Sergio de la Puente – Entrevista
El compositor y pianista granadino Sergio de la Puente, conocido por su música para las películas El Lince Perdido, Clandestinos, Azul y No tan Rosa o Amigos… entre otras, y que además tiene en su haber los discos de música ‘El Fuego Vivido’ o ‘Bajo la Ciudad’, ha lanzado recientemente un nuevo trabajo musical: Cabot Cove.
Curro Martín tuvo la oportunidad de hablar con él hace poco sobre su carrera, sus referentes e inspiración al componer una banda sonora, su relación con Michael Giacchino durante el festival de Úbeda, su trabajo en Cabot Cove, y su próximo proyecto cinematográfico, en una entrevista en exclusiva para SoundTrackFest que os dejamos a continuación.
ENTREVISTA
¿En qué momento descubriste que querías convertirte en compositor para el medio audiovisual?
Lo supe durante toda mi vida, prácticamente. Mi padre venía del mundo de la imagen, era realizador y le encantaba la música orquestal. Mi madre había trabajado en música clásica a modo amateur. La primera vez que escuché en mi casa “Star Wars” con 5 años desde ese momento dije “esto es lo mío”. Empecé a tocar con el piano ese tipo de melodías. Entré a estudiar al conservatorio con 12 años y con el tiempo tuve claro que o me dedicaba al cine o a la música, así que la música de cine unía esas dos pasiones.
¿Utilizas el piano como tu primera herramienta para componer un primer boceto de un motivo, melodía y acordes o acostumbras a usar también otros instrumentos (sean reales o virtuales…) durante esta génesis de una idea musical?
El piano siempre es mi primer instrumento pero hay algunos temas con voz para los cuales prefiero coger la guitarra. Mientras más nos vamos metiendo en la técnica, los instrumentos virtuales cada vez los voy odiando más… (RISAS). En CABOT COVE quería un disco analógico y orgánico, prescindiendo de secuenciadores para volver a componer usando papel y lápiz, sentado al piano de casa.
En “EL LINCE PERDIDO” se advierte un acercamiento al sinfonismo de autores como John Williams o Michael Kamen, más marcado que en otras de tus obras. ¿Cuáles han sido los compositores de este estilo que más te han influenciado?
Podría citarte muchos… Por supuesto, John Williams y Jerry Goldsmith durante los 80. En mi discoteca personal puedes encontrar desde Basil Poledouris a Ryuichi Sakamoto. Para mi etapa actual he rescatado sonoridades del Mark Knopfler de LOCAL HERO. Por supuesto, también está James Horner. Cuando escuché WILLOW en el año 89 fue como un guantazo en la cara (RISAS). Dave Grusin en LOS GOONIES me pareció espectacular… Alan Silvestri completaría el cuadro de honor. Por otro lado, desde hace unos pocos años he perdido un poco la fe en el rumbo que está tomando la música de cine actual. EL LINCE PERDIDO le gusta a cierta gente porque tiene melodía y no es repetitivo, que es lo contrario a la tendencia de hoy en día. Ese resultado se dio gracias a la libertad que me otorgó su director Manuel Sicilia, que conectó conmigo en ese aspecto desde el primer momento.
¿Hay algún género cinematográfico por el que sientas una especial predilección a la hora de componer una banda sonora?
Me encantaría hacer terror. Soy un gran admirador del suspense. Mi “Santísima Trinidad” sería EL EXORCISTA, AL FINAL DE LA ESCALERA y EXPEDIENTE WARREN (RISAS). Ese tipo de películas me parecen increíbles. Lo más cercano que he hecho hasta la fecha en esa onda sería la música para la película de animación CUENTOS EXTRAORDINARIOS DE EDGAR ALLAN POE. Es una banda sonora grabada con orquesta real junto con algunos samplers. Es muy rica a nivel instrumental, incluso aparecen instrumentos extraños como un serrucho.
Dentro de la industria de Hollywood hay compositores españoles de música de cine que en los últimos años están sonando con fuerza y son muy valorados. ¿Qué te parece este panorama?
Cuando estuve en Los Ángeles me di cuenta de que aquello es una máquina muy grande llena de engranajes. Una vez que entras, no puedes fallar, ya que consideran que todos somos reemplazables. Tengo a muchos compañeros allí a los cuales adoro, pero no sé si yo podría aguantar esa ansiedad continua. Aquí en España tengo bastante libertad y por suerte no me falta el trabajo, que no es poco. Me gusta estar en la segunda línea porque no te llevas las flores, pero tampoco los golpes.
Has compartido escenario con grandes artistas que van desde Dulce Pontes a Estrella Morente, pasando por Michael Giacchino y muchos otros compositores famosos ¿guardas algún recuerdo especial de alguno de esos momentos?
De Michael Giacchino tengo muy buenos recuerdos después de que coincidiéramos en el Festival de Música de Cine de Úbeda, el primer año. Resulta que fui a la gala de los Óscars junto al equipo de la película LA DAMA Y LA MUERTE, ya que estábamos nominados y además invitados por Antonio Banderas. Ese fue el año que le dieron a Giacchino el Óscar por la banda sonora de UP. Después de la gala, un amigo y miembro del equipo pudo hablar con él y al comentarle que estábamos por allí me dijo que preguntó por mí. Al año siguiente en Úbeda se me acercó, estuvimos hablando un rato y el resto de los días mantuvimos más conversaciones donde me contaba que le gustaba mucho como tocaba el piano. Me dio hasta el teléfono para que hablase con su agente. Le di el disco de LOST para que me lo firmara para mi hermana y me emocioné porque puso “Dedicado a la hermana del mejor pianista de España”. Fue algo muy bonito.
