Concierto ‘Premio France Musique – Sacem de la Música de Cine’ – Samy Thiébault y Philippe Rombi – RESUMEN

El pasado 31 de enero, Orquesta Filarmónica de Radio France dirigida por Bastien Stil, rindió homenaje a Philippe Rombi en el concierto “Premio France Musique – Sacem de la música de cine” donde también tuvo lugar el estreno mundial de la pieza Crêtes, encargada por Radio France y compuesta por el ganador del concurso Samy Thiébault (leer más).

 

Nuestro amigo y colaborador Benoit Daldin estuvo allí y nos ofrece este artículo en exclusiva para SoundTrackFest.

 

Philippe Rombi o el triunfo de la melodía

La música de cine actual a veces enfrenta a los melodistas con los “diseñadores de sonido”, defensores de un enfoque más minimalista donde el ambiente tiene prioridad sobre la melodía y los leitmotivs. No nos limitaremos a resolver aquí este debate porque los dos enfoques suelen dar buenos resultados, pero lo cierto es que el compositor homenajeado este 31 de enero de 2025 en el auditorio de Radio France pertenece a la primera de estas dos categorías.

El programa del concierto fue el siguiente:

 

Philippe Rombi, cuya carrera exclusivamente francesa le llevó a escribir partituras para todos los géneros cinematográficos, desde el más independiente hasta el más popular, bien mereció su gran velada de homenaje en la “Grande Maison”. El concierto, retransmitido en directo por France Musique, comenzó con una pieza del ganador del premio SACEM de música cinematográfica 2024, Samy Thiebault, titulada “Crêtes” en torno a la idea de aventura terrestre y espiritual, un concepto bien desarrollado en este poema sinfónico en cuatro partes.

 

Luego vino la parte dedicada a Philippe Rombi: su genio melódico, su sutil ciencia de la orquestación y su adaptabilidad a todos los estilos dieron lugar a un programa de gran calidad, defendido con evidente convicción por la Orquesta Filarmónica de Radio Francia y su director Bastien Stil, que establece aún más su reputación de precisión y dominio de los colores en este repertorio que tantos directores “clásicos” todavía menosprecian.

 

Rombi es tal vez conocido principalmente por su fidelidad a algunos grandes directores franceses, desde François Ozon, de quien firmó la mayoría de las bandas sonoras originales de sus películas, hasta Christian Carion (cuya música para “Joyeux Noël” sigue siendo una de sus obras maestras) o incluso Christophe Barratier. Musicalmente, y sin copiarlos nunca, es digno heredero de Legrand, Williams, Rota, Mancini, Jarre tanto en la originalidad melódica como en la variedad y riqueza de las orquestaciones.

 

La primera parte del programa da protagonismo a las películas de Ozon, desde los temas líricos de Angel o Sous le Sable, hasta el sublime diálogo entre cuerdas, violonchelo solo y piano de Dans la maison, pasando por una de las oraciones más bellas que uno puede imaginar: Ave María, extracto de Joyeux Noël, cantada por Jolien de Gendt, lamentablemente menos conmovedora que Natalie Dessay en la versión cinematográfica.

 

El talento de Rombi es saber integrarse perfectamente en el universo de las películas a las que sirve y el contraste entre el universo de las películas de Ozon y el resto de la programación es la demostración absoluta de ello: la frenética partitura de las dos películas de la animación Astérix de Alexandre Astier o el de la exitosa comedia Bienvenue chez les Ch’tis de Dany Boon son momentos agradables de esta velada, con la ayuda de una mesa de percusión que parece tanto divertirse tocando esta música que el público la (re)descubra.

 

La ciencia de la orquestación de Rombi funciona de maravilla en lo que se puede considerar entre dos de sus más bellas bandas sonoras originales: Jeux d’Enfants y Une hirondelle a fait le Printemps, para las cuales el propio compositor se puso al piano (un pianista soberbio, con una voz etérea). Tampoco olvidaremos Potiche, Un nuevo amigo o La nueva guerra de los botones, pero el punto culminante del concierto seguirá siendo este «Himno de los fraternizados», un momento de intensa emoción de la película Joyeux Noël y que nos hace preguntar cómo una pieza así no se ha convertido todavía en un estándar para todos los coros del mundo.

 

Philippe Rombi, visiblemente muy emocionado, salió a saludar a un público en pie, demostrando, si fuera necesario, que la bella música sólo se necesita a sí misma para conmover y que todos estos grandes compositores que se esconden en lo salas oscuras detrás de los personajes de las películas que magnifican, por fin tienen su lugar a plena luz, en las salas de conciertos más grandes.

 

Artículo por Benoit Daldin

Fotos por Gorka Oteiza