FIMUCS – 2ª Edición – Resumen festival

Hoy, 26 de febrero, hace justo un mes que arrancaba la 2ª edición de FIMUCS – Festival International de Música de Cine de Sevilla, organizado por la Universidad Loyola, Sevilla Film Orchestra y SoundTrackFest, ofreciendo 3 conciertos y dos jornadas de conferencias.

 

Para recordar esta 2ª edición, el periodista José Carlos Fernández Moscoso, responsable del canal Ultimo Estreno, nos trae este artículo resumen de lo que allí se vivió, en exclusiva para SoundTrackFest.

 

FIMUCS - 2ª edición - 26 al 29 de enero de 2023

 El II Festival Internacional de Música de Cine de Sevilla-Fimucs se constituyó en el foco de atención de los profesionales y seguidores de la música cinematográfica de este país durante los días 26 al 29 de enero. Fimucs, cuya primera edición tuvo lugar en noviembre de 2021, demuestra así sus credenciales para continuar afianzándose en el calendario de citas obligadas en este ámbito, basándose en el potente panorama de compositores españoles actualmente existente y sin descartar que en ediciones venideras se amplíe el atractivo que supone su programa a la presencia de músicos de referencia que trabajan en otros países europeos o en Estados Unidos.

 

Por lo pronto, Fimucs suma dos ediciones con un brillante elenco de compositores nacionales y una segunda cita cuyos organizadores han llevado a la práctica la estrategia de relacionarla con la celebración de la entrega de los premios Goya en la capital hispalense, ceremonia que tuvo lugar el 11 de febrero, apenas dos semanas después de Fimucs. De ahí la razón principal del cambio de fechas –de noviembre a febrero- a la hora de celebrar esta cita que, en su tercera convocatoria, tendremos oportunidad de comprobar en qué fechas termina de afianzarse en el calendario.

 

De gala con los Goya’ fue el título del concierto que el viernes 27 de enero acogió Fimucs dentro del programa previsto que incluía tres citas musicales, las dos primeras de gran calado –el jueves 26 se dedicó a la música cinematográfica de aventuras- y la tercera con el espíritu académico que impregna a este festival en su vertiente de atención hacia los universitarios que se convertirán en futuros músicos, un aspecto atendido por el festival gracias a la colaboración de la Universidad Loyola. De esta manera, el domingo 29 de enero, los alumnos de Grado de Creación y producción Musical y de Grado en Artes Escénicas y Cinematográficas, tuvieron la oportunidad de interpretar un concierto con temas populares del cine y de series de televisión o de animación arreglados y reinterpretados por ellos, desde ‘Carros de fuego’ a ‘El padrino’ pasando por ejemplos de animación como ‘Mazinger Z’ o ‘La pantera rosa’. Una veintena de temas para una iniciativa que viene a promocionar a los jóvenes artistas y a corroborar lo que desde sus orígenes es una de las señas de identidad de Fimucs: la apuesta por la formación musical y la ampliación de conocimientos no sólo para los futuros músicos, sino también para amantes de la música de cine, especialistas, críticos cinematográficos y, en definitiva, público en general con inquietudes por conocer distintos aspectos sobre cómo se crea la música de cine y su recorrido hasta llegar al público.

 

Esto es posible gracias a las jornadas formativas que, durante viernes y sábado, se celebraron con la asistencia de una media de más de un centenar de asistentes a cada uno de los siete encuentros distribuidos en ambos días. Y es que Fimucs no descansa: por la tarde-noche conciertos y durante el día ofrece la oportunidad –gratuita tan solo con inscribirse previamente- de obtener formación gracias a estos encuentros en los que han participado la docena de compositores de música de cine invitados al festival. Todo un lujo disfrutar de las exposiciones de grandes nombres como José Nieto, Bingen Mendizábal o David Hernando, fundador de la Orquesta Sinfónica de Bratislava, responsable de la grabación de más de un millar de bandas sonoras para el sector audiovisual.

 

Música de cine española. El riesgo asumido

Si hay algo que no se le puede achacar a los organizadores de Fimucs es su apuesta por los compositores españoles, con lo que ello supone de riesgo. Es cierto que, en esta recién finalizada segunda edición, la marca de los Goya supuso un respaldo mediático, aunque probablemente ello influyera más en los lazos de prestigio del festival que en atraer al gran público, al que aún le queda un largo camino por recorrer para que conozca la música de cine que se hace en España. Y ese, precisamente, debe ser objetivo de todos, no solo de Fimucs.

 

Por ese escepticismo del espectador medio que es el que decide llenar o no los teatros y las salas de conciertos, la apuesta de Fimucs no está exenta de riesgos, pero estoy convencido de que, cuando transcurran las ediciones venideras y paulatinamente los nombres de Manu Riveiro, Arnau Bataller o Federico Jusid vayan siendo más conocidos entre, insisto, lo que llamamos ‘el gran público’, los organizadores del festival esgrimirán una sonrisa de satisfacción ganada a base de mucha constancia.

