Sofía Oriana – Entrevista
Con el estreno de la película “Elisa y Marcela” ayer 7 de junio en Netflix, dirigida por Isabel Coixet, SoundTrackFest ha puesto la mirada en su joven compositora Sofía Oriana. A continuación os dejamos la interesante entrevista realizada por Rafa Melgar.
INTRODUCCIÓN
Elisa y Marcela es una historia ambientada en la España de 1901 y basada en hechos reales, donde Elisa Sánchez Loriga tuvo que adoptar una identidad masculina para casarse con la mujer que amaba, Marcela Gracia Ibeas.
Sofía Oriana Infante (Santiago de Compostela, 1989) es una compositora que actualmente vive en Ferrol (A Coruña). Ella cursó sus estudios de composición en el Conservatorio de Oviedo ‘Eduardo Martínez Torner’, y se especializó en composición general y audiovisual.
A lo largo de esta entrevista daremos a conocer a una compositora de muchísimo talento, cuya valentía y confianza en sí misma le ha llevado a un debut soñado en su primer largometraje. Una banda sonora que como leeréis a continuación, ha transferido un tornado de sentimientos para ayudar a contar esta historia de amor.
ENTREVISTA CON SOFÍA ORIANA
Hola Sofía. En SoundTrackFest nos gusta conocer un poco mejor a los compositores, así cuéntanos primero, ¿Cuál fue el punto de inflexión que te llevó a ser músico y el instrumento que elegiste? En tu caso el piano. ¿Por qué?
Realmente el piano lo toqué siempre por mi cuenta, pero en el conservatorio estudié percusión. Fue un poco por rebote. No quedaban plazas en piano, esto fue con 8 años, y entonces mi madre me quería meter en el conservatorio y me preguntaba ¿qué prefieres piano o batería? Que es lo que siempre te dicen. Y yo siempre decía “batería, batería”. Pero después llegas al conservatorio y al final la batería la tocas poco. El piano siempre me tiraba mucho y básicamente me dediqué un poco por mi cuenta. No lo hice especializándome académicamente. Y hacer de la música mi pasión me llega como de un recuerdo muy cinematográfico. Con 8 años mi padre falleció de un cáncer y mi madre, a modo de distracción, me llevó a Disneyland Paris y es algo que tengo grabado en la mente como si lo estuviera viendo ahora mismo. Imagínate, con 8 años entrando en el parque y con la banda sonora de “El rey león” y recuerdo que es la primera vez en mi vida que se me puso “la piel de gallina” escuchando música. Aún recuerdo ese escalofrío que me recorrió el cuerpo. Era una estimulación visual tremenda porque estaba todo lleno de niños y el parque era increíble. Pero recuerdo perfectamente el momento de la banda sonora sonando. Después entras en el conservatorio, y con la exigencia y la presión, se te quita de la cabeza. Fue más adelante cuando decidí “venga vamos a tirar por esto”.
Me comentas que fue tu madre la que insistió con meterte en el conservatorio. ¿Alguno de tus padres son o fueron músicos?
Mi padre era quien tenía la pasión real por la música. Era un hombre muy cultivado que se dedicaba a los libros y siempre tenía un gusto musical muy concreto. Escuchaba a “The Doors”, “Janis Joplin” y ese estilo musical. Recuerdo sus LP’s que aún tengo aquí guardados. Tenía también sinfonías de Beethoven, Wagner o Mahler y fue un poco todo eso. Mi padre era realmente quien tocaba la guitarra, y tenía un teclado con el cual yo jugaba de pequeña. Así que esa pasión me entró más por mi padre, pero luego mi madre aportó toda la parte académica, digamos; estudiar y trabajar.
La realización de un master en composición para cine y televisión (2015) en la Universidad Kingston de Londres… ¿Fue algo vocacional, un experimento en plan “a ver que saco de esto”… o ya lo tenías claro?
