a que la orquesta sudara sacando todo el rendimiento a esta brillante partitura, ganándose la ovación final con un Tour de Force de grandeza musical e interpretación fastuosa muy de agradecer, tras dos años sin poder disfrutar de este evento anual en Donosti. Todos los temas obtuvieron su momento, hasta la rendición final a toda orquesta y un colofón sublime al concierto de esta edición.
Y que muchas ediciones más nos esperen, sin duda, a la vuelta de la esquina,
Y que muchas otras obras de la música de cine española, reciente y clásica, se vean reflejadas, homenajeadas y/o dadas a conocer a las nuevas audiencias, dando cumplida réplica a aquella mítica cita de Aute,
“…porque toda la vida es cine,
y los sueños,
cine son”.
Artículo y fotos por Asier G. Senarriaga
