The Adventures of Laimar – Entrevista con Iván Capillas

Hace unas semanas publicamos una noticia sobre la música compuesta por Iván Capillas para el proyecto personal ‘The Adventures of Laimar’ (ver más), una obra en 4 partes, que fue grabada en diciembre de 2018 con la Bratislava Symphony Orchestra dirigida por David Hernando Rico, y que fue mezclada en Enero de 2019 en el estudio del ingeniero de sonido Mikel F Krutzaga, a donde SoundTrackFest fue invitado (ver más).

 

Gorka Oteiza ha conversado con Iván Capillas sobre este proyecto, sobre sus orígenes, y sobre la música, en una entrevista que os dejamos a continuación.

 

THE ADVENTURES OF LAIMAR - AUDIO - BANDCAMP

 

ENTREVISTA - IVÁN CAPILLAS - THE ADVENTURES OF LAIMAR

Muchas gracias Iván por dedicarnos un rato para contar a todos los lectores de SoundTrackFest tu proyecto personal ‘The Adventures of Laimar’.

¡El gusto es mío de poder compartir esto con vosotros!

 

La primera pregunta es bastante típica, pero es obligada para conocerte un poco mejor. ¿Cómo así decide Iván Capillas hacerse compositor de música para cine/el mundo audiovisual? ¿Es algo que tenías claro desde pequeño? ¿Hay algún momento que recuerdes y digas, “esto me ha llamado mucho la atención quiero ser compositor”? ¿O te metiste en el mundo de la música y una cosa llevo a la otra?

Yo en principio iba para ingeniero, porque ya sabes cómo son los padres, la música está bien pero no les parecía  una profesión viable (*risas*).  A mí desde pequeño me interesó la música, y no es que tuviera ningún amigo del alma que estudiara música o similar, es que sin más, me gustaba la música. El tema es que un año los Reyes Magos le dejaron a mi hermana en casa de mi abuela un piano de juguete, de esos de madera de tres patas.

Bueno, pues mi hermana no le hacía ni caso al piano, y yo, por mi curiosidad, intentaba tocar con un dedo todas las bandas sonoras de los dibujos animados que escuchaba en la tele…  que si Comando G, que sí Willy Fog, ¡y disfrutaba como un enano! De vez en cuando también me animaba con las canciones de la radio que ponían mis padres. Todo de oído. Y así fue como vi que aquello me gustaba, que me entusiasmaba, y empecé a pedir que me apuntaran a clases de piano.

La reacción de mis padres fue algo así como “mira qué gracioso el niño, le ha gustado el juguete… ya se le pasará”. (*risas*).  Pero la verdad es que no se me pasaba. Yo era tan inocente, que me decían “¿Qué quieres para reyes? ¿Una bicicleta o clases de piano?”, y les pedía las clases de piano.  Y así, a base de mucho insistir, ¡al final lo conseguí!

 

¿Con cuántos años fue esto?

Empecé piano con 5 o 6 años. Muy jovencito. Creo que en realidad empecé sobre los 6, pero llevaba tiempo pidiéndolo (*risas*). A mí lo que me atraía era la idea de poder tocar de oído todo aquello que escuchaba en los dibujos animados que veía de niño. Pero en realidad, a medida que me fui haciendo mayor y aprendí a tocar el piano, me di cuenta que no solo me gustaba reproducir la música que escuchaba, sino que también quería poder hacer yo música.  No hay un porqué claro, simplemente el cuerpo me pedía que tenía que dar ese paso.  Y así fue como me apunté a clases de composición en el conservatorio. Allí me enseñaban el formato clásico y tradicional, que si la sonata, que si el poema sinfónico… pero a mí lo que me apasionaba era explicar historias, y no tanto la teoría, sino la práctica, y la mejor manera de explicar historias le encontré en el mundo audiovisual.  A partir de darme cuenta de eso, estudie también dirección de orquesta, porque pensé que si en algún momento acaba trabajando en ese mundo, necesitaría tener el conocimiento de cómo funciona una orquesta y hasta ponerme enfrente de ella para poder dirigir mi música o grabarla.