Bueno, tuve la típica crisis que tenemos todos en plan “qué queremos ser” y mi madre me insistió en que hiciera enfermería y yo le hice caso porque me decía; “Vas a tener trabajo seguro” y duré te lo juro 4 días contados (*risas*). No llegué a ir a clase. Solo a las presentaciones. Y le dije: “Lo siento mamá yo quiero ser compositora”. Y fue así de claro. Salí de la facultad y perdí un año de carrera. Pero me dije que en ese año me prepararía las pruebas de acceso de grado superior para entrar por composición, y estuve todo el año preparando la prueba de acceso y al final hice composición, y en los últimos años me especialicé en composición audiovisual. Ahí tenía bastante claro que también quería ser compositora de cine. Cuando fui a Londres ya tenía la carrera de composición y el master era para especializarme del todo, saber moverme en el mundo, conocer a gente que se dedicara también a esto, conocer diferentes puntos de vista. Ya sabes, en Londres que es un centro de cultura mundial. Allí conoces a gente de todas partes del mundo y me enriqueció bastante en ese sentido.
Entonces cuando llegaste allí, tenías claro que el cine o el audiovisual sería el medio con el cual te podrías expresar ¿no?
Sí, exactamente.
En el cine, siempre que he tenido la oportunidad de hablar con algún compositor, se dice que tenéis poco margen de libertad a la hora de crear. Estáis al servicio de las imágenes. ¿Cómo sentías que podías expresarte con tu música siguiendo unas directrices marcadas por un director?
Me ha pasado de las dos maneras. Hay directores por ejemplo en cortos que me dijeron “tienes total libertad y haz lo que te parezca” y me dan muy pocas directrices. Pero con Isabel Coixet fue un poco distinto porque ella ya lo tenía muy claro. Pero muchos directores no tienen un vocabulario técnico. No te dicen quiero una composición en LA MENOR o realízame tal escala que sugieran “X”. Es más bien la utilización de algunos términos como “melancólico”, “muy delicado” y claro, en esos términos en música es muy subjetivo y abstracto. Finalmente es sentarte en el piano y a ver lo que sale. Cuando es triste o alegre es más fácil pero cuando te piden algo heroico es más complicado. Isabel me dio pistas de referencia.
Los “temp track” ¿no?
Sí, exactamente. Son aquellas donde te dan una muestra y te dicen haz algo parecido a esto pero más concreto. Y las que utilizaba Isabel eran Sakamoto y compositores que eran fáciles de tratar. Pero vas probando y va saliendo.
Si te digo Sergio Moure de Oteyza… (NOTA: *Sofía asiste a las grabaciones de bandas sonoras del compositor nominado al Goya, Sergio Moure de Oteyza, como ‘Todo es silencio’ de José Luis Cuerda y ‘Time Rojak’ de Isaac Kerlow, donde trabaja como asistente de orquestación*) ¿Cómo llegas a embarcarte en los diferentes proyectos de uno de nuestros compositores más prolíficos?
Sí, conocí a Sergio, pero fue algo muy breve. Fui un par de veces o así. Yo estaba estudiando y quería aprender cómo funcionaba este mundo y él me dijo que me pasara por la grabación de la banda sonora de “Todo es silencio” y fui como asistente de orquestación con Alejandro Román, donde básicamente me dediqué a revisar partituras e imprimirlas. Lo mejor fue estar allí, asistir a la grabación, ver como trabajaba y ver cómo funcionaba el mundillo.
Finalizaste el grado en Enseñanza Primaria. ¿Contemplas la posibilidad de unificar tus dos pasiones? Es decir, ¿te ves como docente impartiendo clases? y doy por hecho que serían de música…
Ahora mismo lo estoy haciendo por supervivencia. Me gusta mucho enseñar en primaria, pero quizás no me vea toda mi vida trabajando ahí. Sí me veo como docente en un conservatorio. En primaria si tú eres maestra o maestro tienes que dedicarte plenamente a eso para hacerlo bien. Y yo soy una persona que si hace un trabajo quiero dedicarme totalmente a ese trabajo para hacerlo lo mejor que pueda. Si me viera de docente me vería en el conservatorio, pues hay muchas menos horas lectivas y tendría más tiempo para componer. Entonces si me iría como docente porque me encanta, pero vería la manera siempre de combinarlo en la medida que yo pueda con el componer para cine, que es mi verdadera pasión. Por el momento no puedo vivir de componer bandas sonoras. Si en algún momento llego a eso… pues ojalá.
