Zelda – Symphony of the Goddesses – Bilbao

El nombre de Zelda le suena a casi todo el mundo, y buena parte de la culpa, por no decir toda, la tiene Nintendo, ya que es una de sus sagas más emblemáticas y conocidas junto con Mario Bros.

 

El primer videojuego de la serie Zelda vio la luz en febrero de 1986, hace 30 años, bajo el nombre The Legend Of Zelda, al que posteriormente siguieron más de 15 juegos, entre los que se podrían destacar The Adventure of Link (1987), A lInk to the Past (1991), Link’s Awakening (1993), Ocarina of Time (1998), Majora’s Mask (2000), Twilight Princess (2006), Skyward Sword (2011), Tri Force Heroes (2015) o próximo Breath of the Wild a editarse en 2017.

 

Cada uno de estos juegos, al igual que pasa con una película, lleva su música y Koji Kondo ha sido el compositor principal de todos ellos, habiendo contado con la colaboración o habiendo supervisado el trabajo de otros conocidos compositores japoneses como Asuka Ohta, Hajime Wakai, Kenta Nagata, Toru Minegishi o Yuko Takehara, que han ido aportando su granito de arena al mundo de Zelda.

 

La música en todo caso, ha ido acorde a las características y limitaciones técnicas de la plataforma para la que se publicaban los juegos en cada momento: Famicom Disk System, NES, Super NES, Nintendo 64, Nintendo GameCube, Game Boy Advance, Nintendo 3DS, Wii o Wii-U entre otras.

 

Así, no es de extrañar que tras tantos años y con motivo del 25 aniversario en 2011, Nintendo decidiera encargar la creación de una sinfonía especial basada en el extenso universo musical que recogen los juegos de esta saga, The Legend of Zelda – Symphony of the Godesses, y que se decidiera realizar una gira mundial con la misma, que ha sido repetida casi ininterrumpidamente de forma continuada año tras año, incluyendo algunas novedades en cada nuevo tour.

 

Si bien el año pasado, 2015, la gira internacional de The Legend of Zelda – Symphony of the Goddesses hizo parada en Madrid y Barcelona, este año 2016, tal y como se comentaba en la noticia que ya publicamos (ver enlace), se añadía una nueva ciudad, Bilbao, para disfrute de los seguidores de Zelda de la zona norte de la península.

 

Por ello, el pasado domingo 30 de octubre y tras un corto paseo en coche, me acerqué hasta el Palacio Euskalduna para disfrutar de la música de Zelda en concierto, experiencia que voy a relatar a continuación.

 

EL CONCIERTO

 El Palacio Euskalduna es un edificio polivalente pensado tanto para congresos como para conciertos, con un auditorio principal con capacidad para 2.164 personas, que tiene un diseño espectacular y una acústica fabulosa, que da pie a la celebración de este tipo de conciertos.

 

Nada más llegar al lugar y tras entrar por una de las puertas principales, se podía ver un puesto donde se vendían camisetas, posters y un libro oficial de la gira (que tenía breve información del programa, siendo la mayoría del mismo partituras para piano de los temas principales de la saga), con precios de 10€ o 20€.

 

Para este concierto elegí mi butaca en la zona superior del auditorio, en uno de los palcos, que tenía muy buenas vistas del escenario, y permitía contemplar con todo lujo de detalles las interpretaciones de todos los músicos de la orquesta, así como los curiosos movimientos de los estresados integrantes de la sección de percusión (como ya comentaré más adelante).

 

El concierto dio comienzo algo después de la hora prevista, a las 19:15h, con la orquesta, el coro y el director en escena, que fueron recibidos con un aplauso del público. Llegué a contar 20 componentes en el coro (10 masculinos y 10 femeninos), 2 arpas ubicadas a ambos lados del director e inmersas en la sección de cuerdas (con unos 24 elementos en total entre violines, violas, chelos y contrabajos), unos 8 elementos en la sección viento madera y otros 13 aproximadamente en la sección viento-metal, con 4 personas a la percusión. En total, más de 70 músicos en escena.

 

El primer tema que sonó fue Oberture – The Legend of Zelda, donde la orquesta fue introduciendo con fuerza al público en la temática del concierto de esa noche, a la vez que el coro acompañaba por momentos, y todo ello mientras se proyectaban en una gran pantalla sobre el escenario una recopilación de vídeos de los diversos videojuegos de la saga Zelda, intercalados con planos de los músicos interpretando la pieza.

 

Acabado este primer tema y tras el aplauso del público, salió a escena el productor y promotor de la gira, Jason Michael Paul, el cual se dirigió a la audiencia únicamente en inglés, para indicar que el concierto de Bilbao era el último de la gira en Europa, gira que continuaría el resto del año y parte de 2017 en Estados Unidos y Canadá, y nos dejó con un video-mensaje en japonés de Shigeru Miyamoto, el creador del videojuego original, subtitulado únicamente en inglés (una vez más). Un punto negativo a tener en cuenta y que comentaré en posterioridad en el apartado de conclusiones.

