Assassin’s Creed – Symphonic Adventure – Barcelona 2023 [Resumen Concierto]
El sábado 13 de mayo se celebró en el Auditori Forum CCIB de Barcelona el primer concierto de la gira ‘Assassin’s Creed – Symphonic Adventure’ de 2023, con motivo del 15º aniversario de la saga. El concierto, producido por Overlook Events y Ubisoft, estuvo interpretado por la Universal Symphony Orchestra & Choir bajo la batuta del director Adrián Ronda.
Nuestro compañero Coque Cano acudió a este estupendo concierto y aquí os traemos una reseña del mismo, así como unas cuantas fotos.
Assassin’s Creed - Symphonic Adventure
Parece que los conciertos dedicados a música para el medio audiovisual ya son una parte indispensable de las agendas de muchas orquestas o auditorios del país. Desde SoundTrackFest hemos podido hablar de programas de todo tipo, incluso de orquestas creadas expresamente para interpretar bandas sonoras, y de eventos con formatos tan variados que no hacen sino enriquecer el panorama musical de nuestras ciudades.
El concierto que nos ocupa ha cubierto un espacio menos habitual, como es el de la música creada para videojuegos, Industria ya no tan menor (en muchos aspectos ha avanzado por la derecha al séptimo arte), con un fandom que no hace más que agigantarse con los años y que en lo concerniente a la música, se ha convertido en un refugio para grandes compositores donde los corsés de la música de cine tienden a desaparecer, siendo además de vital importancia para la experiencia inmersiva y en primera persona que proporcionan los videojuegos.
Desde que en el ya lejano 1990 un grande como Bruce Broughton compusiera “Heart of darkness”, la considerada como primera partitura sinfónica para un videojuego, hemos asistido a una inagotable edad de oro en lo que a la música gamer se refiere, con sagas donde las partituras no sólo son cruciales para la jugabilidad, sino que tienen una calidad musical indiscutible. “Medal of honor”, “Final Fantasy”, “Castlevania”, “Zelda” o los múltiples juegos basados en “Star Wars”, por poner unos pocos ejemplos, tienen bandas sonoras dignas de ser interpretadas en salas de concierto.
También la música es esencial en “Assassin’s Creed”, franquicia a la que se dedicó el concierto monográfico que comentamos en la presente crónica. Ciertamente el estilo musical de esta saga no es tan clásico como el de las antes citadas, y por ello un evento músico-visual como el que nos ocupa suponía un salto de fe que, como los que realiza el personaje principal Desmond Miles, podemos decir que se ha saldado con éxito.
Creada por la compañía francesa Ubisoft, esta serie que parece no tener fin está dedicada a la lucha eterna entre los Assassins y los Templarios, y en ella es parte definitoria el elemento temporal (cada versión tiene su momento histórico), lo que ha permitido que desde la primera entrega lanzada en 2007 y hasta la vigésimo segunda estrenada en el año 2020 con el título de Assassin’s Creed: Valhalla, se haya creado un universo musical muy rico a lo largo de 22 entregas, con intervención de compositores como Jesper Kyd (primer músico asignado a la saga y en cierta manera responsable de la línea estilística posterior), Sarah Schachner, Brian Tyler, Lorne Balfe, Austin Wintory, ChrisTitlon, Elitsa Alexandrova, Ryan Amon o el tándem formado por Joe Henson & Alexis Smith (cuyo nombre artístico es “The Flight”), estos últimos presentes personalmente en el barcelonés Auditori CCIB del Fórum.
Huelga decir que era un concierto dirigido especialmente a los fans del juego, pues insisto en que la música no es tan disfrutable en su escucha aislada (por bien que aquí se acompañara por imágenes), llena como está de elementos percusivos y étnicos, mucho más cercanos al estilo imperante actual (estilo Zimmer, para que nos entendamos, algo muy obvio en el uso de las voces), que al estilo postromántico y temático que suele ser más habitual escuchar en un concierto sinfónico al uso.