¡Seguro que sí!
Ojalá (*risas*).
Del cortometraje se dice que es puro aprendizaje. ¿Estás de acuerdo? Háblanos un poco de la experiencia y si de alguna forma esos trabajos fueron el detonante para decir, “esto sí es lo mío”.
La verdad es que sirvieron como especie de ensayo, aunque yo me lo tomaba totalmente en serio. Los trabajos en cortometrajes me dieron la seguridad para cuando me fui a entrevistar con Isabel y ella dio un golpe en la mesa apoyando las manos, me miro a la cara y me dijo; “¿Sofía eres capaz de componer esta banda sonora?” fue lo primero que me dijo y yo le respondí “Pues claro. Por supuesto”. Entonces, los cortometrajes me dieron seguridad de saber tener esa relación con el director y trabajar con ellos. No hubiese sido lo mismo si yo no hubiese hecho nada. Sí, me sirvieron de mucho y me encantó.
Claro, esa experiencia previa te sirvió sin duda para darte esa seguridad ante tu trabajo con Isabel. ¿Qué música suele escuchar Sofía y si son bandas sonoras, cuál es tu compositor de cabecera?
¡JaJaJa! (*risas*) esa es la típica pregunta complicada que nunca sabemos responder bien. Escucho de todo, absolutamente de todo. Te puedo decir desde canciones Pop hasta óperas de Wagner. Yo es que pienso que por ejemplo Rosalía, que está muy de moda en estos momentos, me encanta. Porque creo que de estilos que no pertenecen concretamente a una música considerada intelectual o elitista, también se sacan cosas y se aprenden cosas. Como por ejemplo en la música electrónica, sobre cómo tratan las texturas. Así, puedo sacar ideas de cualquier estilo para las bandas sonoras. Tengo obras contemporáneas para cuarteto de cuerdas, soprano y piano, para las que he buscado inspiración en “Led Zeppelin”. Es decir, yo escucho de todo. Pero si tengo que decirte referencias del mundo del cine me encanta James Newton Howard, porque con muy pocas notas, se me viene a la cabeza la banda sonora de “Señales”… con un motivo de tres notas te hace una orquestación genial y además funciona muy bien. Me gusta mucho. Además, trabaja él todo, la melodía, la armonía… todo. Es muy completo. También me gusta mucho Nico Muhly que está a caballo entre el cine y lo académico. No sé si lo conoces, es un compositor americano, ¿conoces la película “The Reader”? él me encanta, tuve la oportunidad de conocerlo en Madrid y a él si lo sigo bastante y me sirvió de inspiración para componer. Tiene unos trazos minimalistas a la hora de componer parecidos a Philip Glass. La verdad que básicamente ellos dos.
Está muy bien y me encanta que aportes nombres distintos a los siempre nombrados Williams y Morricone. Y es cierto que un músico o artista se enriquece de diferentes estilos o disciplinas.
Yo pienso que una persona que esté cerrada de mente a ciertos estilos, por cualquier prejuicio que haya, creo que se pierde cosas. Yo siempre estoy con los oídos muy abiertos porque creo que de cualquier cosa puedo sacar algo interesante. Menos del reggaetón, de ahí no creo (*risas*). Pero de los diferentes estilos nuevos que van saliendo, siempre escucho por si hay algo que me interesa.
Es inminente el estreno de “Elisa y Marcela” (7 de junio) tu debut en el largometraje, y desde el anuncio del filme y al ver los créditos de la compositora de la BSO, ya saltaron las alarmas y muchos nos preguntamos ¿Quién es Sofía Oriana? ¿Cómo nace esta historia donde una joven compositora de Santiago de Compostela se postula para hacer la música de la última peli de Isabel Coixet?