 

En ‘De gala con los Goya’ tuvimos la oportunidad de oír en directo bandas sonoras que, de alguna u otra manera, éstas o sus compositores han tenido alguna relación con estos premios, bien ganándolos o siendo nominados. Conjugar obras de nombres ya históricamente consagrados en la música de cine española e internacional como son los de José Nieto o Roque Baños con los de Bingen Mendizabal -muchos años haciendo música aunque no ha sido muy amigo de vender mediáticamente su excelente obra-, Víctor Reyes o Zeltia Montes dio como fruto un concierto dispar donde elegir según los gustos y algo gélido por varias razones: el propio desconocimiento generalizado de las obras interpretadas, la enormidad de un recinto con 1.900 butacas –el auditorio del Cartuja Center Cite fue la sede de los conciertos del jueves y viernes y bastante gélido fisonómicamente hablando para una apuesta no tan mayoritaria- y la carencia de alguna manera de alentar con iniciativas que ‘calentaran’ a los espectadores. Ello hubiera sido ideal en momentos como la interpretación de la música de Augusto Algueró o el sevillanismo propiciado por la presencia de ‘Carmen’ y ‘La piel del tambor’ en el repertorio, o aprovechar más que los compositores están presentes para interactuar. Y por supuesto, evitar para posteriores ediciones el automatismo incomprensiblemente esgrimido por Antonio Dechent, bastante desganado como presentador.

 

No obstante, creo que es probable que ese calor que parece ha faltado en algunas ocasiones en Fimucs 2023 no resta ni un ápice a la calidad de las piezas seleccionadas, el prestigio de contar en Sevilla con una docena de compositores, y otros logros que orgullosa y legítimamente se puede apuntar Fimucs. El concierto ‘De gala con los Goya’ nos demostró que Augusto Algueró fue un gran compositor, en cuya música interpretada se detecta las influencias de grandes clásicos como Max Steiner, Elmer Bernstein u Ottorino Respighi. Que Manu Riveiro compuso una de las grandes y desconocidas bandas sonoras del cine español contemporáneo en 2018 con ‘La sombra de la ley’. Que el trabajo Mendizabal-Uriarte como modélica narrativa de Bajo Ulloa funciona tan desgarradoramente en ‘Baby’ como fuera de la película o que las reminiscencias de Goldsmith en ‘La piel del tambor’ corroboran porqué Roque Baños es nuestro compositor más hollywoodiense. O la justa cobertura que debemos dar a la meteórica evolución de Zeltia Montes desde ‘Pradolongo’ hasta la premiada ‘El buen patrón’, interpretada por la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla gracias a una adaptación orquestal algo chirriante para los puristas de obras como esta creadas para un número limitado de instrumentos, caso también de ‘Mediterráneo’, de Arnau Bataller, y la demostración de que Federico Jusid se mueve como pez en el agua en la música dramática o romántica siguiendo patrones clásicos con la interpretación de ‘El verano que vivimos’ y ‘Orígenes secretos’. Ni que decir tiene que ‘Carmen’, de José Nieto, vino a darle al concierto la pátina que los maestros aportan con sus obras, en este caso con una de las joyas de uno de los compositores españoles más prestigiosos y universales.

 

Programa:

  • Maestros Clásicos – Augusto Algueró – Suite ‘Historia de Nuestro Cine, con música de: La Fierecilla Domada, El Ruiseñor de las Cumbres, El Secreto de Mónica, Cabriola, Las Chicas de la Cruz Roja
  • Jose Nieto – Carmen (2003) – Suite
  • Zeltia Montes – El Buen Patrón (2021) – Suite [Especial para FIMUCS – Estreno Mundial]
  • Manu Riveiro – La Sombra de la Ley (2018) – Suite
  • -INTERMEDIO-
  • Arnau Bataller – Mediterráno (2021) – Suite [Especial para FIMUCS – Estreno Mundial]
  • Bingen Mendizabal/Koldo Uriarte – Baby (2020) – Suite [Especial para FIMUCS – Estreno Mundial]
  • Victor Reyes – En la ciudad sin límites (2002) – Suite [Especial para FIMUCS – Estreno Mundial]
  • Roque Baños – La Piel del Tambor (2022) – Suite [Especial para FIMUCS – Estreno Mundial]
  • Federico Jusid – El Verano que Vivimos (2020) y Orígenes Secretos (2020) – Suite [Especial para FIMUCS – Estreno Mundial]

Real Orquesta Sinfónica de Sevilla – ROSS

David Hernando Rico – Director

Presentador – Antonio Dechent

 

