Ennio Morricone nos ha dejado a los 91 años – Artículo Especial
Hace un mes, el 5 de junio, os anunciábamos la alegre noticia de la concesión del Premio Princesa de Asturias de las Artes 2020 a los legendarios compositores Ennio Morricone y John Williams (leer más).
Sin embargo, ayer lunes 6 de julio, nos despertábamos con la triste noticia del fallecimiento del Maestro Ennio Morricone en Roma a los 91 (leer más).
Hoy os traemos un breve homenaje que ha escrito el pianista y compositor Pablo Laspra, Director del Festival “Oviedo FilmMusic Live!”, para el periódico asturiano La Nueva España.
Este artículo se ha publicado en la edición de hoy martes 7 de julio, y Pablo Laspra ha querido compartir dicho artículo especial con todos los lectores de SoundTrackFest.
MUERE ENNIO MORRICONE A LOS 91 AÑOS
En el día de ayer todos los amantes de la música de cine nos despertábamos con una amarga e inesperada noticia: la muerte del compositor Ennio Morricone, que deja huérfanas a más de 400 composiciones para cine y televisión.
El maestro, que ingrata e inexplicablemente solo ha recibido dos premios Oscar (uno honorífico en el 2006, y otro por Los Odiosos Ocho, en 2015), era un hombre reservado, cauto en el trato, parco en palabras y con un carácter distante que, en cierta manera, se había desarrollado no por exceso de ego y soberbia (rasgos de los que jamás hizo exhibición, a pesar de ser un compositor consagrado y sublime), sino por las penurias tanto personales como musicales que tuvo que vivir en su infancia. Maltratado por sus compañeros de conservatorio y malviviendo en una Italia plagada de fascistas y nazis, se forjó un carácter rudo y compartimentado para poder sobreponerse a todo ello y salir adelante, trabajando primero como arreglista y orquestador en programas de la RAI (siendo también a veces compositor “en la sombra” de películas que luego firmaban otros coetáneos como Mario Nascimbene o Alessandro Cicognini), y posteriormente en la discográfica RCA.
A pesar de todo, supo afrontar todos estos trabajos, algunos de los cuales fueron para películas de escaso o nulo éxito, tan solo por asegurarse un sueldo y una comida sobre la mesa. Es por ello que tras entrar en contacto con el director Sergio Leone empezó a crear melodías icónicas en la historia del cine. Y es que el maestro era un cineasta en estado puro: conocía el oficio y contaba con gran versatilidad, innovando y aportando buenas ideas que se transformaron en grandes aportaciones al cine internacional.
Contaba el maestro que era el propio Leone quien le “exigía” de alguna forma unas melodías recordables, fácilmente cantables por el público y que Morricone esbozaba sobre el piano en sesiones con el director, para posteriormente aplicarles esa cuidada y mesurada orquestación: una elección de los instrumentos extremadamente acertada, que generaban un correcto diálogo entre ellos mismos con bellísimos motivos temáticos y con el gran aporte (marca de la casa) de la incorporación de las melodías silbadas como un instrumento más.
A pesar de que Morricone siempre expresó que consideraba de sus peores composiciones a todas estas partituras del western, como las compuestas para “El bueno, el feo y el malo” o “Por un puñado de dólares”, han permanecido en la memoria de todos y así seguirán, porque Ennio Morricone no muere del todo mientras su gran arte, su música, siga sonando entre todos nosotros. Y la calidad de la misma hará que así siga siendo. Hasta siempre, Maestro.
Artículo escrito por Pablo Laspra Ferrero
Fotos por Gorka Oteiza