Pues de la manera más estúpida posible. Simplemente estaba yo sentada con mi portátil y leo la noticia que Isabel Coixet estaba rodando o iba a empezar a rodar una peli sobre “Elisa y Marcela”. Creo que sobre el 24 de febrero porque era mi cumpleaños. Yo leí esa noticia y lo repito una y otra vez, soy cero metafísica, ósea, no creo ni en Dios, ni en nada parecido. Pero te juro que hubo algo que extraño, se alinearon los astros o yo qué sé (*risas*). Yo solo pensaba al leer esa noticia; “cómo molaría ser la compositora de esta película”. Y ahí están los dos tipos de personas que puede haber. Las que se quedan sentadas en el “cómo molaría” y sueñan, o las que dan el paso de… “por mis cojones” lo voy a intentar. Yo me vi desde un principio muy determinada y me dije; “oye si no pasa no voy a perder nada y si pasa lo gano todo”. Entonces hice todo lo posible, mandé mails a todas las productoras que encontré por internet e investigué. Jamás me contestaron a ningún email. Pasaron un par de días y llamé directamente a la productora “Rodar y Rodar” en Barcelona. Les dije que quería formar parte del proceso de selección. Y todo comenzó por ahí. Ese mismo día por la tarde me llegó un mensaje de Isabel Coixet a Instagram. Empezamos hablar y le mandé mi porfolio de composiciones. Me puso a prueba y bueno… Hasta que la convencí y me dijo que sí.
Eres un ejemplo claro de arriesgarse y ganar. ¿No?
Bueno es que no podía hacer otra cosa. ¿Qué voy hacer, esperar a que me llame a mi Isabel Coixet? (*risas*)
Sería fantástico que al igual que Alfonso Vilallonga te conviertas en uno de sus compositores de cabecera.
Yo ya le dije que siempre iba a estar disponible para ella (*risas*).
Es que debutar con Isabel Coixet es muy grande.
Pues sí. Yo aún sigo en la nube.
“Un gran poder conlleva una gran responsabilidad” Tío Ben (Spider-man). En tu caso, al hacer esta BSO ¿qué responsabilidades o riesgos has tenido que asumir?
Buena pregunta. Responsabilidades durante todo el proceso de composición, ya que estuve en constante tensión pensando en que me iban a despedir en cualquier momento. En plan “esta no vale, la largamos”. Y tenía la responsabilidad de que tenía que dar un nivel en este sentido. Estamos hablando de una de las más o la más importante directora de este país. Sentí que tenía muchísima responsabilidad de un nivel de calidad, y eso influye en que das muchas vueltas a lo que estás componiendo. No vale lo primero que te salga. Es insistir mucho y pasar muchas horas. Escuchar muy bien y analizar las referencias. Estudiarla a ella y qué música le gusta. Y por supuesto hacerlo lo mejor que uno puede al 100%. Y bueno, asumir que te van hacer críticas para bien y para mal. Yo nunca he estado expuesta a este nivel.
¿Qué referencias de otros compositores te indicaba la directora?
Ryūichi Sakamoto, Max Ritcher y también alguna de Nico Muhly. Me hizo una lista de reproducción de Itunes y ahí tenía muchas cosas.
Estos compositores hacen una música muy bella.
Sí, era una música muy delicada. También había electrónica e íbamos definiendo un poco. Al principio la cosa estaba muy en el aire y fuimos probando. Tampoco fue una cosa definida. Estuvimos experimentando según lo que se iba rodando e iba quedando con la imagen. Porque una cosa es lo que tienes en la cabeza y otra es cómo luego va quedando materializado con las imágenes.
Lo que estás contando es muy interesante. ¿Cuál fue el proceso de creación y el trabajo conjunto con la directora?