 

Después llegó el momento de la segunda pieza, Gerudo Valley, un tema con ritmo y energía, que fue creciendo poco a poco, que no necesitó del acompañamiento del coro, y que tuvo una interpretación muy buena.

 

Aquí, ya con el calentamiento hecho, se podía apreciar algo que si bien no empañaba el concierto, si resultaba molesto en ocasiones; el sonido de la orquesta estaba excesivamente amplificado, resultando muy alto para la acústica que proporciona la sala de conciertos del Palacio Euskalduna, y de hecho no estaba bien balanceado en conjunto con el coro (algo que se vio en el tema anterior), puesto que perdía fuerza en contrapunto con la orquesta, y si bien la sección de voces femeninas se oía poco o bajito, la sección de voces masculinas casi no se llegaba a oír.

 

Pero siguiendo con el concierto, que había comenzado prometedoramente, sin dejar decaer el ritmo adquirido por Gerudo Valley, el siguiente tema en sonar fue Boss Battle Medley. Esta pieza era una suite que recopilaba diversos momentos de lucha contra los diferentes enemigos de los juegos, con músicas muy rítmicas e intensas, que mantuvo a la sección de percusión muy ocupada en todo momento, haciendo que sus 4 miembros tuvieran que cambiar y rotar instrumentos para seguir el desarrollo de la pieza. Muy buen trabajo, tanto de la percusión como del resto de la orquesta, que recibió un enorme aplauso del público.

 

Después sonó el tema Triforce Heroes Movement, que arrancó con un bonito toque medieval y resultó en un desarrollo muy colorido, para dar paso a la pieza A Link Between Worlds, muy interesante tanto musical como visualmente, mostrando a su finalización el video-mensaje de Eiji Anouma, que es junto con Miyamoto el productor de la saga Zelda y su máximo responsable en la actualidad.

 

Llegaba el momento de entrar en los temas que propiamente componían la sinfonía que da nombre al concierto, The Legend of Zelda – Symphony of the Goddesses, con el tema previo, Prelude – The Creation of Hyrule, que tuvo unos toques muy místicos y celestiales, donde el arpa ayudaba a crear ambiente, y donde pudimos volver a notar los problemas de amplificación que he comentado antes; en los momentos solistas del arpa, esta distorsionaba mucho y cuando había algún hueco de silencio entre temas, se oían los ruidos de las páginas al pasar y hasta se podían oír hasta los ruidos de las sillas.

 

Pero abstrayéndonos de estos problemas menores, la interpretación fue muy disfrutable, y dio paso al primer movimiento de la sinfonía, que bajo el título Movement I – Ocarina of Time, tuvo un arranque muy fuerte y oscuro, para dar paso a una tranquilidad y suavidad que proporcionaban las melódicas flautas acompañadas por la sección de cuerda, emulando así la dulzura de la ocarina, antes de llegar al tenso final.

 

A continuación llegó la pieza Movement II – The Wind Waker, que desprendía gracia y jocosidad, acorde con lo mostrado en la pantalla en la mayor parte de su ejecución, y que recibió un fuerte aplauso a su finalización.

 

Y así, sobre las 20:15h y cuando ya llevábamos 1h de concierto, se llegó al intermedio que duró unos 20 minutos, para continuar posteriormente la segunda parte del concierto con el tema Intermezzo – Great Fairy’s Fountain / Song of Time, que dio paso al mensaje del compositor de la saga Zelda, Koji Kondo qué habló de lo que significaba para él Zelda y sus motivos e inspiraciones a la hora de componer.

 

Seguido se interpretó el tercer movimiento Movement III – Twilight Princess, donde nuevamente el coro volvió a tener un papel protagonista, aunque el sonido no le acompañara todo lo deseado, para a continuación escuchar el tema Movement IV – A Link to the Past, donde versiones antiguas de los juegos de Zelda eran los protagonistas en pantalla con unos gráficos en 2D muy divertidos, a los que la orquesta les dio vida y fuerza con la ayuda del coro, y que arrancaron otro buen aplauso.

 

El próximo tema en ser interpretado era ya el final oficial del concierto, la Suite from Majora’s Mask, que si bien arrancó suave, fue cogiendo intensidad, y al llegar a la marcha final, el director pidió la complicidad del público con las palmas para seguir el ritmo, generando un momento cómplice y muy bonito.

 

El público quedó encantado con el concierto y afortunadamente los aplausos animaron al director y a la orquesta a seguir durante dos temas más, Dragon Roost Island,  y Skyward Sword, un complemento perfecto a un muy buen concierto.