Iván Capillas - Orquesta

 

Cuando empecé con esto, me di cuenta de que aquí había pocas opciones para estudiar la música aplicada al mundo audiovisual,  lo cual era un poco desesperante, porque lo que tenía en el conservatorio era un estilo completamente clásico y muy encasillado.

 

Un día que fui al conservatorio, al ESMUC, a buscar unas partituras que tenía que dirigir, vi un anuncio que ponía que la SGAE organizaba un taller de música para cine en Madrid. En ese taller solo cogían a 7 personas, y a esas personas les ponían en una orquesta, la Joven Orquesta de la Comunidad de Madrid, para hacer una grabación.  Yo pensaba que al ser solo 7 personas a nivel de toda España, era poco menos que misión imposible que me cogieran, pero también pensé que por enviar una solicitud no perdía nada. Así que envié las obras que había hecho en composición, que curiosamente eran muy narrativas, ya que yo hacía música siempre intentando explicar una historia,  y tuve la suerte de que me cogieron. Esa fue mi primera experiencia. Eso fue aproximadamente por 2005/2006.

 

El taller en sí consistía en hacer la música de un cortometraje, viviendo para ello todo el proceso: componer, preparar las partituras, grabarlo con una gran orquesta, estrenarlo… lo más parecido a lo que sería el proceso normal, pero que en aquel momento no teníamos aquí. Con el empujón de este curso, fui haciendo algunas cositas más y las fui presentando por aquí y por allá, en los pocos sitios en los que había opciones de presentarlas, con la suerte de que les gustaba lo que hacía y me nominaban a premios de vez en cuando, lo cual me iba animando a seguir.

Iván Capillas - Premios

 

Todas esas experiencias, me han permitido escribir bastante para cortometrajes, algunos documentales, publicidad, e incluso algún largometraje de bajo presupuesto.

 

Se podría decir que con todos esos proyectos has ido labrando una carrera, a la espera de que surja una gran oportunidad…

Para este año hay alguna oportunidad interesante, pero no se puede contar nada todavía. (*risas*)

 

Haces bien, ¡no hay que vender la piel del oso antes de cazarlo! (*risas*)

Sí, la verdad es que nunca sabes lo que va a pasar. Por ejemplo, suelo tener  la costumbre de colocar los premios que me dan en redes sociales y foros y demás. Pues con uno de estos premios, lo colgué en unos foros donde hay miles de personas, entre ellos directores, escritores y demás,  pero sin ninguna intención particular concreta. Y al de poco me contactaron de una productora de Estados Unidos para una producción muy grande, que iba a ser una trilogía, que tenía un presupuesto muy elevado… ¡y que querían que les hiciera la música!  ¡Imagínate mi sorpresa!  Al final hubo problemas de derechos con el guion, y el proyecto ha quedado en el limbo. A lo mejor un día se hace o no, pero como puedes ver, lo mejor es no decir nada hasta que el proyecto sea algo firme.

 

¡Totalmente de acuerdo!

Lo bueno es que he seguido manteniendo el contacto con esta gente, y aunque ese proyecto no salió adelante, ellos han estado viendo los trabajos que he ido haciendo, y tenemos algún otro proyecto que puede salir adelante dentro de poco.  Como ves, lo bonito es que cuando menos te lo esperas, surge alguna oportunidad, y surge algún interés por parte de la gente, que te lleva a proyectos muy interesantes.

 

Pues sí, eso es, porque en este mundillo de la música de cine, nunca sabes cómo van a discurrir las cosas, así que lo mejor es trabajar mucho, intentar hacer lo que te gusta, y estar pendiente para agarrar las oportunidades cuando surjan… ¡o para crearlas si puedes!

Eso es. Muchas veces me preguntan cómo me organizo, y la verdad es que ante eso solo hay una respuesta… ¡no me organizo! (*risas*) Es decir, ¡no tengo control sobre los proyectos que llegan! Ahora bien, una vez que estoy trabajando en algo, sí que hay un plan y una organización, pero entre proyectos, es todo muy aleatorio.  Lo mismo estoy unos días tranquilo haciendo unos temas y de repente me llega un correo o una llamada de un trabajo urgente, como por ejemplo de un anuncio de publicidad o algo breve, y me cambian completamente los planes.