La primera vez me mandó la secuencia de apertura de la película y ahí le hice unas cinco versiones con diferente instrumentación y estilos. De esas ella eligió la que más le gustaba. Le encantó y es la que está como definitiva en la película. A partir de ahí ya definimos la instrumentación que sería cuarteto de cuerda, piano y electrónica. Ya con esa base iba buscando el tema y la unidad estilística. Por ejemplo, con cuarteto de cuerda y electrónica puedes hacer prácticamente cualquier estilo. Por lo tanto, es una mezcla de mi herencia más académica, que son clásicos como Beethoven, Chopin o referencias a Bach también. Y luego intentar modernizar todo eso con el tema de la electrónica y buscar algún estilo original. También dejé mucho a la improvisación. No quise rayarme mucho. Me sentaba delante del piano y el piano me decía inspírate, inspírate.
Y es que también estaba en un estado de extremada sensibilidad porque dio la fatal coincidencia de que justo al empezar a componer falleció mi madre y entonces me encontré en una situación de las más complicadas de mi vida. Porque tenía por un lado la mayor tragedia y por el otro la mayor alegría. Estaba en un mar de emociones, que de ahí salían cosas… que yo creo que esta banda sonora es tan especial no solo por ser la primera, sino también por la carga sentimental que lleva encima. Eso precisamente es lo que me dice mucha gente que la ha escuchado; “¡Buah! Es que lleva una carga emocional increíble” y digo que es normal porque es la situación en la que yo estaba. De alguna manera contribuyó a la temática porque ellas llevan esa doble carga emocional. Por un lado, el amor y por el otro la rabia y el dolor de estar reprimidas. Entonces yo creo que… ya te dije que era cero metafísica… pero es que me han pasado una serie de cosas surrealistas.
Sin duda esta música tiene muchísimo de ti por lo que me estas contando.
Todo. Además, a Isabel no se lo dije en ningún momento hasta que ya acabamos todo y me dieron un sí definitivo. A nadie del equipo le conté nada porque también tenía algo de miedo de que me vieran incapacitada para que no pudiera sacar adelante este trabajo. Se ha incluido al final de los créditos una dedicatoria a mis padres. Así que la banda sonora está dedicada “in memoriam” a mis padres. Es lo que te digo. No solo es especial por ser mi primera banda sonora, sino por todo.
La verdad es que debe ser así. Ya es bastante emotivo escucharlo según me lo estás contando… así que la música debe llevar una carga emocional brutal. Estoy deseando de ver la peli y escuchar esa música.
¿Qué te pareció y cómo viviste el paso de la película con polémica incluida en la Berlinale? (*NOTA: Polémica debido a la producción por Netflix de la película y su emisión en ‘Streaming’ en la plataforma, además de en cine de forma limitada). Bajo mi punto de vista una polémica absurda. Porque no deja de ser cine, da igual el medio que se emita o proyecte.
Es totalmente lo que estás diciendo tú y es lo que decía Isabel. Porque ella tuvo que aclararlo también en la rueda de prensa y efectivamente es ridículo porque las plataformas se adaptan a los nuevos tiempos de consumo. No deja de ser cine, ¿qué más da que se proyecte en una pantalla o en otra?
Y esa experiencia en un festival tan importante, dónde Isabel Coixet es tan querida, ¿Cómo fue?
La verdad es que fue increíble. Yo llegué allí y no me lo podía creer. Primero fue el shock de ver a las actrices porque yo estaba tan acostumbrada a verlas en pantalla doscientas mil veces, una y otra vez, horas y horas, que cuando llegué allí y las vi en carne y hueso dije; “mi madre”, ¿Sabes? Ya me las presentó Isabel en un catering previo antes de llegar al teatro y allí estábamos todo el equipo hablando y flipé. No me lo podía creer y luego pasar por la alfombra roja, ver que estaba mi música en una sala llena de gente y esa misma gente aplaudiendo a rabiar. Porque eso sí, de Isabel rajan muchísimo, a los críticos me refiero, pero luego el público o el espectador normal, que simplemente va a apreciar el arte, estuvieron con exactitud unos tres minutos y medio aplaudiendo al final, y esto lo sé porque es lo que dura mi tema musical de los créditos finales.