 

Y así, con los aplausos del público y el director indicando a cada una de las secciones de la orquesta que fuera saludando, que cada una lo hacía de una forma más divertida que la anterior, se dio por finalizada la velada pasadas las 21:20h, a poco más de 2h después de su comienzo.

 

CONCLUSIONES

Para terminar este artículo, voy a comenzar este apartado de conclusiones con aquellos puntos que creo que habría que mejorar, siempre con críticas positivas:

 

Idiomas. La presentación inicial que hizo el productor del concierto estuvo únicamente en inglés, y si bien creo que la mayoría de la sala entendió lo que decía (o bien aplaudió por empatía cuando acababa sus frases), no hubiera estado de más que hubiera contado con alguien que hiciera la traducción de su discurso. Lo mismo pasaba con los videos mensajes que salían a lo largo del concierto, que estaban en japonés y subtitulados en inglés.

 

Programa. Los títulos de los temas que escuchábamos salían al final de la interpretación, y no siempre de forma clara, puesto que a veces iban integrados en los vídeos como imágenes del juego (espero haberlos recogido correctamente en este artículo, ya que no era tarea fácil).

Eso daba lugar a confusión y a no saber realmente lo que se estaba escuchando, salvo que fueras una persona muy conocedora de la música de la saga. Además, al no haber un programa-resumen de una página con los temas en papel (salvo que pagaras 10€ por un programa oficial completo, que era más bien un piano-book ya que estaba lleno de partituras), creo que mucha gente de la sala no se enteró realmente de lo que sonaba en cada momento. Creo que poniendo un breve título al principio de cada tema, esto se hubiera resuelto fácilmente y la gente hubiera estado menos confusa con respecto a lo que estaba sonando.

 

Ocupación. La sala estaba medio llena en la parte inferior (patio de butacas y terrazas de patio), y a rebosar en la parte superior (balcones y palcos), y esto era debido claramente al precio de las entradas, ya que había una diferencia sustancial entre ambas zonas. Hay público de sobra para este tipo de conciertos en Bilbao, pero habría que ajustar un poco más el precio de las entradas, ya que creo que se hubiera podido conseguir un lleno total de haber tenido unos precios algo más bajos (las entradas iban de 28€ a 82€).

 

Sonido. Como ya se ha comentado a lo largo del resumen de los temas del concierto, la amplificación realizada de la orquesta y el coro no fue la adecuada. Una sala como el Auditorio del Palacio Euskalduna, especialmente preparada para eventos y conciertos de este tipo y que dispone de facto de una acústica fabulosa, no requiere de tanta amplificación. Con potenciar sutil pero adecuadamente el sonido de la orquesta y/o el coro, el concierto hubiera tenido otra dimensión.

No parece de recibo que en los solos de los instrumentos, o en las pausas entre piezas, se oigan pasar las páginas de las partituras por los altavoces, o se escuche el sonido de las sillas al moverse los músicos, o los golpes de los arcos de las cuerdas al ponerlos en reposo cuando no se van a usar.

 

Por otro lado, creo que los siguientes son los puntos fuertes del concierto:

 

Producción y medios. La producción del concierto es estupenda y los medios técnicos también son muy buenos. En la pantalla que hay sobre la orquesta se proyectan vídeos de los videojuegos cuya música está sonando, que van intercalados con planos de los músicos, relacionados con los pasajes que se estén interpretando y los instrumentos que tienen el protagonismo en cada momento. Estos vídeos estaban muy bien elegidos y montados, y complementaban perfectamente la música.

 

Orquesta y director. Una orquesta de calidad, que se ve que está muy bien engranada, que conoce a la perfección los temas que interpreta y cómo ha de llevarlos a cabo, y está claro que la práctica hace la perfección, puesto que son muchas horas de Zelda a sus espaldas.

Lo mismo se podría decir del director, el cual sin ser exageradamente expresivo, conseguía controlar y dirigir a la orquesta de muy buena manera, aunque por mi parte eché en falta que le diera más juego al coro, sobre todo a las voces masculinas, que quedaban eclipsadas por la potencia de las femeninas en particular, pero por la fuerza del resto de la orquesta en general.

 

 

En resumen, el concierto fue altamente disfrutable y mereció mucho la pena, aunque el incorrecto balance del sonido empañó ligeramente la velada, siendo algo que puede ser fácilmente resuelto en futuras ocasiones.

 

Como se pudo comprobar, la música de Zelda está más viva que nunca en este 30 aniversario, y no dudo que volverá a tener una nueva gira en 2017, gira que espero vuelva a pasar por Bilbao.

 

Un consejo, si alguna vez tenéis la gira cerca y os gusta la música de videojuegos, no lo dudéis, salid a la calle e id al concierto; descubrid una nueva dimensión sinfónica de la música de Zelda, fuera de los altavoces de vuestro televisor. Link, Hyrule y el universo musical de Zelda, os esperan con los brazos y los oídos abiertos.

 

 

Artículo escrito por Gorka Oteiza