La razón de ser imperando sobre el (maravilloso) divertimento

 No piensen que he cometido un imperdonable olvido. Simplemente, me he ‘rebelado’ contra la cronología del II Fimucs a la hora de detallarles lo que ha deparado el festival. Si he expuesto primeramente las claves del concierto ‘De gala con los Goya’ celebrado el 27 de enero en lugar de hacerlo con el que aconteció el día anterior, es precisamente porque creo que este concierto es el ‘corazón’ de Fimucs, la razón de ser de todo lo demás. El titánico esfuerzo por reunir un gran abanico de la obra musical escrita para el cine español, con la presencia de sus compositores, es la piedra angular de una cita musical-formativa de cuatro días. Con los riesgos que he mencionado anteriormente, pero es la apuesta decidida –y necesaria- de Fimucs. Tanto es así que, aun sin que la organización haya quizá jerarquizado el festival de esta manera, cualquier otra cita musical de su programación se convierte en un ‘aderezo’, sin que ello signifique menosprecio a las obras de otros compositores y ni mucho menos minusvalorar el trabajo de la orquesta ni de quienes hacen posible que el resto de música que se escucha en Fimucs también se constituya en un éxito. Por eso le otorgo el carácter de ‘secundario’ al extraordinario concierto vivido bajo el epígrafe de ‘Una noche de aventuras’, en el que bandas sonoras inmortales sonaron como extraídas de las mismas películas gracias al buen hacer de la ROSS y la batuta de David Hernando.

 

Iniciar un concierto con ‘Ben-Hur’ es erizarte el vello. Lo ha sido siempre porque Rozsa hizo música inmortal. Especialmente emotivo fue disfrutar de una suite de ‘El primer caballero’ que a algunos nos hizo rememorar cuando Jerry Goldsmith dirigió a la ROSS en 1998, en los recordados Encuentros de Música Escénica y Cinematográfica, y ofreció una selección de esas bandas sonoras que por entonces se juzgaban como menores del maestro y la perspectiva del tiempo ha dejado en evidencia aquel error perceptivo. La suite de ‘King Kong’ volvió a demostrar la calidad de la música de James Newton Howard incluso en sus obras menos alabadas y la espectacular y pegadiza ‘Cómo entrenar a tu dragón’ de John Powell ya es un clásico obligado en la lista de scores contemporáneos de su género. De ‘cálido’ detalle podemos calificar la inclusión de la voz de Blanca Miralles Rodríguez en ‘El Señor de los Anillos’. La chica, finalista del popular programa televisivo ‘La voz Kids’, movió su timbre como pez en el agua durante los momentos concretos de su participación en la suite de Howard Shore y en el vestíbulo del Cartuja Center Cite, donde posó para fotógrafos, se mostró alegre y cercana y con halo de estrella infantil. Blanca tiene doce años y juzgar con rigurosidad los matices de su interpretación en una obra como la de Shore sería injusto.

 

Es preferible quedarse con el gesto de la aportación como ápice de calidez a un concierto en el que la presencia española también fue relevante con la ROSS interpretando suites especialmente montadas para Fimucs como estrenos mundiales de las bandas sonoras de ‘Capitán Trueno’ de Luis Ivars, ‘Elcano y Magallanes la primera vuelta al mundo’ de Joseba Beristain y ‘Tadeo Jones 3-La tabla esmeralda’ de Zacarías de la Riva. Los tres compositores estuvieron presentes en el concierto. Ivars, además, se ha implicado en el festival colaborando estrechamente con la organización. Beristain y De la Riva formaron parte del elenco de ponentes en los encuentros formativos matutinos celebrados el viernes y el sábado de los que hablaremos a continuación, tras finalizar el comentario sobre ‘Una noche de aventuras’ apuntando que se echó de menos haber disfrutado de la obertura de ‘Robin Hood príncipe de los ladrones’ de Michael Kamen en lugar del tema escogido para su interpretación y la culminación del concierto con dos piezas fuera de programa: ‘Los siete magníficos’, de Elmer Bernstein, y un recopilatorio de temas de John Williams que, entre otras, incluyó compases de ‘Tiburón’, ‘ET’ o ‘Superman’. Apuesta sobre seguro que siempre agrada al gran público para que salga de estas citas musicales tarareando el leit motiv de ‘Indiana Jones’ o de ‘Star Wars’ aunque ya quienes recorremos espacios escénicos dispares desde hace años cubriendo conciertos nos tengan saturados por reiteración. Pero… ¿Qué narices? ¡Es música de John Williams en directo!