En definitiva, es lo que cuenta, que a la gente que asistiera a la sala le gustara.
Sí, a la gente le gustó y por aquí las opiniones que estoy escuchando son positivas. Después la crítica especializada la pusieron bastante mal; “The Hollywood Reporter” o “The Guardian” que me pareció bastante injusto porque yo creo que una crítica sobre lo que sea debe sacar aspectos positivos y negativos siempre. Y estas críticas fueron muy destructivas e injustas. La película tiene cosas muy buenas, y puede gustarte o no gustarte como a todo el mundo. Pero hay muchas cosas positivas que sacar, aunque no te haya gustado.
Es cierto que con el cine de Coixet yo tengo un romance eterno, porque realmente toda su filmografía me gusta y siempre le encuentro algo. El sello de la directora está en todas sus películas, e incluso a “Mi otro yo” que es un thriller adolescente y en apariencia alejado de su estilo, le encuentro muchas virtudes y reconozco a la directora. No obstante, aquí la crítica en España ha sido más dispar.
Pero sin duda con el lanzamiento de Netflix ahí si vais a poder testar el éxito de la película a nivel mundial y de masas.
Sí, supongo.
¿Cómo fue la grabación? Supongo que de todas tus composiciones esta habrá sido la más cuidada a niveles técnicos. ¿No?
La grabación fue normal y corriente. Lo que tenía de especial era el sitio porque la grabamos en el “Hostal reyes católicos” al lado de la catedral y es que tienen un piano que suena estupendo. Se hizo en una capilla y tenía ese significado religioso que se llevaba en la propia acústica del espacio. Fue muy bien. La grabamos del tirón en un día, y la verdad es que tuve mucha suerte porque pude contar con unos músicos espectaculares que lo hicieron genial, y quedé muy contenta con el resultado de la grabación.
Esta entrevista es previa al lanzamiento de la película en Netflix y aún no hemos podido escuchar su música. Así que nadie mejor que tú para describirnos la música que acompañará a “Elisa y Marcela” en su historia de amor. ¿Qué nos puedes decir?
Diría de ella que es una música preciosista. Busca mucho esas sonoridades delicadas y melancólicas. Y en aspectos técnicos hay partes de piano solo que han comparado con Erik Satie. Pero en realidad es un estilo muy eclético y hay de todo. Es mi visión de lo que soy yo en la música. De lo que he mamado estudiando de la composición más clásica. Tiene mucho de romanticismo y partes impresionistas. Es una mezcla entre esos dos estilos.
¿Nos puedes adelantar si tu música va a ser editada con algún sello, ya sea en físico o en digital, o si se podrá escuchar en canales como Spotify o YouTube?
Sí, estará en ese tipo de plataformas, pero de eso se encarga Netflix. Y seguro que estará en Itunes. Ahora bien, ¿si va a salir en CD o no? Tengo que consultarlo.
¿Ha habido alguna propuesta por parte de algún sello?
Sí que me han escrito y se han puesto en contacto conmigo alguna agencia de Londres, pero no lo tengo muy claro por el tema de Netflix. Al ser la distribuidora, deberían certificarlo ellos. Tendremos que investigar a ver si se puede hacer. Pero en Spotify sí estará.
Para terminar. ¿Qué nuevos proyectos tiene Sofía en el futuro más inmediato?… Si los puedes y quieres compartir con nosotros…
Justo hace una semana o dos me llamaron para hacerme un encargo la Filarmónica de Galicia. Así que para octubre contamos con un estreno en La Real Filarmónica de Galicia. Esto es lo más inmediato.
Desde SoundTrackFest te deseamos lo mejor. Gracias por dejarnos conocer un poco más de ti y de tu trabajo. ¡Muchas gracias!… Y espero no haberte robado mucho tiempo.
Pues muchas gracias a ti. Y nooo, ¡no te preocupes!
Entrevista por Rafa Melgar