Iván Capillas - Orquesta

 

Ahora por ejemplo estoy de profesor de Film Scoring, en la Universidad de Girona, en un diploma universitario, y en Barcelona en un máster, y el año que viene empezamos con el grado… y como ves, a veces las cosas vienen todas juntas, ¡sin buscarlas!

 

Por lo que veo, ¿le dedicas bastante tiempo a los temas académicos verdad? Es curioso cómo las jóvenes generaciones están cada vez más interesadas en aprender composición para el cine/medios audiovisuales, y los compositores más veteranos y con experiencia acabáis dedicando algo de tiempo al mundo de la docencia…

Pues sí, y lo bueno del caso es que se han despertado las conciencias, y que se han dado cuenta que hay mucha gente que está como estaba yo hace tiempo, que buscaba y no encontraba… Ahora hay gente que busca, y les están dando opciones.  Hay una necesidad, porque hay mucha gente a la que le gustaría estudiar esto, y no podía por falta de oferta  formativa. Pero por suerte, cada vez hay más opciones, incluida la posibilidad de estudiar música para el audiovisual en la universidad, al igual que muchos otros países. La cosa va lenta, pero poco a poco se está avanzando en este aspecto.

 

Hablando de temas de formación, ahora das clases de música para el audiovisual, pero antiguamente fuiste profesor de otros temas, ¿verdad?…

Sí. (*risas*). Siempre me ha atraído la informática, empecé montándome mi primer ordenador y terminé dando clases a técnicos para reparación de ordenadores, para montaje de redes y demás. Todo en temas relacionados con la tecnología y la informática. Era un trabajo que pagaban bien y a media jornada, y me permitía disponer de tiempo y dinero para dedicarme a lo que me gustaba,  la música de cine, y para pagarme los estudios de dirección, y todas estas cosas que he contado antes. Cuándo nació mi primer hijo, mi mujer también trabajaba, y nos planteamos que no merecía la pena estar los dos fuera de casa y tener que coger a alguien para cuidar a la criatura, Así que ese fue el momento de dejar el trabajo, e intentar dedicarme a lo que me gustaba, la composición. Fue a partir de ese momento que empecé a hacer cosas con más dedicación y más en serio.

 

Bueno Iván,  pues ahora que te conocemos algo mejor, vamos a hablar sobre tu última obra ‘The Adventures of Laimar’.  Si no me equivoco, este proyecto es algo que tenías en la cabeza hacía bastante tiempo, pero que no había surgido la oportunidad de sacar adelante, ¿verdad? Cuéntanos…

Sí, siempre había pensado que alguna vez que grabara con orquesta y me sobrará algo de tiempo, lo iba a aprovechar para hacer algo diferente y especial. Pero esa ocasión, no acababa de llegar. Las pocas veces que he podido grabar con una gran orquesta, no había tiempo para más, siempre íbamos justos. Y bueno, a finales del año pasado, surgió la oportunidad con Manel Gil-Inglada, a quien ya conoces bien. Él iba a ir a Bratislava a terminar de grabar un proyecto con la Bratislava Symphony Orchestra, y le sobraba una hora de sesión, así que me llamó y me la ofreció. Lo curioso es que la conversación tuvo lugar tres semanas antes de la grabación y en ese momento yo no tenía nada preparado todavía.  Empecé a mirar agendas, a ver si podía cuadrar esas fechas en mi plan de clases y otras tareas… y bueno… era un poco locura, pero era viable, así que me lancé y le dije que sí. La grabación fue el 20 de diciembre y yo le di el sí el día 1 de diciembre.

Iván Capillas - The Adventures of Laimar

 

¿Cuánta música tenías preparada en el momento que le dijiste “sí, me animo a ir a grabar contigo”?

Pues no tenía absolutamente nada preparado (*risas*)

 

¿Estaba todo en tu cabeza?

