The World of Hans Zimmer – Londres – Marzo 2019
El pasado sábado 23 de marzo, la gira ‘The World of Hans Zimmer – A Symphonic Celebration’ pasó por Londres, y Stella Lungu, que acudió a dicho concierto, nos cuenta sus impresiones sobre el espectáculo en este artículo para SoundTrackFest.
THE WORLD OF HANS ZIMMER - LONDRES - 23 DE MARZO DE 2019
Personas de todo el mundo viajaron a Londres el sábado para deleitarse con las legendarias obras maestras cinematográficas de Hans Zimmer. Parte de la gira The World of Hans Zimmer – A Symphonic Celebration, el concierto tuvo lugar en el SSE Arena de Wembley, que contó con una gran cantidad de fans y entusiastas de su música.
Zimmer es uno de los primeros compositores que tomó el maravilloso mundo de la música de cine de la gran pantalla, y lo acercó a las masas, llevando así su nombre a las listas de celebridades musicales como las bandas de rock o las estrellas del pop. Iluminando el poder y la belleza atemporal de la música de cine, Zimmer ha demostrado una y otra vez durante su larga carrera, que la partitura de una película no es necesariamente una mera herramienta que apoya la visión de un director, sino una forma de arte por derecho propio, que no requiere un refuerzo visual.
A pesar de que el compositor no asistía al concierto en Londres, uno podía sentir el amor y la reverencia que abundaban en el lugar cada vez que aparecía en la gran pantalla detrás de la orquesta. El compositor grabó previamente algunos mensajes y entrevistas con varios de sus colaboradores habituales en su estudio en Santa Mónica, colaboradores con los que ha trabajado durante años, y esas entrevistas se proyectaron en las pantallas intercaladas con los temas que se fueron interpretando.
Siempre con humor y como una persona con los pies en la tierra, Zimmer recordó varias experiencias durante colaboraciones pasadas mientras conversaba con gente como Ron Howard, Nancy Meyers y Lebo M.
El concierto presentó arreglos sinfónicos nunca antes escuchados de algunas de las piezas más queridas de Zimmer. El compositor pasó meses transformando sus legendarios temas para ser interpretados de forma sinfónica en grandes salas de conciertos, y los ricos arreglos dan testimonio de su arduo trabajo.
El concierto comenzó con vigor con una versión renovada de The Dark Knight, aumentando la tensión mediante la poderosa percusión característica de Zimmer. Las cuerdas fueron brevemente acariciadas por riffs de guitarra a la deriva, que luego fueron recibidos por la reconocible y audaz sección de metales.
Habiendo acumulado ímpetu y emoción, el programa continuó con los ritmos de King Arthur. En contraste con la gira “Hans Zimmer Live”, que presentaba imágenes abstractas, el público pudo disfrutar de escenas de películas que acompañaron a la música. Las secuencias fueron seleccionadas por el propio Zimmer y representan escenas que eran importantes para él.
Tan pronto como la orquesta y el coro terminaron de tocar la pieza King Arthur Orchestra Suite, Zimmer hizo su primera aparición en la pantalla diciendo algunas palabras sobre la gira y presentando a su viejo amigo, Gavin Greenaway, quien es el director principal de la Symphony Orchestra of the Bolshoi Theatre de Bielorrusia en esta gira.
La siguiente pieza fue la suite de Mission Impossible 2, un tema querido que a Zimmer se le había pedido en numerosas ocasiones que se interpretara en directo, pero que no pudo hacerlo hasta ahora, debido a los requisitos logísticos involucrados. (¿Alguien dijo «gran orquesta?!”)
Las notas románticas de la guitarra solista fueron introducidas por los diestros dedos de Amir John Haddad; el extraordinario guitarrista de esta gira. Bajo la dirección magistral de la batuta de Gavin Greenaway, los músicos fueron guiados a un apasionado flamenco orquestal que empapó la arena en una alegría de vivir española.
