Concierto de cine en la ’34 Mostra de Valéncia – Cinema del Mediterrani’ – Resumen

El pasado domingo 27 de octubre, se celebró un concierto de música de cine dentro de la 34ª edición del festival de cine ‘Mostra de Valéncia – Cinema del Mediterrani’, a cargo de la Banda Municipal de Valencia dirigida por Rafael Sanz-Espert (ver noticia).

 

Frederic Torres, colaborador habitual de SoundTrackFest, acudió al mismo, y nos deja este completo e interesante resumen.

 

UN POCO DE HISTORIA

Tras ser clausurada en 2011 por la por aquel entonces alcaldesa de la ciudad de València, la popular Rita Barberá, víctima de los recortes sociales que la crisis económica trajo consigo (bajo los auspicios austericidas de parte de la llamada Troika europea), la llama de la Mostra de Cine del Mediterrani no se extinguió gracias a la sociedad civil, que tomó el testigo mediante lo que se llamó Mostra Viva, en la que se mantuvo el espíritu del fallecido y veterano festival de cine especializado en la cinematografía de la ribera mediterránea.

 

Como muchos aficionados de largo recorrido todavía recuerdan, en el seno de la Mostra nació el Congreso de Música de Cine, que durante la década de los noventa captó la atención de los ávidos fans de la especialidad, pasando de conciertos de tipo generalista como los ofrecidos por Lalo Schifrin (el primero de todos) o Bill Conti (¡qué oportunidad perdida para no haber ofrecido un concierto de su propia y estupenda cosecha!), a otros más especializados y memorables como los perpetrados por Michael Kamen, Michel Legrand, Armando Trovajoli, Maurice Jarre, Carles Cases y Gabriel Yared.

 

Desaparecido a principios del nuevo milenio, una década antes que la propia Mostra, dejó en el recuerdo no solo memorables conciertos como los citados, sino el conocimiento directo y la socialización de la mayor parte de aficionados de todos los rincones del Estado, entre sí y con los incipientes compositores de la década (nada menos que Iglesias, Baños, Cases, Reyes, Bardem, Meliveo, Ivars, etc.)

 

Ahora que la Mostra ha vuelto de una forma oficial (este año celebra su segunda edición), independizándose de Mostra Viva, a la búsqueda de recuperar la identidad perdida para tratar de consolidar un festival muy querido y añorado por el cinéfilo valenciano, la dirección ha querido vincular el festival de cine con algún tipo de evento musical, como ya ocurriera el año pasado, como la realización de un concierto. En este caso, y al igual que el pasado año, el concierto estuvo a cargo de la Banda Sinfónica de València  dirigida por Rafael Sanz-Espert, su director titular.

 

La peculiar característica de las bandas de música valencianas, nucleadas alrededor de los instrumentos de viento, en el que los clarinetes hacen las veces de sustitutivos de los violines, y los saxofones de las violas y los chelos, y que tanto arraigo tiene por los lares levantinos, puesto que casi cada población tiene su banda encuadrada en la correspondiente Sociedad Musical, culmina en la Banda Sinfónica de la capital como una de las más emblemáticas del territorio.

 

Esta personalidad propia hace que se distingan de las orquestas de la ciudad, como la OMV (Orquesta Municipal de València), habitual de los conciertos de abono del Palau de la Música, o la Orquesta Filarmónica de la Comunidad Valenciana, que es la titular de la temporada de ópera del Palau de les Arts.

 

De manera que, en definitiva, es con la Banda con quien ha contado la Mostra hasta el momento para relacionarse con la música de cine a través de los dos conciertos gratuitos ofrecidos en sendos años consecutivos, confeccionados con temas de amplio reconocimiento popular, pero salpicados con la presentación de algunas suites de trabajos pertenecientes a compositores valencianos, más o menos noveles, para que de este modo tengan la oportunidad de estrenar sus obras en público. Todo un acierto que permite acercar al respetable el conocimiento de unos trabajos que han gozado de pocas oportunidades de difusión, al no disponer siquiera de la posibilidad de comercializarse mediante una descarga digital.

 

 

EL CONCIERTO

Así, este año el programa incorporó un par de pasadobles pertenecientes al especialista Miguel Asins Arbó, que abrieron cada una de las dos partes del concierto, celebrado el domingo 27 de Octubre a las 12:00h en el Palacio de Congresos de València. El perteneciente a ‘Biba la Banda’, en la primera parte, y el de ‘La vaquilla’, en la segunda. Una buena manera de meterse al público en el bolsillo con temas pegadizos. A ellos siguieron una serie de suites dedicadas a la saga de ‘El Padrino’, del gran Nino Rota, y otra referida a otro italiano ilustre como Ennio Morricone, según los arreglos del especialista holandés Johan de Meij, escuchadas durante la primera parte y que compartieron unos extraños arreglos en su conclusión, al objeto de generar sendos crescendos con los que finalizar las piezas de un modo un tanto grandilocuente.