Pero precisamente por eso considero que fue un concierto singular y más que interesante, en el que además se hizo un repaso exhaustivo por la música de las diferentes entregas (fueron tres horas con un intermedio), lo que lo convierte en uno de los eventos más completos y entregados que se hayan hecho sobre una saga, incluyendo aquí las cinematográficas.
El programa se dividió en cuatro partes pensadas cronológicamente (en el ámbito histórico, no en el de lanzamiento de las entregas), con una previa Introducción en la que se interpretó un fantástico tema especialmente compuesto y arreglado por Jesper Kyd para este Assassin’s Creed Symphonic Adventure, denominado “From the depths of history”.
Estupenda carta de presentación para un concierto en el que debemos destacar por un lado a la Universal Symphony Orchestra & Choir, formación de la Marina Alta creada por Javier Gil Pérez, que está empezando a hacerse un nombre entre las orquestas privadas españolas y que está demostrando ser una opción impecable en el espacio concertístico de bandas sonoras, y por otro a Adrián Ronda Sampayo, director de orquesta para la empresa “Overlook Events”, productora del concierto y de otros audaces eventos como el Dragon Ball Symphonic Adventure (leer más), o el concierto dedicado a Joe Hisaishi que visitará Barcelona en Diciembre de este año (leer más).
Tanto orquesta como director se vaciaron y bordaron un concierto muy largo y exigente, consiguiendo una sincronía perfecta con las imágenes que se proyectaron en calidad 4k y que recogían los mejores momentos de cada entrega de la saga, consiguiendo una experiencia cinemática apabullante. Tal vez un tanto excesiva, eso sí, pues si se hubiese reducido el temario, el resultado habría sido igual de impresionante pero más ágil y no tan agotador. Aunque imagino que los fans no pensarán igual.
Antes de seguir hablando de las diferentes partes del concierto, creo que merece un breve comentario el montaje visual y sonoro que, unido a la música interpretada por la orquesta, hizo de este espectáculo algo distinto a lo que suele ofrecerse al público. La productora, en estrecha colaboración con Ubisoft, ha desarrollado una experiencia muy potente donde la música, las imágenes y ciertos efectos sonoros y diálogos del juego se combinan a la perfección haciendo que, incluso sin ser jugador, te imbuyas del espíritu de Assassin’s Creed, de su riqueza visual y sonora, de su historia llena de saltos al vacío y temporales, donde la violencia y la religión van de la mano.
Este formato tan inmersivo, además permite honrar a la franquicia mostrando su evolución no sólo narrativa sino sobre todo técnica, desde una primera entrega a la que obviamente se le notan los años hasta la última donde los gráficos parecen imágenes reales. Y sin embargo y gracias a la estructura del concierto, dónde prima la cronología histórica por encima de la de los lanzamientos de las sucesivas entregas, esas diferencias de calidad visual dejan de tener importancia, y en parte se consigue gracias precisamente a la música, que desde un inicio se ha caracterizado por unos altos estándares de calidad y una cierta unidad estilística, por bien que cada compositor haya aportado su granito de arena.
Y para acabar con este inciso, es sin duda una idea maravillosa que el montaje de las imágenes y los sonidos se haya adaptado a la música preexistente (hubo incluso algún momento en el que el sonido de los pasos de un personaje en pantalla coincidía con los movimientos de la batuta del director), pues por un lado la hace destacar sobremanera y por otro conseguía la compenetración de todos los elementos que componían el espectáculo.
El programa del concierto fue el siguiente:
Entrando ya en materia, en la primera parte titulada “Los cimientos”, se interpretaron para empezar 6 temas de Assassin’s Creed Odyssey, cuyos compositores (“The Flight”) subieron al escenario al final del concierto y allí se improvisó una divertida entrevista en la que por descontado hablaron de su labor en la franquicia. También dentro de esta primera parte se interpretaron 7 temas de Assassin’s Creed Origins, compuestos por Sarah Schachner, y otras 7 de Assassin’s Creed Valhalla, en la que trabajaron Jesper Kyd, la misma Sarah Schachner y el compositor noruego Einar Selvik, consiguiendo con esta última una de las partituras más acertadas de la saga y más afines al momento y lugar donde transcurre la acción.