 

Programa:

  • Miklós Rózsa – Ben-Hur (1959) – Suite
  • Howard Shore – El Señor de los Anillos – La Comunidad del Anillo (2001) – Suite
  • Michael Kamen – Robin Hood – Príncipe de los Ladrones (1991)
  • Luis Ivars – Capitán Trueno (2011) – Suite [Nueva Suite – Especial para FIMUCS – Estreno Mundial]
  • Jerry Goldsmith – El Primer Caballero (1995) – Suite
  • -INTERMEDIO-
  • Joseba Beristain – Elcano y Magallanes, la primera vuelta al mundo (2019) – Suite [Nueva Suite – Especial para FIMUCS – Estreno Mundial]
  • Harry Gregson-Williams – Las crónicas de Narnia: El león, la bruja y el armario (2005) – Suite
  • Zacarías M. de la Riva – Tadeo Jones 3 – La tabla esmeralda (2022) – Suite [Nueva Suite – Especial para FIMUCS – Estreno Mundial]
  • James Newton Howard – King Kong (2005) – Suite
  • John Powell – Cómo entrenar a tu dragón (2010) – Suite
  • John Williams – Hook – El Capitán Garfio (1991) – El vuelo a nunca jamás

 

Bises:

  • Elmer Bernstein – Los siete magníficos – Tema
  • John Williams – Medley

Real Orquesta Sinfónica de Sevilla – ROSS

David Hernando Rico – director

Blanca Miralles Rodríguez, voz solista

Presentador – Javi Cuadrado

 

La formación, clave en Fimucs

 

Como hemos mencionado anteriormente, la otra piedra angular de Fimucs es su carácter formativo. Los siete encuentros que durante dos días se produjeron con los compositores invitados valen su peso en oro para quienes deseen enriquecer su formación académica pero también para cualquier persona amante de la música cinematográfica que quiera conocer los entresijos de su composición, grabación o distribución entre otros factores.

Emprendemos un recorrido cronológico por las mesas redondas celebradas durante las mañanas del viernes y sábado haciendo nuevamente hincapié en que esta iniciativa viene siendo un sello muy característico de Fimucs desde su primera edición y es fundamental mantenerla en un futuro. No todos los festivales de música de cine cuentan con la posibilidad de que los compositores se abran en canal para expresar sus opiniones en foros muy bien organizados, cronometrados y moderados por Francisco Cuadrado y Gorka Oteiza, con la excepción del encuentro de Arnau Bataller y Víctor Reyes, que condujo el músico y profesor Tony Domenech.

 

El corporativismo pendiente y necesario. Musimagen

 

Las charlas formativas de Fimucs 2023 comenzaron con un encuentro con Xavier Capellas, compositor y presidente de Musimagen. “Vendiendo el alma al diablo: Contratos buyout y plataformas de TV” fue el título de una exposición en la que Musimagen tuvo especial relevancia, una asociación que nació alrededor del año 2000 y que pretende la unión de los músicos compositores tanto en el intercambio de experiencias como en el asesoramiento común o la defensa de sus derechos.

 

“Pertenecemos a una profesión solitaria, no tenemos muchas oportunidades de hablar e intercambiar intereses entre nosotros y gracias a Musimagen ponemos en común nuestras inquietudes”, explicó Capellas, que no dudó en calificar de “pandemia lo que nos está sucediendo en el ámbito de la propiedad intelectual” al referirse especialmente a las pretensiones de las grandes plataformas de comprar las producciones audiovisuales obteniendo la propiedad total de éstas y los devengos que generen sus méritos técnicos o artísticos. Es decir, el compositor deja de tener cualquier derecho o beneficio sobre su propia obra.

 

Para evitar el ‘Buyout’, Musimagen defiende los derechos del colectivo siendo similar a un sindicato, también aporta orientación sobre qué se debe cobrar por cada trabajo, la realización del presupuesto del compositor para presentar ante los productores, sentar unos mínimos económicos o incluso lo que en teoría debe ser una óptima organización de horarios de trabajo. Pablo Cervantes, perteneciente a Musimagen –asociación de la que ya forman parte la mayoría de los compositores españoles- también intervino en el debate al encontrarse entre el público para defender la necesidad de “dignificar este oficio”, afirmando que es falso pensar que la existencia de más compositores que producciones pueda provocar competencia desleal. “Que estemos rodeados de profesionales que hacen lo mismo que nosotros no significa que nos vayan a quitar el trabajo. Es como cuando vas a un centro comercial repleto de tiendas y eliges al comprar”, apostilló Cervantes utilizando una sencilla pero ilustrativa comparativa.

 

Arnau Bataller también intervino desde los asientos de los espectadores para hablar de las dificultades de crear un colegio profesional de compositores de música de cine ante la exigencia que supondría tener que solicitar a sus miembros unos estudios reglados para pertenecer a él, algo que, en un porcentaje de casos, no poseen determinados compositores “que trabajan como el que más”, por lo que no vendría a defender los derechos de todo un colectivo no valorado como esencial por la sociedad, como lamentó también Cervantes en sus palabras.