Una gentil Lisa Gerrard hizo su aparición en la segunda mitad de la suite, envolviendo el lugar con su oscuro y distintivo timbre operístico.
La suite de Pearl Harbor cautivó a la audiencia en un viaje melancólico de 5 minutos, solo para ser contrastada por una suite sombría de Rush.
La primera mitad del espectáculo terminó con una suite orquestal de 20 minutos de The Da Vinci Code. En una breve aparición en pantalla junto con Ron Howard, Zimmer reveló que había decidido compartir su versión de El Código Da Vinci con el mundo. Refiriéndose a la pieza como su “cuaderno de bocetos completo”, afirmó que esta era la forma en que había pensado en la historia, que no es lineal al guion, pero que tiene todos sus ‘experimentos’ en ella.
La suite estaba dividida en cuatro partes, y la soprano Katharina Melnikova abrió la primera pieza con su voz angelical. Una miríada de luces azules reveló al coro que hasta entonces había permanecido escondido detrás de la orquesta en un andamio alto.
Las dos primeras partes tenían un carácter litúrgico y familiar, pero era de alguna manera de otro mundo, sugiriendo algo similar al día del juicio final.
La tercera parte comenzó con un sentimiento más melancólico, encabezada por Rusanda Panfili al violín y Marie Spaemann al violonchelo.
La cuarta y última pieza fue una versión ligeramente modificada de Chevaliers De Sangreal, que terminó la primera parte del espectáculo.
Después de un intermedio de 20 minutos, el programa continuó con un tono alegre y edificante, ofreciendo una versión orquestal de ‘Best Friends’ – Madagascar, una suite de Spirit, una versión de orquesta de ‘Oogway Ascends’ – Kung Fu Panda, así como una suite orquestal de The Holiday.
Para mantenerse en sintonía con la tendencia del concierto de llevar al público en una montaña rusa emocional, la arena de repente se puso roja y Marie Spaemann comenzó a interpretar el tema de Hannibal al chelo. El tema del amor, que fue escrito originalmente para 28 chelos, relata la desafortunada historia de amor entre Hannibal Lecter y Clarice Starling.
Luego el programa continuó con una suite de The Lion King. Según el compositor, la obra de 9 minutos contenía las piezas que escribió sobre su propia experiencia, de cuando su padre murió siendo él muy joven. De eso trata la película para Zimmer, y en consecuencia, se había convertido en un réquiem para su padre. La pieza comienza con ‘We Are All Connected’, viaja a través de ‘Stampede’ y ‘Mufasa Dies’, para luego culminar con Circle of Life.
Para deleite de la audiencia, Lisa Gerrard apareció en el escenario para cantar sus icónicos temas en una suite de tres partes de Gladiator. Se le unió en el escenario la cantante y compositora Asja Kadrić para la última parte titulada ‘We Are Free’. Creo que no me equivoco al decir que cuando las dos cantantes terminaron su interpretación, todo el mundo en la audiencia tenía la piel de gallina.
‘Time’ de Inception (Origen) fue, por supuesto, una pieza imprescindible. Y como nadie podía esperar reemplazar a Zimmer en el escenario para tocar su piano, se proyectó una grabación del compositor en la pantalla, con la cámara girando alrededor de él mientras tocaba la melodía.
El concierto concluyó con Pirates of the Caribbean/Piratas del Caribe, que puso a todos los solistas al frente del escenario mostrando su destreza instrumental: Eliane Correa al acordeón, Amir John Haddad a la guitarra, Rusanda Panfili al violín, Marie Spaemann al violonchelo y, por supuesto, al único e incomparable Pedro Eustache a la flauta.
Con sus ricos arreglos orquestales, secuencias de películas y efectos visuales cuidadosamente preparados, músicos estelares y espléndido director de orquesta, The World of Hans Zimmer es una experiencia sinfónica deliciosa por derecho propio que no deberías perderte.
Artículo escrito por Stella Lungu