Tampoco (*risas*). A ver… la música no estaba definida, pero las ideas sí que las tenía rondando en la cabeza hacía tiempo. El concepto sí que estaba ahí, aunque musicalmente no había pensado ni desarrollado nada. Pero me animé y me tiré a la piscina,  ya que es la única forma de hacer que las cosas sucedan. Curiosamente, en ese momento me acababa justo de cambiar de ordenador, y el ordenador nuevo no funcionaba… justo cuando más apretado andaba de tiempo, era cuando la tecnología me empezaba a jugar malas pasadas. Así que tuve que aparcar el ordenador nuevo, coger otra vez el antiguo, volver a montarlo y a colocar todo…

 

Aprovechaste tus habilidades de informático y experto en montar y reparar equipos para hacer magia… (*risas*)…

Más o menos (*risas*).  Por suerte no lo había borrado todo en el ordenador antiguo y tenía muchas cosas montadas, con lo cual puede empezar a trabajar bastante seguido.

 

¿Que nos puedes contar sobre la música? ¿Cuál fue tu inspiración?

La idea era hacer una música narrativa 100% como si fuera para una película, en un estilo de la música que a mí me gustaría poder escribir en alguna ocasión. Una música clásica, de aventuras, melódica, en una especie de homenaje a los compositores de música de cine con los que yo he crecido como John Williams, Jerry Goldsmith, James Horner, Alan Silvestri,… todos esos que en mi juventud tanto me han influido.

 

Además, quería que fuera música íntegramente orquestal, porque los últimos trabajos que he hecho no son clásicos, llevan música electrónica con algún elemento de clásica.  Así que me apetecía mucho también hacer alguna música 100% orquestal.

 

También quería explicar una historia, y aquí volvemos al tema de antes de la narración, y así poder explicar los diferentes momentos por los que pasa una aventura: el momento inicial heroico y aventurero, el momento más íntimo, el momento de soledad, el momento de tensión donde hay un problema, y cómo se resuelve todo esto al final… por resumirlo así rápidamente y de alguna manera.

 

¿La obra son cuatro movimientos verdad?

Sí, efectivamente. Son cuatro piezas (Adventure / Alone / Just there! / Final) con algo menos de 7 minutos en total.  Ten en cuenta que en una hora, tampoco daba para grabar mucho más. Normalmente grabas 10 minutos en 4 horas, y yo quería grabar 6 minutos y medio en una hora (*risas*).

 

Apretaste bastante el acelerador, ¿eh? (*risas*)

Bueno (*risas*),  jugamos con una ventaja, y es que no necesitábamos doblajes de cuerdas y otros instrumentos,  y tampoco teníamos claqueta, porque no teníamos que sincronizar con ninguna imagen, con lo cual era todo bastante más libre y más orgánico.

Iván Capillas - Grabando en Bratislava

 

Yo les marque más o menos qué tempo quería, y trabajamos sobre esa base.  De hecho, les envíe la partitura y la maqueta previamente, para que vieran más o menos qué era lo que yo quería conseguir. Eso fue lo que hizo que pudiéramos grabar tanta música  en una hora, que en realidad no fue una hora sino que fueron tres cuartos porque había que contar el descanso.

 

La verdad es que todo el proyecto ha ido muy comprimido y ajustado, ¿no? desde el 1 de diciembre que Manel te dice que tiene disponibilidad de una hora, hasta que el 20 de diciembre se graba la música… habéis ido todo el rato a la carrera…

Sí, la verdad es que tuve tres semanas para componer, orquestar, hacer las partituras, las partes, preparar la maqueta, y al final ir a Bratislava para grabar todo.

 

Vamos a hablar un poco más de la obra en sí. Porque creo que el título, tiene un significado especial, ¿verdad? ¿Nos lo podrías contar?

(*Risas*). Si… el nombre de Laimar tiene un porqué… Le tenía que poner un nombre a la obra,  y tenía claro que tenían que ser las aventuras de alguien, y como no se me ocurría de quién, pensé en mis hijos… que se llaman Marc y Laia, y se me ocurrió ‘Laimar’,  y como eso sonaba bastante bien, en plan misterioso o chulo, ¡pues ahí lo dejé!

 

Bonito legado les dejas a tus hijos, una obra de música, ¡que lleva por ahí “escondidos” sus nombres!

¡Pues sí! (*risas*)

 

Cuéntanos un poco más sobre la obra en sí y sobre su estructura

Tanto el título de la obra como los nombres de las pistas, intentan sugerir una aventura. Los títulos son bastante genéricos (Adventure, Alone, Just there!, Final), para que cada uno se puede imaginar su propia “película” con esta música. Es más, hay gente a la que le enseñado la música, y me han contado historias distintas que se han imaginado con ella.