 

Víctor Reyes y Arnau Bataller. Optimización del trabajo.

Segunda charla formativa en Fimucs en la mañana del viernes 27 de enero titulada ‘Instrumentos virtuales, instrumentos reales y everything in between’. Mesa redonda que derivó en la necesidad de optimizar el trabajo que realizan los compositores a la hora de escribir música ante el empleo de las nuevas tecnologías compatibilizadas con el uso de los instrumentos ‘tangibles’. El debate lo mantuvieron Víctor Reyes y Arnau Bataller.

 

El compositor salmantino, que comenzó su intervención recordando sus inicios como arreglista de ‘Cruz y raya’ o José María Cano y su ópera ‘Luna’, se ha convertido en el músico de cabecera del interesante cineasta Rodrigo Cortés (‘Enterrado’, ‘Luces rojas’) tras sus inicios en el mundo del cine de la mano de Miguel Hermoso musicalizando la película ‘Como un relámpago’ (1996).  Reyes proyectó un vídeo para mostrar las dependencias del estudio donde trabaja, en el que se compatibilizan los ordenadores con los instrumentos que emplea e incluso sus primeros teclados, afirmando como primera premisa que “todos tratamos de hacer el trabajo lo mejor posible y yo siempre prefiero pensar que puedo y poseo capacidad creativa para hacer grandes cosas, no me embarga una intención de modestia. Yo vengo del mundo del pop, de pinchar discos con 15 años, tocar el piano y hacer cosas con grupos; todo eso junto con Queen, AC-DC y Morricone y Williams, esa mezcla ha generado mis deseos y ambiciones desde hace 25 años que llevo haciendo música. Doy mucho valor a una ambición más que una carrera académica”, aseveró.

 

El autor de la BSO de ‘En la ciudad sin límites’, ocurrente y cáustico en algunas de sus intervenciones, afirmó que existen compositores “que sus obras tienen que ver más con qué bien graban que con qué bien componen”, citando a Hans Zimmer como ejemplo de ello.

 

Por su parte, Arnau Bataller defendió una máxima muy importante en su reflexión al asegurar que “la tecnología no es un objetivo, sino un medio a través del que creas”, explicando que “es importante optimizar tus herramientas para programar tu trabajo y no perder el tiempo con tecnología cada vez que tengas que componer, centrándote así en la creación y no pensar en donde está casa cosa y cómo es cada proceso”.

 

Muy interesante resultó hablar de ‘Mediterráneo’ en este encuentro formativo. Nominada al Goya en 2022, se trata de una banda sonora escrita realmente para cuarteto de cuerda “y cacharros”, como dijo el propio Bataller en su intervención. Un score que sirve de ejemplo de experimentación en el que el compositor explicó que había utilizado desde una valla metálica de obra a una silla de Ikea y objetos de plástico. Sorprendente fue el vídeo proyectado en el que un músico ‘toca’ una valla en cuyos tubos se han practicado agujeros como si de una flauta se tratara y que genera sonidos que Bataller utilizó en ‘Mediterráneo’ como metáfora sobre la temática de la película, en la que la inmigración es la triste protagonista sinóptica del filme, explicando que las vallas son precisamente elementos de obstáculo para no dejar pasar a las personas de un lado hacia otro y relacionando la simbología y el sonido generado por ellas con el problema de la diáspora de los inmigrantes.

 

Cine de animación y música. Zacarías M. de la Riva y Joseba Beristain

Quisieron las (afortunadas) circunstancias –o quizá el ojo clínico de los organizadores de Fimucs- que en esta edición del festival y en una de las charlas formativas estuviera presente el nombre de un compositor que ha tenido mucho que ver en las producciones triunfadoras de los Goya en el ámbito de la animación. Porque Joseba Beristain es el compositor tanto de ‘Unicorn Wars’ como de ‘Loop’, largometraje y corto respectivamente premiados por los académicos en sus respectivas categorías. De la manera y filosofía de componer ambas bandas sonoras habló el compositor guipuzcoano, ofreciendo nociones muy enriquecedoras ante lo dispar de la temática de ambas películas, una de ellas brutalmente distópica (‘Unicorn Wars’) y el cortometraje ‘Loop’ con una temática minimalista –la absurda alienación de los movimientos del ser humano actual- para el que Beristain hace uso de una música con crucial importancia de los sonidos orgánicos que se repiten constantemente para acentuar la matematicidad de los personajes anónimos. Un corto que denuncia cómo el ser humano se ha transformado en un autómata absorbido por los teléfonos móviles, la conducción de vehículos, la visión multitudinaria del deporte o el adoctrinamiento escolar.

 

Por su parte, Zacarías M. de la Riva se centró especialmente en su obra musical para la saga del personaje de Tadeo Jones y el proceso de creación de la banda sonora desde que recibe el guión, las grabaciones de imágenes de los primeros trazos de animación y la paulatina incorporación de texturas y elementos hasta que la película queda completa con la música.

