Concierto de Fernando Velázquez con la Orquesta de Extremadura

A finales de Julio se celebró un concierto especial dentro del Festival Ibérico de Cinema (ver noticia) a cargo de la Orquesta de Extremadura bajo la dirección del compositor Fernando Velázquez. Curro Martin, compositor, guitarrista y tenor del Coro Ziryab fue parte de esa velada, y nos cuenta lo que se vivió allí en este artículo, escrito en exclusiva para SoundTrackFest.

 

INTRODUCCIÓN

El sábado 22 de julio tenía lugar en el Palacio de Congresos Manuel Rojas de Badajoz, dentro del marco del 23 Festival Ibérico de Cinema, el concierto a cargo de la Orquesta de Extremadura, el Coro de Cámara de Extremadura y el Coro Ziryab de Córdoba, bajo la dirección de Fernando Velázquez, con un repertorio compuesto por una selección con algunas de las obras más representativas escritas para el celuloide (junto con alguna sorpresa…) por el laureado maestro vasco.

 

El precio de la entrada era de 10 euros, con los descuentos habituales para los distintos colectivos y grupos, aunque los abonados al festival contaban con un descuento especial con la entrada a 7 euros.

 

El día anterior al concierto, Velázquez tuvo un encuentro con el público del festival a las 19:15 horas. Dicho evento, que estuvo organizado en colaboración con la SGAE, consistió en una charla donde se interactuó con los asistentes y se explicaron algunos de los entresijos del proceso creativo de una banda sonora.

 

EL CONCIERTO

Apenas dos meses antes y debido a una serie de avatares del destino, ingresé como tenor en el Coro Ziryab, cantando semanas atrás en el Teatro Cervantes de Málaga en el ámbito del MOSMA 2017, y llegando a conocer a referentes como Trevor Jones, David Shire o Rupert Gregson-Williams. Esa fue una especie de “bautismo de fuego” para un servidor, pero nada comparado con la ilusión de poder cantar la obra de Velázquez, uno de mis compositores españoles más admirados, y tener el privilegio de presenciar lo que me esperaba esa noche en Badajoz.

 

La actuación estaba prevista para las 21:00h y unos minutos antes, el público empezó a llegar a las inmediaciones del auditorio que alcanzó un lleno “hasta la bandera”. La música de Fernando Velázquez tiene una cualidad atemporal y quizás debido a esa virtud, se podía ver entre los asistentes a personas de todo tipo de edades, destacando la presencia de muchísimos jóvenes.

 

Ya desde fuera pudimos constatar que las características arquitectónicas del recinto son muy espectaculares, dada su forma circular y su diseño vanguardista pero lleno de encanto. Una vez dentro se nos comentó que a pesar de la buenísima acústica de la sala de conciertos, la cúpula había sufrido hace unos años una rotura y estaba pendiente de unas obras para mejorar la expansión del sonido. Debido a esto, el volumen de la orquesta sería virtualmente superior al del coro de manera natural. Este hecho hizo que el coro tuviera que aumentar unos decibelios los matices a la hora de cantar, pero no resultó un hándicap para conseguir una brillante interpretación ya que tanto los cantantes como la orquesta solventaron este impedimento consiguiendo un gran equilibrio sonoro.

 

A las 21:00h, con puntualidad británica, daba comienzo el concierto, con las agrupaciones ocupando sus sitios y Fernando Velázquez subiendo al podio. Desde el principio pudimos darnos cuenta de su cercanía y carácter lúdico. Antes de dar comienzo a la primera obra explicó que era la primera vez que dirigía a la Orquesta de Extremadura y había quedado impresionado por su calidad, sentenciándolo con la frase “Qué orquesta tenéis…”. Asimismo, agradeció la presencia del Coro de Cámara de Extremadura y los “kilómetros de carretera” del Coro Ziryab para poder participar en una velada que acabó siendo inolvidable.

 

La primera obra fue una suite de El Orfanato, película dirigida por Juan Antonio Bayona en 2007 y que supuso para Velázquez el éxito que le abrió las puertas para ser conocido por el gran público (si bien ya contaba con otros filmes en su haber como El Síndrome de Svennson o Bosque de Sombras). Aunque esta película se puede encuadrar dentro del género de terror y suspense, el maestro comentó que la música consistía en un viaje a través de los diferentes cambios que experimenta Laura, el personaje interpretado por Belén Rueda. La interpretación por parte de la orquesta fue de una destreza destacada, ya que esta suite consta de muchos cambios de dinámica y ambientes que van de lo sutil a lo descarnado. El coro obtuvo un lirismo muy sobresaliente y sonó muy compacto.