La segunda parte llevó por título “Búsqueda de la verdad” y elevó el número de entregas representadas a cuatro, siendo el primer Assassin’s Creed de Jesper Kyd el que dio inicio a casi un monográfico del compositor, pues acto seguido llegaron Assassin’s Creed II y Assassin’s Creed Brotherhood, ambas con su sello personal, y acabando con Assassin’s Creed Revelations, donde Kyd colaboró con el últimamente muy trabajador Lorne Balfe. Bajo mi punto de vista, esta fue la parte que más identifica el alma musical de la saga, con un estilo siempre cercano a lo espiritual, demostrando el gran y personal trabajo del compositor danés.
Tras un intermedio necesario, tanto para los músicos como para la audiencia, volvimos al mundo de Desmond Miles y sus avatares históricos para una tercera parte llamada “El nuevo mundo”, y que se centró en las obras de Brian Tyler para Assassin’s Creed IV Black Flag (nada menos que 8 temas se interpretaron, en lo que fue una de las suites más largas de la noche y seguramente la más épica, muy del estilo del compositor californiano que diría es el que más se ha desmarcado del tono étnico y a la vez religioso del resto de la saga), en el Assassin’s Creed III compuesto por Lorne Balfe (9 fueron los temas de una partitura mucho más tópica y menos interesante pero que congeniaba perfectamente con las imágenes), y finalmente en la entrega titulada Assassin’s Creed Rogue, compuesta por Elitsa Alexandrova, de la que se interpretaron 6 temas y que tampoco supone un gran avance musical para la franquicia.
Y ya para finalizar, la cuarta parte titulada “Una era de cambio”, fue la más ágil y disfrutable de todas, algo que se agradeció dada la densidad de las tres partes previas. Tan sólo fueron dos entregas las que ocuparon este colofón, siendo la primera Assassin’s Creed Unity, compuesta a seis manos entre Sarah Schachner, Chris Tilton (colaborador habitual de Michael Giacchino) y Ryan Amon, cuyos 8 temas nos mostraron un trabajo fresco y variado, precisamente por tener voces musicales tan distintas. La segunda entrega de esta cuarta parte del concierto fue Assassin’s Creed Syndicate, compuesta por un gran músico como es Austin Wintory, y que bajo la opinión del que suscribe, es la mejor partitura de la franquicia, donde la orquesta (en especial la sección de cuerda) más pudo brillar.
Queda claro con este último comentario que fue todo un acierto finalizar con esta obra el programa, y también por ello considero que por el contrario fue un error regalar bises a una audiencia que, pese a lo extenuante del programa, había acabado con un gran sabor de boca. Realmente no se precisaba de bises, máxime cuando no era un concierto al uso y con ello se rompía en cierta manera una experiencia tan metódica, compleja y bien cerrada (aunque es cierto que tener un estreno en primicia del próximo juego de la saga, Assassin’s Creed Mirage con música de Brendan Angelides, precedido de un último bloque dedicado a los créditos del concierto, ayudaba a cerrar la experiencia inmersiva prometida)
Obviamente hay ligeros detalles a tener en cuenta (como el de la excesiva duración y el de una deficiente publicidad del evento) pero que por descontado no empañan un espectáculo sobresaliente, que seguro disfrutaron muchísimo los fans de la veterana franquicia, y que a los no iniciados en el juego les ofreció la oportunidad de conocer en profundidad por qué Assassin’s Creed es uno de los mayores éxitos que ha dado la industria del videojuego y que han calado más en la reciente cultura popular.
Un salto al vacío convincente y maravillosamente preparado y ejecutado.
Artículo por Coque Cano
Fotos por Gorka Oteiza