Concierto ‘Las Mejores BSO de Disney’ en Barcelona – Resumen
La orquesta Franz Schubert Filharmonia bajo la batuta de Marc Timón ha ofrecido en enero de 2022 cinco conciertos dedicados a la música de las películas de Disney (leer más).
Nuestro compañero y colaborador Coque Cano acudió al concierto celebrado el domingo 16 de enero en el Palau de la Música Catalana de Barcelona, y nos trae este artículo en exclusiva para SoundTrackFest.
Disney en tiempos de pandemia
El fin de semana del 15 y 16 de enero de 2022 tuvimos la suerte de empezar el año con un nuevo concierto de música de cine en el Palau de la Música de Barcelona. Una vez más el alma máter fue Marc Timón, quien en esta ocasión no sólo lo preparó, presentó y dirigió con su habitual saber hacer, sino que, por causas sobrevenidas, acabó incluso interpretando como cantante, de forma más que solvente.
A sus órdenes, la Franz Schubert Filharmonia (anteriormente denominada Orquestra Simfònica Camera Musicae), una apuesta simplemente perfecta pues se trata de una de las orquestas con mayor proyección y juventud del país, con una media de edad de 38 años. La orquesta rayó a un nivel altísimo durante toda la tarde, con una sintonía total con el director, y todos ellos con el público, que en varias ocasiones “participó” con palmas espontáneas al estilo de lo que ocurre con la marcha Radetzsky en el concierto de año nuevo de Viena.
Obviamente se trataba de un concierto que se prestaba a ello, dado el repertorio y la abundante presencia de niños en la sala (yo mismo fui con mis hijos y sobrinos), pero aún y así el ambiente no se crea solo y en eso Marc Timón ha dado muestras sobradas de carisma en el atril y de facilidad para conectar con el público a lo largo de su ya prolífica carrera como director.
Entrando ya en materia, el título de la presente crónica resume en parte lo que representó este concierto. En primer lugar, estuvo dedicado a Disney (se vendió con el título “las mejores BSO de Disney”), aunque con sorpresas, y bajo mi punto de vista el programa era difícil de mejorar si lo que se buscaba eran producciones más actuales y por tanto fáciles de reconocer por el público más joven. En segundo lugar, estuvo condicionado por la pandemia de tal forma que si no acabó siendo cancelado fue por la ilusión e implicación de orquesta, director y cantantes.
Preparar un concierto así cuando van cayendo por COVID, y en consecuencia se van sustituyendo, intérpretes de la orquesta casi a diario es poco menos que un milagro. Por si fuera poco, salvo error, el día anterior al primer concierto (el del sábado 15 de enero) dieron positivo nada menos que dos de los cuatro cantantes titulares, encontrando in extremis dos sustitutos de garantías que aprendieron el repertorio en tiempo récord.
Esto el sábado, porque el domingo uno de los dos cantantes masculinos también causó baja, siendo sustituido por…Marc Timón, en una decisión que le honra por salvar la función y hacerlo además demostrando unas dotes vocales que permiten entender el porqué está preparando su primer álbum como cantante. Un “show must go on” en toda regla.
La tarde se abrió con la fanfarria con la que Disney acompaña su logo al inicio de sus películas, la ya famosísima versión sinfónica del “When you wish upon a star” que el maestro Leigh Harline compuso para la mítica Pinocho, canción por la que tanto él como el letrista Ned Washington ganaron el Oscar de la Academia en el año 1948. Fue como una bienvenida al mundo musical de la productora. Ninguna otra presentación habría resultado más adecuada, por lo que la primera intervención como speaker de Marc Timón se hizo esperar de forma acertada.
Por cierto, esta introducción no aparecía en el programa digital descargable, que iniciaba con la pieza “For the first time in forever” de la película Frozen, estupendamente interpretada por la cantante Berta Gratacòs, precisamente una de las que hicieron horas extras para preparar sus intervenciones como sustituta de último momento, y que pese a todo estuvo espléndida durante todo el concierto.