 

Durante la segunda parte, fueron piezas tan conocidas como el tema principal de ‘Carros de fuego’, de Vangelis; ‘Zorba, el griego’, de Mikis Theodorakis; y ‘Love story’, de Francis Lai, los que cubrieron el apartado popular, con mucho menor acierto a nuestro juicio, puesto que todo el mundo es conocedor del entramado electrónico de los trabajos de Vangelis, siempre llevados a cabo mediante sus omnipresentes sintetizadores, obras que resultan de muy difícil traslación al mundo sinfónico. Lo mismo ocurrió con el carácter intimista de la partitura del oscarizado compositor francés Lai, quien se ganó al público de principios de los setenta con su pegadiza melodía interpretada al piano, que sonaba de un modo un tanto extraño al proveerla de unos inadecuados tuttis orquestales, a los que, por otro lado, cualquier Banda Sinfónica que se precie no puede renunciar en una interpretación pública. A ello se unió el ritmo progresivamente frenético de la partitura de Theodorakis, que por momentos pudo llegar a confundirse con la conocida “Danza del sable”, de Kachaturian. El fallo, pues, estaba en la selección.

 

Dicho esto, cabe celebrar enormemente el estreno público de ‘Llums’, la Suite sobre temas de la película ‘Luces’, del compositor Jordi Peiró, integrante además de la Banda Sinfónica, en la que toca el bombardino barítono. Éste destacó por ser un trabajo caracterizado por su sensibilidad, en el que se sucedieron los breves y sutiles solos de la madera que perfilaron sus características impresionistas, no exentas de una tonalidad casi etérea, alcanzada gracias a la continuada presencia del xilófono y el vibráfono.

 

Una modesta película, ‘Luces’, protagonizada por Fernando Esteso y dirigida por Alfredo Contreras, con viajes en el tiempo de por medio, que tuvo muy escasas oportunidades de ser visionada por el público mayoritario y que se constituye en la continuación de ‘Candela’, también escrita por el guionista José Luís Pedrero. Solo por el aprecio de su música, en la que también participaron el mismo Pedrero y Pedro Velardiez, que además fueron los responsables de ‘Candela’, ya merecía la ocasión.

 

Del mismo modo, el final del programa (que no del concierto, que se cerró con el bis del conocido pasodoble del Maestro Padilla, El Relicario, que simplemente alegró el final) corrió a cargo de una suite del film ‘Cuerpo de élite’, debida al castellonense Vicent Ortiz, a la sazón también director de la Banda Sinfónica de Albuixech, quien debutó hace unos años con esta espléndida y vistosa partitura cuando aún no contaba ni con la treintena de edad.

 

Según confesaba el propio autor a este cronista al finalizar el concierto, la música está muy inspirada en armonías ‘Herrmanianas’, aunque a los aficionados allí presentes nos resultó muy vibrante y actual, seguidora de los pasos de grandes compositores hollywoodienses actuales como puede serlo un Michael Giacchino. Fue convertida posteriormente en exitosa serie televisiva (emitida por Antena 3), en la que también se volvió a emplear música perteneciente a la obra cinematográfica, ya que esta estuvo bien producida al ser grabada con la Orquesta Sinfónica de Extremadura, con elementos electrónicos incorporados en estudios ubicados entre New York y Los Ángeles. Estos elementos fueron obviados lógicamente en la interpretación de la Banda, y la música presentada resultó todo un descubrimiento para el público por su vibrante dinamismo y una apreciada interpretación. Una obra disponible en descarga digital, tanto en iTunes, como en Amazon, que merece sobradamente la pena.

 

EN RESUMEN

En definitiva, un concierto para todos los públicos, llevado a cabo casi obligatoriamente en el poco adecuado recinto del Palacio de Congresos y Exposiciones (ya que el Palau de la Música sigue inmerso en las obras de reforma de su estructura), en el que la música quedó demasiado circunscrita al escenario (la altura y la profundidad del mismo se “comen” literalmente el sonido). El concierto intentó al menos aunar tradición con modernidad, al presentar al público composiciones cinematográficas pertenecientes a los talentosos artistas de la tierra, siempre deseosos y encantados de ofrecer y dar a conocer sus obras.

 

En este sentido, La Mostra podría significar en un futuro próximo, insistiendo por este camino con cierta voluntad organizativa y contando con las infraestructuras necesarias, una muy buena plataforma para la presentación de estos artistas autóctonos (que los hay en abundancia), y de algunos más de los países ribereños. Puede que también haya llegado la hora de plantearse la oportunidad de volver sobre el desaparecido Congreso de Música de Cine, con las reformas que se requieran necesarias. Talento no falta, y ganas del respetable tampoco, a la vista de los llenos de las plateas tanto del año pasado como del presente.

 

Artículo y fotos por Frederic Torres