 

Tras esta suite llegó la música de Lope, drama basado en la juventud de Lope de Vega dirigido por Andrucha Waddington en 2010.Una partitura con una estética de época (siglo XVII) marcada por los aires cortesanos, marciales y militaristas, pero también con épica y heroicidad que hizo las delicias de los asistentes. Mención especial para las bellas líneas de guitarra española.

 

El tercer tema fue una suite sobre las piezas de la reciente Zipi y Zape y la Isla del Capitán, película de Oscar Santos. En esta ocasión Velázquez comentó que a veces suele usar como referencia el número de sílabas del título de la película antes de componer la melodía principal o determinados “leitmotivs”, como era el caso del personaje de la Señorita Pam (Elena Anaya) en esta cinta. Maravillosa música de piratas con una orquestación colorista y rotunda con ecos a joyas bucaneras como Hook (John Williams), Pirates (Phillipe Sarde) o La Isla de las Cabezas Cortadas (John Debney).

 

Seguido llegó uno de los grandes momentos de la noche con Lo Imposible, una de las obras maestras del autor, con una presentación muy emotiva de Velázquez hablando sobre lo difícil que resultó la tarea de expresar en notas el efecto de aquella tragedia en los personajes, pero también la superación y la esperanza; citando la mítica frase de la película “Do something…Anything” (“Haz algo…Lo que sea”). Eso no fue inconveniente para hacer un simpático guiño al hecho de que Tom Holland (que interpretaba al hijo de Naomi Watts y Ewan McGregor en la película), había pasado de ser un niño a convertirse en el nuevo Spiderman. La ejecución de orquesta y coro fue muy precisa y controlada hasta la delicada coda final, que termina desvaneciéndose en la lejanía. El clamor del público fue inmediato.

 

El corte más aventurero tuvo lugar con Zipi y Zape y el club de la Canica, con un estallido de melodías y armonías que nos retrotraían al mejor cine de los 80 de la factoría Amblin. Una obra en la que se notaba la diversión de los intérpretes donde también hubo un recuerdo para el fallecido actor del film Álex Angulo.

 

La siguiente obra fue La Cumbre Escarlata (Guillermo Del Toro, 2015), cuya música destilaba ese aire gótico y sombrío a lo Lovecraft sin desdeñar cierto romanticismo, ya que el propio Del Toro le pidió al compositor que predominase lo segundo para crear una dicotomía con el relato. Gran trabajo de la sección de cuerda de la OEX en cuanto a la interpretación.

 

La música de la exitosa Ocho Apellidos Vascos (Emilio Martínez-Lázaro, 2014) resultó muy simpática por el “duelo” entre los instrumentos folklóricos andaluces y vascos como las castañuelas andaluzas y las norteñas. Muy curiosa la sección de percusión emulando el particular timbre de la txalaparta. Una partitura rítmica, sincopada, cómica y burlona con protagonismo de los “pizzicattos” en los violines, la cual te obligaba a bailar sobre tu asiento de manera irrefrenable.

 

Un Monstruo Viene a Verme, tercera película a las órdenes de Bayona y que le valió a Velázquez el Goya a la Mejor Música Original a principios de año, fue otra “delicatessen” con la que la orquesta extremeña sacó el máximo registro evocador gracias a una sensible dirección del maestro de Getxo.

 

La potencia de la percusión quedó manifiesta en el tema de Hércules, film dirigido por Brett Ratner en 2014 y protagonizado por Dwayne “The Rock” Johnson. Los metales también brillaron junto a un coro dando “el do de pecho” como exigía una partitura con tanta fuerza.

 

Así acababa el programa del concierto, con un efusivo aplauso por parte de los asistentes. Velázquez volvió a subir y se pudo escuchar en primicia mundial un fragmento de la música de Submergence, film pendiente de estreno de Win Wenders. En esta colaboración con el famoso cineasta, Velázquez ha querido hacer un sentido homenaje a la música de compositores franceses de la “nouvelle vague” como Delerue o Lai.

 

El broche de oro lo puso la música de Sexy Killer (Miguel Martí, 2008).Un frenesí con tintes diabólicos donde sobresalía el groove rockero de la batería y los gritos corales simulando las almas en pena del averno, posiblemente, víctimas de los crímenes de Bárbara, interpretada por Macarena Gómez. Con esta obra se dio por concluido el concierto, dejando el sabor de haber visto un espectáculo único.

 

Sin duda Fernando Velázquez se encuentra en un momento muy dulce a nivel profesional, con una meteórica progresión dentro de la industria a nivel internacional en los últimos años. Seguro que en el futuro seguirá sorprendiéndonos con nuevas bandas sonoras que mantengan el pabellón tan alto como las incluidas en este concierto, que sirvió para dar buena cuenta de ello.