 

Por si os llama la curiosidad, a continuación, os dejamos enlace al estupendo corto de ‘Loop’:

 

La música como lenguaje universal. La película ‘Baby’

Las sesiones formativas del viernes 27 finalizaron con una de las citas más esperadas. Fimucs reunió a Bingen Mendizábal, Koldo Uriarte y Juanma Bajo Ulloa para hablar de ‘Baby’, la última película del director de ‘Alas de mariposa’ o ‘La madre muerta’. Acertado encuentro que invitaba tanto a ampliar conocimientos sobre el papel narrativo de la música de cine como al debate sobre si ésta, siendo un elemento de una película, es capaz de sostener ‘el todo’ que supone un producto multidisciplinar audiovisual. No se entendería una comparecencia para escudriñar ‘Baby’ sin el uno y trino que conforman Ulloa, Mendizábal y Uriarte, creadores de un filme sin diálogos “pero nunca mudo”, que matizó su director en su intervención. “Hemos visto en algunos cines que proyectaban ‘Baby’ carteles que indicaban “película muda”, y ‘Baby’ no es muda. Mudo es algo que no tiene sonido, y una película con todos los sonidos y música, simplemente que no tiene diálogos, no es muda en absoluto. Hemos prescindido de uno de los elementos narrativos existentes en el cine precisamente para dar valor a otros elementos puramente cinematográficos, puesto que el diálogo pertenece también a la literatura, al teatro”, explicó Ulloa.

 

Bingen Mendizábal calificó ‘Baby’ como “un puzle en el que los sonidos juegan una crucial importancia”. Por su parte, Koldo Uriarte reveló que el director de la película “me dejó barra libre para trasladar con música algo que fuera tan bello como doloroso a la vez que se muestra en ‘Baby’, y trabajé acercándome a esas emociones con una metodología de ensayo y error”. Uriarte se enfrentaba por vez primera a la creación de una banda sonora, aunque ya tenía una dilatada experiencia creativa con Bingen Mendizábal. “No hicimos una planificación, primero cada uno compusimos por nuestra parte, seleccionamos cuatro leit-motivs sin saber mucho cómo distribuirlos y fuimos probando cosas. Llegó un momento culmen cuando se nos ocurrió, sobre todo a Juanma, que tiene su corazón de músico, que los motivos compuestos por cada uno de nosotros pasaran por el filtro del otro”, dejando con ello expuesto el grado de complicidad existente entre ambos que ha deparado el extraordinario resultado que es la música de ‘Baby’.

 

Exprimiendo al máximo la presencia de los tres creadores en Fimucs, la conferencia también dedicó buena parte de su tiempo a ahondar en las primeras colaboraciones de Juanma Bajo Ulloa y Bingen Mendizabal: ‘Alas de Mariposa’ y ‘La madre Muerta’, se aprovechó para hablar de la colaboración de Bingen Mendizabal y Koldo Uriarte con el músico vasco Mikel Urdangarín en su último disco ‘Badena ta ez dena’, en un cambio de registro fuera de lo audiovisual, se abordaron los comienzos de Mendizabal con el grupo de rock vasco ‘Hertzainak’ y se finalizó con una mención al documental sobre Bingen MendizabalBidean Jarraituz (Siguiendo en el camino)’, que se estrenaba en un par de semanas en cines y que tuvo la intervención de su director, Aitor López de Aberásturi, presente en la sala.

 

Federico Jusid y Zeltia Montes. Unidos al éxito o al fracaso de la película

Con el explícito título de ‘Cómo crear una banda sonora y no morir en el intento’ se reanudaban los encuentros formativos de Fimucs desde la temprana mañana del sábado. Participaban en la primera de las tres citas el compositor Federico Jusid y la compositora Zeltia Montes.

 

Jusid, que ha compuesto bandas sonoras como ‘El secreto de sus ojos’ o ‘El verano que vivimos’, explicó como gracias a trabajar para coproducciones pudo expandir su trabajo desde Argentina a España y el buen recorrido internacional de algunas películas que musicalizó le posibilitó trabajar desde entonces en Estados Unidos entre otros países con sólida industria cinematográfica. “Y es que nuestra suerte está muy unida al éxito de la película para la que nos contratan”, sentenció Jusid en este sentido, un compositor que alterna la creación de música cinematográfica con música en concierto.