 

Hay gente que pensaba que la música iba asociada a una película o un cortometraje, y me contaban un posible guion que les sugería la música, ya que no sabían que esto en realidad es un proyecto personal mío. Lo interesante es que a pesar de contarme historias diferentes, todo el mundo captaba esos momentos que yo he intentado reflejar.

 

Además, también quería que fuera una pieza que pudiera ser programada por una orquesta, como una suite, y que se pueda interpretar fácilmente en un concierto. Así que tenía que cumplir muchas cosas diferentes, porque la intención también era mostrar un poco lo que puedo llegar a hacer, para que me conozcan con otro estilo de música diferente al que habitualmente compongo.

 

 

¿Cómo fue la grabación en Bratislava con el equipo?

Aunque no conocía absolutamente nadie del equipo, confiaba en ellos 100%, porque era el equipo con el que Manel ya había trabajado antes y tenía muy buenas referencias de ellos, tanto de David Hernando y la de la Bratislava Symphony Orchestra, como de Mikel Krutzaga para  la grabación y las mezclas. Inicialmente, la primera idea que tuve fue la de dirigirlo yo, pero luego se me quitó rápidamente de la cabeza, porque era una locura intentar dirigir una orquesta que no conoces, sobre todo estando tan ajustados de tiempo. Además, David lo hizo estupendamente y estoy muy contento. Fue una decisión completamente acertada. La verdad es que yo allí estaba muy tranquilo… no estaba nada nervioso. ¡Quizás debería haberlo estado! (*risas*) Llegar allí, y que todo funcione así, fue una gozada, aunque al final lo hiciéramos un poco a la carrera.

Iván Capillas - Grabando en Bratislava

 

Después de la grabación llegaron las mezclas, en el estudio de Mikel, donde estuvimos hace unas semanas.

Efectivamente. Mikel F Krutzaga hizo las mezclas, y la verdad que quedó todo muy bien. Una vez más, estoy muy contento con el resultado.

Iván Capillas - Mezclas con Mikel F Krutzaga

 

Y ahora, ya tienes todo terminado, y llega el momento de distribuir la música. ¿De qué manera tienes pensado hacer esa distribución? ¿Cómo vas a hacer llegar tu música al público? Porque al no haber una película o un cortometraje detrás… tendrás que buscar otras formas de darla a conocer, ¿verdad?

Sí. La distribución va a ser digital. La música ya está disponible en Spotify, y  también está en Amazon Music y en breve también estará en iTunes. Además también la tengo en mi página de Bandcamp, que está ligada a mi web. De hecho, todo lo que tengo como referencias en mi web, donde tengo ejemplos de todo tipo de trabajos que puede escuchar la gente, son enlaces a Bandcamp, donde se puede escuchar y comprar mi música.

http://www.ivancapillas.com/

https://music.ivancapillas.com/album/the-adventures-of-laimar

 

También les voy a enviar la música a personas que me han pedido cosas de este tipo hace tiempo, para que vean lo que se puede hacer, y para servirme un poco de carta de presentación. Y por otro lado, también tengo intención de moverlo por algunas bandas y orquestas.

Y a partir de ahora… lo que pase o resulte con ella, ¡Ya se verá! ¡A ver hasta dónde llega!

 

Bueno, pues desde SoundTrackFest esperamos haber ayudado un poquito a la difusión de tu música con este artículo, y que la gente tenga algo más de información sobre este proyecto tuyo ‘The Adventures of Laimar’. Y oye, quién sabe, igual pasa al revés que con una película, a alguien le gusta mucho la música, y decide construir las imágenes en base a esa música y a lo que ella le inspira. ¡Quizás surja un cortometraje de animación!

¡Esa no sería mala!  Pero si a alguien le gusta mucho la música, y quiere hacer un cortometraje de animación basándose en  lo que he compuesto, ¡no me importaría volver a componer la música nuevamente de forma conjunta!, al fin y al cabo, sería una nueva oportunidad de explicar historias con mi música …

 

¡Genial! ¡Te deseamos mucha suerte con este proyecto Iván!

¡Gracias por ayudar con su difusión!

 

Entrevista realizada por Gorka Oteiza