Este tema dio inicio al repertorio de canciones cantadas, que puntualmente se entremezclaron con piezas instrumentales tan conocidas como el aprendiz de brujo de Paul Dukas, presente en la obra maestra de Disney Fantasía, o el “Scherzo for motorcycle and orchestra” que John Williams compuso para Indiana Jones y la última Cruzada, incluida como muestra del cariño que Marc Timón tiene por el maestro neoyorkino (habría más en los bises), y a su vez representativa de la inclusión de los títulos de otras productoras adquiridas recientemente por el gigante del entretenimiento, como en este caso Lucasfilm, o como pasaría a lo largo del concierto con la 20th Century Fox, de la que se interpretó un tema de Anastasia. Pixar, que también estuvo muy presente, es un caso distinto pues, de una manera u otra, siempre ha estado ligada a Disney.
Precisamente los temas instrumentales eran los únicos que en el programa venían precedidos por la identificación del compositor, algo que creo habría podido mejorarse, haciendo lo mismo con las canciones, con nombres propios de tanta relevancia como Alan Menken, Elton John, Lin-Manuel Miranda, el matrimonio formado por Kristen-Anderson y Robert López, o los letristas Howard Ashman, Tim Rice y Stephen Schwartz.
En todo caso y tras empezar con esta primera canción de aire desenfadado compuesta por Kristen y Robert López para la taquillera “Frozen” (película que abría y cerraba el programa), fue el turno de “Un mundo ideal”, escrita por Alan Menken junto con Tim Rice, quien debió sustituir al tristemente fallecido Howard Ashman en la letra de esta emblemática canción de “Aladdin”, ganadora del Oscar del ‘92. Marc Timón interpretó la parte masculina con muchas tablas y complicidad con su partenaire femenina.
Decir que se cantó en su versión en castellano, a diferencia de la anterior, que fue en inglés. De hecho, uno de los aciertos del concierto fue precisamente ir alternando versiones en inglés, castellano y catalán, consiguiendo un mayor dinamismo.
La siguió otro tema de Menken, en esta ocasión para la versión en imagen real de la propia “Aladdin”. Pese a su calidad, esta canción titulada “Speechless” no fue tan siquiera nominada por la Academia, por lo que tuvo un punto de reivindicación el haberla incluido en el repertorio.
La siguiente en el programa fue “L’apprenti sorcier / El Aprendiz de Brujo”, poema sinfónico compuesto por Paul Dukas en 1897, basado en una obra de Goethe sobre un aprendiz de brujo que se ayuda de una escoba hechizada para cargar cubos de agua. Se trata de una obra clásica que alcanzó su máxima popularidad con la película Fantasía, uno de los mayores retos artísticos y un hito en la carrera de Walt Disney. La Franz Schubert Filharmonia bordó la pieza bajo la entusiasta batuta de Marc Timón. Pese a la profusión de canciones muy populares, fue uno de los momentos que más entusiasmaron al público.
Turno para el Rey León, con dos de sus canciones más significativas seguidas. En primer lugar, se cantó en castellano “El círculo de la vida”, obviamente con la limitación de no disponer de coros africanos, pero que gracias a unos arreglos muy adecuados, no se echaron en falta. A esta fantástica versión, le siguió una preciosa interpretación de la balada “Can you feel the love tonight”, otra de las joyas que Elton John compuso junto a Tim Rice para este clásico con ecos shakesperianos de la Disney. Como nota curiosa, Marc Timón hizo las réplicas entre los personajes de Timón (ejem) y Pumba.
Y de balada a balada, pasando nuevamente al maestro Alan Menken, con una de las canciones menos conocidas pero más delicadas que ha compuesto. La inclusión de “I see the light” canción de la película “Tangled” (titulada en España “Enredados”), demostró el mimo y gusto a la hora de programar un concierto dedicado a Disney bastante actual, donde el único guiño a sus antiguas producciones fue Fantasía. Un momento lleno de magia que cerró esta doble entrada romántica y que dio paso a la primicia del concierto.
Según consta en el programa digital, por encargo de la propia Franz Schubert Filharmonia, Marc Timón compuso una pieza basada en la técnica musical usada inicialmente en cintas de animación para puntear narrativamente las acciones que se ven en pantalla imitando el mismo ritmo de las imágenes. Técnica que se denomina “Mickey mousing” pues se considera iniciada por Carl Stalling en el corto “Steamboat Willie”, actualmente el logo de la Walt Disney Animation Studios donde se ve una escena en blanco y negro con Mickey Mouse al timón de un barco, y que sigue vigente gracias a compositores de la talla de Bruce Broughton, Alan Silvestri o Danny Elfman.