¿Cómo es trabajar para televisión? ¿Es cierto que los cortos plazos de entrega a veces pueden resultar extenuantes para un creador?
Sí. Estuve trabajando en Andalucía en algunas series diarias y la experiencia fue un poco agobiante. Intento evitar ese tipo de trabajos. En esta profesión tienes que saber de qué tiempo dispones y priorizar. Como me decía un amigo: “no sé qué se te pasará por la cabeza cuando mueras, pero no será la frase: debería haber trabajado más”(RISAS). Me gusta coger un proyecto y tratarlo con el mayor cariño posible, y si hay que hacerlo excesivamente rápido, la calidad del producto se resiente. Todo lleva su tiempo.
Respecto a tu obra para publicidad, ¿sigues algunas pautas en particular para condensar en pocos segundos de música lo que el spot o la marca quieren contar?
He hecho algunas cosas para publicidad como un spot para Mastercard, una corporativa para el Banco Santander, etc. La verdad es que he hecho bastantes trabajos de ese tipo. A la hora de crear esa música recurro a frases reducidas y directas que a la gente se le puedan quedar en la cabeza, pero tiene que ser una célula corta y una melodía. Como ya te comenté, me baso mucho en los años 80. Una vez que se tienen las diferentes ideas para la música, se le presentan al cliente y él decide.
¿Qué diferencia a CABOT COVE de tus dos anteriores discos, BAJO LA CIUDAD y EL FUEGO VIVIDO?
Es una evolución, otro capítulo más de mi vida. Me ha servido para renovar mi sonido y también para hacer un balance de lo que han sido estos años. En mi segundo disco, BAJO LA CIUDAD, estaba recién llegado a Madrid y me pasaba el día en el metro de un lado a otro, de ahí el título. En este disco, el nombre de CABOT COVE me hacía regresar a la niñez, ya que era el pueblo de Jessica Fletcher en la serie SE HA ESCRITO UN CRIMEN y tenía mucho significado para mí. Quería algo natural y bucólico, como aquellos discos de los años 70, tipo el «Ommadawn» de Mike Oldfield.
Hablando de Mike Oldfield, en los comentarios de José Ignacio Lapido acerca del disco se le cita como un referente muy importante para ti. ¿Es a través de tu pasión por el genio de Reading de dónde te viene tu relación con el new age y la música celta?
Por supuesto. Discos como “Tubular Bells 2” o “Amarok” supusieron un impacto muy importante para mí. Gracias a “Ommadawn” empecé a fijarme en la riqueza de la música celta. Estoy muy ligado a ella. En el año 91 estuve de viaje por Irlanda y desde entonces voy muy a menudo. La música celta está muy presente en CABOT COVE con ese punto cálido de folk “de chimenea”.
Existe una conexión entre la melodía de los temas CABOT COVE, RETURN TO CABOT COVE y ECHOES. ¿Esta relación convierte al álbum en un disco conceptual? ¿Qué concepto escondería de ser así?
Sí, totalmente. Es el “leitmotiv” del álbum. Algunos colaboradores me decían: “Este disco suena a banda sonora…”.Y yo les contestaba que era como la banda sonora de mi vida. Es un concepto de rock sinfónico al estilo de los 70, donde en muchos discos volvía la melodía inicial para cerrar en el último tema. Me hubiera gustado incluso sacarlo en vinilo… Necesitaba volver al punto de partida. Esa es la esencia del disco.
Actualmente tienes tu propio estudio de grabación en Madrid ¿Cómo llegaste a convertirte en productor? ¿Fue un proceso gradual o siempre estuviste interesado en desarrollar esa parcela?
Realmente el estudio empezó siendo para mi uso personal y para poder grabar las bandas sonoras con mis propios instrumentos de manera cómoda. Mi sueño ha sido tener un estudio propio desde pequeño. De todas formas, está abierto a que graben amigos y surjan colaboraciones. Por aquí ha pasado gente como Amaral, Coffee and Wine quieren grabar su próximo disco allí, se ha mezclado el sonido de algunas películas independientes, etc. Mi estudio suele gustar porque hay muy buen ambiente, tiene buenas vistas,… Respecto a lo que comentas de mi papel como productor, tengo ganas de producir a un grupo. Es algo que nunca he hecho y me apetece bastante.
Háblanos sobre tu próxima película.
Será un film de ciencia-ficción sobre viajes en el tiempo para Filmax titulado SIN FIN y que ha sido dirigido por los hermanos Alenda. Es una película muy visual, muy de autor. Va a ser la bomba (RISAS). Los temas ya están compuestos y en breve empiezo a grabar. Llevará una sección de cuerda aunque el instrumento principal será el piano, incluso la percusión se hará desmontando un piano de cola y recogiendo todos sus elementos. Quiero hacer algo diferente… Este tipo de cosas son las que más me llenan.
Muchas gracias por tu tiempo Sergio, ha sido un placer charlar contigo. Suerte con tu disco ‘Cabot Cove’ y con tu próxima película. ¡Estaremos esperando su banda sonora!
¡Gracias a ti y a SoundTrackFest por la entrevista!
Entrevista realizada por Curro Martín