 

Tanto Jusid como Montes expusieron sus particulares metodologías creativas de trabajo, las posibilidades de compatibilizar la escritura de música con los necesarios procesos de traslación, grabación, montaje, etc. de proyectos encargados previamente y en los que el compositor debe estar también implicado y los obstáculos que pueden encontrarse en los plazos de tiempo por citar un ejemplo. El compositor de origen argentino lamentó cierta “cosificación y mecanización” en los procesos de realización del cine. “Hay algo de lo tecnológico que ha afectado a nuestra vida. Yo he pasado de trabajar en la moviola donde se cortaba y pegaba la película a un sistema actual distinto. Hoy día es tan fácil manejar todo eso que en media hora se aprende a cortar una película, pero no a narrar. Entonces el ejercicio de visión interna ha ido perdiendo musculo. Y eso también sucede en la música. Hay como una cosificación y mecanización y en algunos casos trabajar así es menos estimulante”, aseveró.

 

Zeltia Montes, cuya banda sonora para ‘El buen patrón’ ganó el Goya a la mejor banda sonora original en 2022, aprovechó la ocasión para expresar su temor a que las librerías “terminen por matar a los músicos y nadie quiera grabar porque los directores se conformen con ellas”. La compositora recordó que “una orquesta es un ente vivo” defendiéndola frente al tecnicismo de los plugins o las citadas librerías.

 

David Hernando y Manuel Riveiro. Grabar “a primera vista”

La segunda de las mesas redondas de la jornada sabatina en Fimucs (“El proceso de grabación de música de cine”) contó con la presencia de David Hernando, que vino a aportar el concepto de la música de cine desde el punto de vista del director de orquesta. Hernando, que esgrimió la batuta en los dos conciertos sinfónicos del festival, viene trabajando desde 1993, cuando marchó a Bratislava y estudió dirección de orquesta. Varios años después conoció a José Nieto y empezó en el mundo de la música de cine, siendo el fundador y director de la Orquesta Sinfónica de Bratislava, formación que suma un millar de grabaciones y alrededor del 80% son para medios audiovisuales.

 

Fue una mesa de carácter esencialmente técnico y en ella primaron temas como la decisión de grabar con orquesta o prescindir de ella, la influencia del presupuesto para cada película, el tipo de música que requiere cada producción, etc. o las tendencias personales y referencias de otros compositores de los que se aprende.

 

“¿Cuál es la diferencia entre grabar la quinta de Mahler o una banda sonora?” fue una de las preguntas que el moderador Francisco Cuadrado lanzó para que Hernando replicara que la música clásica y la de cine son, en este sentido, “mundos completamente diferentes. El cine es un elemento muy específico, debemos saber cuál es el resultado final que queremos. Una música clásica se graba con poca microfonía, es música de concierto, y el cine no funciona así. Grabas clásica además con toda la orquesta junta y en cine puede que no. La música está unida a la imagen, eso hay que tenerlo claro, y nos debemos a ella en aspectos fundamentales como el tempo de interpretación”.

 

También advirtió el director orquestal sobre el fenómeno negativo de la premura en la grabación de partituras de cine. “Se graba en la mayoría de las ocasiones a primera vista, la música de cine está a disposición de los músicos de la orquesta en el último momento ante la presión y el ritmo de trabajo que ha tenido previamente el compositor dentro del proceso de la industria del cine”.

 

Manuel Riveiro, con experiencia compositiva acumulada durante más de dos décadas y autor de bandas sonoras como ‘La sombra de la ley’, nominada al Goya en 2018, enfatizó sobre la necesidad de estructurar adecuadamente el proceso de grabación, “desde saber qué presupuesto se tiene hasta qué tipo de orquesta se necesita y construir la música en base a la sonoridad que queremos y en coordinación con el director tras las primeras propuestas, con la mayor fidelidad a lo que pretendes para que los directores queden convencidos gracias a las herramientas actuales”.

 

Precisamente las nuevas tecnologías surgieron en el debate ante la metodología empleada para grabar en estudio, mostrándose a los presentes unas imágenes de la distribución de la orquesta, la disposición adecuada de la microfonía y se debatió sobre el sonido orquestal, la diferencia entre el mockup obtenido con respecto a la grabación final, y factores como la afinación o la evolución de las grabaciones a 442 Hz en Europa y a 440 hz en USA, así como la compatibilización con los sonidos de instrumentos electrónicos para lograr la mejor afinación y el “brillo orquestal” teniendo en cuenta que “las orquestas no están temperadas”, como aseveró Hernando. “Hay que pensar en las tonalidades donde suena bien la música sinfónica, como pensaban los grandes compositores de otras épocas, para componer música de cine”, sentenció el director.

 

José Nieto. El maestro autodidacta

La clausura de las jornadas formativas de Fimucs tuvo como colofón la clase magistral ofrecida por José Nieto, el compositor español sin duda más prestigioso, ganador de seis goyas en su haber, además del Premio Nacional de Cinematografía entre otras distinciones y que acaba de publicar su segundo libro, titulado “Música y estructura narrativa. La narración audiovisual desde el punto de vista de la música”.

