Howard Shore – París 2023
El pasado fin de semana (12, 13 y 14 de mayo), Radio France presentó tres conciertos de música de Howard Shore en la Maison de la Radio et de la Musique de París, Francia, en presencia del compositor.
Benoit Daldin, director del festival Ciné-Notes y amigo de SoundTrackFest, estuvo allí y nos deja un artículo especial del concierto del domingo 14 de mayo, así como unas cuantas fotos. Al final de este artículo especial podréis encontrar los enlaces para ver los vídeos de 2 de los conciertos.
Howard Shore en Radio France: Del cine al concierto, con elegancia
Howard Shore es una leyenda viva de la música de cine: su partitura escrita para la trilogía «El señor de los anillos» de Peter Jackson lo hizo pasar instantáneamente a la historia de la música de cine como el igual de John Williams y su música para Star Wars. Le valió 3 Óscar más que merecidos y el éxito mundial de álbumes que siguen superando las ventas 20 años después del estreno de las películas.
Además, también se convirtió en la estrella de los cine-conciertos, pero por otro lado, esta fachada sólo es un árbol lujoso que esconde un bosque de tesoros. En efecto, además de ser el compositor oficial de David Cronenberg desde sus inicios, Howard Shore ha colaborado con los más grandes directores, desde Martin Scorsese hasta David Fincher, desde Tim Burton hasta Sidney Lumet pasando por Jonathan Demme. Ha sabido construir una obra sumamente contrastada, sin detenerse nunca en un estilo, un sonido, una formación particular, pero renovándose constantemente y eso, siempre al servicio del cine.
Pasamos así de la sinfonía posromántica de «La Mouche» al saxofón lastimero e inquietante de Ornette Coleman para «Le Festin Nu», a las guitarras eléctricas aéreas de «Crash», pasando por el irónico Theremin de Ed Wood, y volviendo a la gran tradición de la sinfónica de Hollywood para «El Señor de los Anillos». Pero aquí nuevamente, esto es solo una parte del trabajo de Shore, cuya obra de concierto está totalmente por (re)descubrir.
Este es el desafío que Radio France ha asumido con brillantez durante un fin de semana completo dedicado a la obra del compositor canadiense. Después de Lalo Schifrin el pasado mes de febrero (leer artículo especial), la Filarmónica de Radio Francia pudo así explorar, el domingo 14 de mayo, durante el 3.er concierto de este ciclo, su obra exclusivamente concertista.
A diferencia de muchos de sus compañeros, Shore no cambia su enfoque de la música o su escritura cuando pasa del cine al directo. A diferencia de John Williams, por ejemplo, que escribe en un lenguaje muy diferente y bastante atonal cuando deja el cine por el escenario, Shore lo ve más bien como una oportunidad para enriquecer su escritura, pero de ningún modo para modificarla en profundidad: «Comparo la composición a diferentes pinceles«, explica. “La música de cine requiere un pincel más grande, y la música de concierto un pincel más pequeño, más propicio al detalle (…) Me gustan los dos y, para mí, ambos son tan difíciles de escribir uno como el otro”. Cuatro piezas de concierto y tres solistas se sucederán en este programa colorido y contrastado.
En primer lugar, la Filarmónica de Radio France da la bienvenida a la violinista Raphaëlle Moreau en el concertino inspirado en la música de la película ‘Eastern Promises’ de Cronenberg. Esta pieza es la prueba, por si hiciera falta, de que la potencia de escritura cinematográfica de Shore pasa al concierto sin el menor problema: los temas son los de la película, los desarrollos los de un concierto para violín. La quejumbrosa melodía inicial, interpretada solo con el violín, una especie de voz íntima y solitaria del personaje femenino de la película (interpretado por Naomi Watts) que se enfrentará sola al implacable y ultraviolento sistema de la mafia rusa, es interpretada por Raphaëlle Moreau con una suavidad y un fraseo soberbio. La calidad de su sonido sorprende de inmediato y toca esta pieza con total compromiso, al igual que la suite “The Song of Name”. Esta segunda pieza del programa es una especie de oración que recuerda por momentos las obras de concierto de Bloch, por su lado recogido con sonoridades hebreas.
El concierto para violonchelo “Mythic Gardens” (2012) continúa el programa con el solista Henri Demarquette. La elección del músico fue bastante lógica ya que Demarquette ya había creado y grabado otro concierto para otro gran cineasta musical, Michel Legrand. La escritura de Shore tiene apariencia de sencillez, pero desde los primeros compases nos damos cuenta de que nos lleva a una especie de torbellino de escritura lírica donde el violonchelo dialoga, pero nunca se fusiona con la orquesta, y donde estas preguntas aparentemente sin respuesta finalmente encontrarán su solución en un tercer y último movimiento. Sentimos allí el gusto del compositor por nunca tomar un camino obvio, sino conducir al oyente a viajes sonoros elegantes pero extraños, complejos pero en un lenguaje tonal totalmente dominado. Henri Demarquette sirve esta fascinante obra con pasión y ardor, nuevamente acompañado por una Philharmonique de Radio France perfecta.
Finalmente, el concierto finaliza con el concierto para piano «Ruina y memoria», encargado por Lang Lang en 2010. El pianista Jean Paul Gasparian, un talento en ascenso en la escena francesa, sirve esta música como se debe, sacando a relucir las influencias de un Chopin, un Grieg y un Saint-Saens. Su toque delicado y aireado hace maravillas. Algunos pasajes más virtuosos podrían haber requerido más ardor, pero la elegancia de su interpretación borra inmediatamente esta impresión.
El artífice de la velada, sin embargo, sigue siendo el director Bastien Stil, acostumbrado al repertorio cinematográfico, que dirige una gran orquesta de principio a fin en piezas muy contrastadas y con un evidente sentido del acompañamiento. Una ovación de pie al compositor, presente en la sala, acaba por convencer, si es necesario, de que estos compositores para la imagen son ante todo grandes compositores a los que el público sigue y adora. Fue digno de ver cómo tras el concierto, fans venían humildemente para pedir a Howard Shore que firmara sus carteles de películas y sus libretos de CD, quien se prestó al ejercicio con una clase y una elegancia que se asemejan a su música y sus detalles.
Artículo y fotos Benoit Daldin