Precisamente la pieza compuesta por Marc Timón titulada, cómo no, “Mickeymousing”, si bien tiene por descontado la impronta de su autor, a la vez está claramente imbuida del espíritu de Stalling y Elfman (especialmente el de “Beetlejuice”), en una inspirada combinación que se abre con una sencilla y delicada melodía para flauta y acto seguido cuerdas, que no tarda en alocarse con un motivo frenético muy elfmaniano repetido a lo largo de un tema que dura algo menos de 6 minutos, y que por descontado nos ofrece momentos ya más habituales de la técnica antes descrita, que parecen ilustrar o duplicar los movimientos divertidos que, sobre todo, solían verse en los cortometrajes clásicos de Disney.
Una delicia que resultó perfecta en su ejecución y que el público disfrutó y aplaudió de forma unánime. Sería fantástico que algún día pudiera ser editada junto con las otras obras que el propio Marc Timón ha ido estrenando en el Palau de la Música durante el último año, como son la pieza dedicada a John Williams “The beacon” que se estrenó en el concierto titulado “John Williams forever” del pasado 21 de junio (leer más), y la magistral obra coral “Magnificat”, compuesta para la inauguración de la Torre de la Mare de Déu de la Sagrada Familia de Barcelona, que en el Palau se interpretó en el concierto de Sant Esteve de 2021 en dos en movimientos, con un acompañamiento distinto al que se ofreció en la basílica y que fue interpretado por el Cor Jove, el de Noies, el Orfeó y el Cor de Cambra.
Después de este estreno se interpretó el estupendo tema compuesto por Lin-Manuel Miranda para la película “Vaiana” titulado, en su versión en catalán, “On aniré” (“How far I’ll go” en su versión original), que es la que cantó, de nuevo de forma impecable, Berta Gratacòs.
La siguió una de las últimas joyas de la carrera de Alan Menken, que pese al tremendo éxito de la película parece haber quedado un poco en el olvido. Hablo de “Evermore”, una de las canciones nuevas que triunfaban en el remake en acción real de La Bella y la Bestia, y que el cantante Germán de la Riva prácticamente calcó en la versión cantada por Dan Stevens (actor que daba vida a la Bestia), más que en la de Josh Groban. Una obra maestra interpretada de forma igualmente maestra, en la que tal vez fuera la mejor actuación de la tarde.
Sin abandonar este clásico indiscutible de la productora, pero en su versión original animada (por cierto, la primera cinta de animación que fue nominada al Oscar a la mejor película, antes de crearse el premio especial a la mejor película animada), llegó la icónica y oscarizada canción que incorpora el mismo título de la película, y lo hizo en su versión en castellano. Tanto la cantante Nerea Rodríguez (popular tras su paso por el programa Operación Triunfo), como el antes mencionado Germán de la Riva, de nuevo en el papel de Bestia, estuvieron a la altura del mito, arropados por una orquesta entonadísima.
Y como Disney es ahora algo más que lo que siempre fue Disney, el programa nos regaló acto seguido dos títulos de productoras recién adquiridas por la empresa del ratón.
Primero le tocó el turno a “Anastasia”, exitosa producción con la que la 20th Century Fox quiso, precisamente, competir por el reinado de Disney en el género de la animación, y que, atendida la calidad de su música, ha acabado siendo otro éxito como musical de Broadway, siguiendo con la labor como compositor de Stephen Flaherty y las letras de Lynn Ahrens. En concreto se interpretó casi de forma mimética la delicada “Una vez en Diciembre”.
En segundo lugar, el turno fue para Lucasfilm a través de Indiana Jones, pero no con la habitual “Raiders march”, sino con el memorable “Scherzo for motorcycle and Orquestra” compuesto por John Williams para la tercera parte de la saga, y además en la versión que el propio maestro dirigió en los históricos conciertos en Berlín en octubre del pasado año (leer más). Solo cabe decir que fue impresionante, demostrando Marc Timón una vez más que conoce la música y el estilo de Williams como su fueran suyos, ofreciendo la mejor interpretación posible de una obra compleja y bulliciosa.