 

Entendiendo la presencia de Nieto como una prolongación de su reconocida labor como profesor universitario, el compositor impregnó su disertación de un marcado carácter pedagógico.

 

No tardó mucho el maestro en posicionarse sobre qué valor narrativo posee la música cinematográfica, afirmando que “cuando yo hablo de música narrativa no me estoy refiriendo a una música que cuente una historia. La música no cuenta nada porque es un lenguaje que no es significante. Somos nosotros quienes le damos significado. Aplicas la música a una secuencia en la que se habla de la esperanza, una música que contiene determinados códigos, y entonces la calificas como “la música de la esperanza”, por decir un sentimiento. Y no es así”.

 

El maestro Nieto profundizó más en este concepto con otro ejemplo. “Si alguien escucha la famosa tormenta de la sexta de Beethoven con Zeus dirigiendo sus rayos a los pastores y la trasladáis en la mente a una pelea de gigantes que se tiran rocas, por poner un ejemplo, la música funcionaría de la misma manera. Es decir, no estoy hablando de música que cuenta una historia, sino de música que tiene una estructura similar a la de una narración literaria y que produce en el oyente las mismas sensaciones que cuando se ve una película, o una obra de teatro o incluso se lee una novela, es decir, tensión, interés, sorpresa, etc. para mí, esa es la música que yo considero narrativa”.

 

Pasó posteriormente a analizar los títulos de crédito de ‘El caballero don Quijote’ de Manuel Gutiérrez Aragón, ofreciendo al público este contenido sin música y posteriormente con el tema musical de introducción que él compuso tras hacerle cambiar al director el montaje de los créditos. “En esta introducción, la imagen va de lo abstracto a lo concreto, el espectador desconoce que lo que está viendo que son primeros planos de fragmentos de un yelmo, de una espada… al final se sabe lo que son, se concreta el personaje resumido entre todos los elementos. Es algo que pide una cantidad de música y, al finalizar, una apertura musical. Pero el problema para hacer esto y que el clímax de la música pueda estar al final es que Gutiérrez Aragón colocó el título de la película al inicio de los créditos. La solución era decirle al director que cambie el título al final para así finalizar con todo el conjunto y su eclosión”, explicó el ponente.

 

Tras varios ejemplos más de otras producciones en este caso televisivas, como ‘Cook’ o ‘Teresa de Jesús’, Nieto afirmó que el ritmo narrativo de una película o cualquier producción audiovisual “es una semiecuación de su contenido partido por el tiempo”, y alertó sobre las diferencias entre los conceptos del ritmo narrativo y el ritmo visual, apostillando que en cine “el ritmo narrativo es la suma del contenido visual y el contenido sonoro partida por el tiempo, y ahí es donde entra la música”.

 

José Nieto quiso dejar claro que “el espectador debe percibir la música como parte de un todo. El cine debe ser una obra de arte total, las artes tienen que estar integradas y no solamente estar presentes en esa obra”. Su intervención suscitó un prolongado aplauso y con él finalizaron las jornadas formativas de un festival que dio de sí cuatro intensos días.

 

Cuenta atrás e integración

La cuenta atrás para la tercera edición de Fimucs ya ha comenzado no sólo para los organizadores, sino también para quienes entienden que un festival de música de cine con este patrón filosófico es una cita ineludible para músicos y también cineastas.

 

Sería interesante incorporar al elenco de invitados un mayor número de directores de películas, como se ha hecho en esta edición con Bajo Ulloa, para que aporten sus experiencias con los compositores a la hora de trabajar y, por qué no, alguno que otro también se sitúe en el público aprendiendo a valorar la música que le proponen para sus trabajos.

 

Como también es necesario que, tras lo que parece ser una clara apuesta de la organización por Sevilla como cita irrenunciable de la música cinematográfica española, exista reciprocidad por parte de la capital hispalense, apoyando su celebración desde las instituciones públicas y organismos privados con aportaciones que permitan una mayor visibilidad mediática de este festival, aumentando la publicidad y la integración de sus propuestas en la ciudad, ampliando los escenarios donde se celebran las actividades, generando un clima de celebración en el corazón de la capital y crecer sin complejos ante la relevancia de la cita y también sin la sombra ni el agravio comparativo de otros eventos cinematográficos como el festival de cine europeo.

 

Quizá se necesite ‘más calor’ viendo las posibilidades que ofrecen el Teatro de la Maestranza o el Teatro Lope de Vega como escenarios para los conciertos o actividades de nueva incorporación al programa con lo que contribuye a ello integrar a la ciudad con el festival y viceversa. Seguro que muchos de estos factores rondan ya las inquietas y privilegiadas mentes de sus organizadores.

 

 

Artículo por José Carlos Fernández Moscoso – ‘Ultimo Estreno’

Fotos por José Carlos Fernández Moscoso, Rafael Melgar y Gorka Oteiza