La pieza que devolvió al concierto a la senda de las canciones fue “Volarè”, la versión catalana de “Touch the Sky”, de la película de Pixar “Brave”, con música de Alex Mandel, y letra del propio Mandel y el director del film Mark Andrews. Tal vez por la importancia del toque celta, fue una de las piezas que quedaron menos perfectas, con un excesivo uso de las baterías, que en algún momento incluso eclipsaban la voz de la cantante Nerea. En todo caso un detalle menor.
La misma intérprete tuvo su momento de lucimiento de la tarde con la siguiente canción, que ella misma introdujo explicando que el segundo nombre que le pusieron sus padres es Ariel, una anécdota que el público aplaudió y que dio paso a una interpretación sublime (sin duda la mejor de ella y una de las mejores del concierto) del “Part of your world” en su versión castellana (“Parte de tu mundo”) de La Sirenita. Alan Menken y Howard Ashman habrían sonreído.
Siguiendo con el compositor ganador de ocho Oscars, Alan Menken, pero esta vez con Stephen Schwartz como letrista, le tocó el turno a la también premiada “Colores en el viento” de “Pocahontas”, partitura algo olvidada ya, pero de indudable calidad, lo que quedó patente en la sala.
La parte final del generoso programa que nos preparó Marc Timón, estuvo compuesta por dos pares de canciones, uno dedicado a “Coco” (con “Recuérdame” y “Un poco loco”) y el otro con dos temas más de “Frozen” (“Do you want to build a snowman” y el hit “Let it go”). Vamos, un festival del binomio Kristen-Anderson/Robert López.
“Coco”, producción de Pixar ambientada en la fiesta mejicana del día de los muertos es un punto y aparte en lo que se refiere a canciones Disney por el carácter latino y mayormente festivo de sus músicas y letras, y fue sin duda el momento más divertido del concierto.
Ante la baja de última hora del segundo intérprete masculino que había actuado el sábado (Alex Dee, según el programa), el domingo fue el turno de Marc Timón, que formó dúo con Germán de la Riva. Ambos no solo cantaron de forma muy graciosa, especialmente “Un poco loco”, sino que hicieron una performance previa que fue un auténtico show cómico, interpelándose mutuamente con acento mejicano e incluso arrancándose después con un baile claramente improvisado que hizo las delicias del público, sobre todo de los más pequeños.
Y ya para finalizar con la parte oficial del concierto, se cantaron las dos canciones más populares de “Frozen”, en las que las intérpretes femeninas volvieron a dar la talla, pese a la dificultad técnica, especialmente de “Let it go”, que controló muy bien Nerea. Huelga decir que el público valoró el esfuerzo y no escatimó en aplausos para lo que debía ser el fin de fiesta de la tarde.
Pero las ganas de más hicieron posible que se alargara el concierto con hasta dos bises que, por descontado estaban ya previstos, por bien que Marc Timón lo vendió graciosamente como un premio a la insistencia de un Palau en pie.
El primer bis fue nuevamente para una obra de John Williams, una vez más en una producción Lucasfilm. Nada menos que el tema principal de “Star Wars”, todo un regalo para un público neófito que tuvo la oportunidad de escuchar en directo y con una calidad extraordinaria una de las grandes obras de la música de cine que, generación tras generación, mantiene su vigencia. No hay duda de que, tanto mayores como pequeños, disfrutaron de una parte importante de su infancia.
Los aplausos llevaron a Marc a “acceder” con un segundo bis, esta vez con todos los cantantes en el escenario para despedirse junto con la orquesta y cantar al unísono la celebérrima “You’ve got a friend in me” compuesta por el gran Randy Newman para “Toy Story”, la cinta que inició la era de animación 3D que, salvo excepciones, ha marcado el cine de este género desde entonces. Una canción que con sus primeros compases ya arrancó un “ohh” del público y que supuso el perfecto colofón a un concierto estupendo.
¡La magia de Disney pudo con la pandemia!
Artículo por Coque Cano
Fotos por Coque Cano + Marta y Jordi